Después de la comida en la casa de los padres de Steve, ambos volvieron al campus sin la intención de volver a tocar el tema y Bucky estaba más que agradecido con Steve por eso.
Sin embargo, esa noche, el insomnio volvió a atacar al rubio con los mismos pensamientos que había tenido sobre Bucky desde las lecciones del viernes. Steve llegó a la conclusión de que solo era el calor del momento y la falta de contacto físico lo que lo llevaba a tener esos sueños, así que para distraerse, el domingo en la mañana fue a correr en la pista del campus.
Es solo tu amigo Rogers, deja de pensar en tonterías, se repetía mentalmente el rubio mientras corría.
Por otra parte, Bucky se encontraba tratando de estudiar para su examen de técnicas de la investigación cuando Steve llegó de correr.
Bucky apartó la vista cuando escuchó el sonido de la puerta y saludó con una mano al aire al momento en que vió al rubio entrar. Su saliva casi termina por delatarlo cuando casi se ahoga por tragar duro al ver lo que tenía enfrente: Steve se encontraba con una de sus famosas camisetas en cuello de v de color negro mojada y pegada a su torso resaltando su monumental abdomen, su cabello dorado goteando y pegado sobre su frente en un adorable desastre, las piernas fuertes cubiertas apenas y con unos pequeños shorts grises oscuro y una toalla blanca cubriendo su cuello.
—Buck, ¿estás bien? —preguntó Steve al ver el estado estático del castaño.
Bucky no se dio cuenta de que había observado detenidamente a su amigo por unos largos minutos hasta que Steve lo llamó, provocando un sonrojo intenso sobre sus mejillas por la realización de ese momento.
—Eh... si, si. Perdón, me espantaste —mintió— estaba concentrado estudiando y llegaste de la nada.
—Lo siento. —se disculpó mordiendo apenado su labio inferior.
—No, descuida. No hay problema.
— ¿Entonces no vas a ir al domingo de cine?
El domingo de cine era algo que organizaban los alumnos de últimos semestres para los que no podían salir a visitar a sus familias y se divirtieran en compañía de otros. Era simplemente la proyección de una película vieja por la que votabas en el Instagram de la universidad, pero era un evento muy especial para todos e incluso romántico para las parejas.
—Sip, solo deja acabo de repasar esto último. Ah, y ve a bañarte, apestas horrible. —dijo Bucky fingiendo una cara de desagrado.
Steve asintió y se adentró al baño sin más.
Bucky dejó salir por su nariz el aire que no sabía que había estado conteniendo y se autofelicitó por el autocontrol que tuvo para no tener una erección mientras Steve le estaba hablando.
╰✮╮
Después de unas cuantas páginas, Steve salió de la ducha y Bucky tomó su mochila con las cosas que compró en la máquina de dulces del pasillo y se dirigieron al patio principal del campus.
La película a proyectar era Indiana Jones y El Reino de La Calavera de Cristal, una de las favoritas de Bucky. Indiana Jones era la saga favorita del castaño desde la infancia y Steve lo sabía, así que cuando supo que esa era la película que pondrían no tardó en proponerle a Bucky que fueran juntos a verla como en los viejos tiempos.
Bucky encontró un buen lugar en el césped y desdoblaron un mantel a cuadros que Sarah les había prestado. Steve acomodó algunas golosinas en el centro y ambos se envolvieron en sus respectivas mantas que habían quitado de la litera.
La película transcurría entre gritos de sorpresa y risas de algunos, sin embargo, la concentración de Steve no había podido permanecer ni treinta minutos cuando Bucky lo distrajo gritando de emoción y señalando a la película con un brillo encantador en los ojos.
Steve dejó de prestar atención a la pantalla y su vista se dirigió a algo más entretenido que ver: Los ojos del castaño eran iluminados por la imagen proyectada, su rostro tenía pintada una sonrisa infantil y sus manos ajustaban la cobija acolchada alrededor de su cuerpo como si se estuviera abrazando a si mismo.
Y entonces Steve lo sintió otra vez, ese latido loco en su corazón que no sabía de dónde había salido, ni cómo detenerlo.
Sus manos picaban por tomarlo y atraerlo a su cuerpo para acurrucarlo entre sus brazos y pasar sus manos nuevamente entre las hebras castañas, cuando una voz ajena los interrumpió de sus pensamientos.
— ¡Chicos! —exclamó Sam en un susurro hincado al lado del castaño— ¿Puedo?
Antes de que Steve dijera algo, Bucky asintió con una sonrisa y Wilson se sentó a su lado con las manos en el piso y las piernas extendidas.
—Los vi desde hace rato y quería venir a saludarlos. Es una buena película, ¿no creen?
—Muy buena —respondió Bucky susurrando igual— es Indiana Jones, obviamente iba a serlo.
—Ohh... ¿un fanático acaso?
—Lo estás viendo con tus propios ojos —confirmó Bucky con una risita— es mi saga favorita.
— ¿En serio? —cuestionó alzando las cejas con sorpresa— ¡La mía igual!
— ¡¿Qué?!
— ¡Sii! Dios, es tan bueno encontrar a alguien que aprecie el buen cine.
—Ni que lo digas.
—Si, ni que lo digas. —dijo ahora Steve de manera sarcástica— Oigan, ¿pueden callarse? Algunos intentamos ver la película.
—Lo siento, tienes razón Steve. —concordó Sam acomodándose en su lugar.
El silencio no duró lo que Steve hubiera querido porque las risitas silenciosas y murmullos entre Sam y Bucky no dejaron de escucharse en lo que restaba de la película.
Al terminar la cinta, los tres se levantaron y acomodaron las cosas en la cesta que Steve había traído y se dirigieron a los dormitorios para prepararse para el día siguiente.
Sam se despidió de ambos y Steve casi azota la puerta para cerrarla si no es porque recordó que había personas dormidas a esas horas.
Ya acostados, Bucky suelta un comentario desde la cama de abajo.
—No puedo creer que también le guste Indiana Jones.
El ceño de Steve se frunce ligeramente y solo atina a hacer un sonido afirmativo con la boca.
—Mhmm.
—Es increíble, ¿no crees? Como si el destino quisiera que él fuera para mi.
—Si, creo que si. —murmuró en la oscuridad con una punzada en el pecho.
—Hasta mañana, Steve. —dijo girándose para dormir mirando hacia la pared.
Bucky al no recibir una respuesta, decidió cerrar los ojos y dejarse vencer por el sueño.
Por otro lado, Steve después de unos minutos contemplando el techo en la oscuridad, finalmente susurró:
—A mi también me gusta Indiana Jones, Buck.
Fue lo último que dijo Steve antes de dormir, aún con la sensación de su corazón oprimiéndose en su pecho y la sangre hirviendo.
Este capítulo me sonó muy fuerte a You Are In Love de la rubia. Espero y les haya gustado al igual que la música que elegí para escribirlo ;) No se olviden de leer, votar y comentar.
Nos leemos luego <3
—stuckyftlarry ✪
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One Month to Fall | Stucky
FanfictionBucky está perdidamente enamorado de Sam Wilson y no sabe como conquistarlo. Hasta que su mejor amigo Steve Rogers, el atractivo capitán del equipo de fútbol americano, le enseña como hacerlo. [20/07/2023 -> #31 stucky] . . . .