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La música siempre es una vía de escape efectiva para cuando JiMin tiene pensamientos que lo agobian. Desde pequeño, decidió que su vida estaba en los escenarios frente a muchas personas que lo vieran bailar, justo como ahora. Y aunque ha hecho esto miles de veces en su vida, cuando los ojos oscuros y penetrantes de su novio se toman el tiempo de verlo, se siente el más torpe pero a la vez el más afortunado.

Mientras el rubio se desliza libremente sobre el escenario ejecutando su presentación de contemporáneo, JungKook lo observa expectante desde la primera fila como siempre lo ha hecho desde que formalizaron su relación. Es un verdadero deleite y le resulta demasiado exquisito la forma en que JiMin ejecuta sus movimientos tan delicados. Una razón más para estar tan enamorado de él que no le cabe en el corazón.

El traje blanco que usa el rubio le hace ver hermoso en demasía, quizá eso es algo que JungKook no soporta, porque piensa que para los ojos de los demás puede ser demasiado llamativo o provocativo. Pero no puede culpar a JiMin por eso, pues su naturaleza grita sensualidad por todas partes, además, es coqueto y eso no lo puede evitar. De otra forma, tal vez ni siquiera le hubiese aceptado el trago en el bar hace siete meses atrás. Jamás olvidará ese día, aunque sólo fueron unos cuantos tragos y una pequeña plática. Claro que ambos se deseaban y sus corazones palpitaban en igual medida. Sus pensamientos eran los mismos, pero JungKook, sobre todo, decidió mantenerse al margen. Supo desde que lo vio que ese rubio no era sólo una noche de sexo o una relación casual. No. Él quería todo con JiMin, una vida juntos si era posible. Y lo más probable es que éste comparte el mismo pensamiento, pero hay días en los que duda de su relación pese a que sólo ha sido medio año.

Como cualquier pareja han tenido discusiones, pero JiMin no sabe qué tan normal es pelear una o dos veces por semana. Está seguro de amar a JungKook con todas sus fuerzas, lo ha hecho feliz. Ha sido cariñoso y atento, pero algo no está bien.

Tal vez el mayor sí era demasiado celoso, pero ahora debería reconocerle que está aguantando que muchas miradas inspeccionen de más a su novio. Es su noche y no debe arruinársela. Sólo puede levantarse y aplaudir fuertemente al tiempo que le lanza un beso al aire para que lo atrape... yasí lo hace. Incluso con esos metros que los separan, sus miradas se conectan en complicidad, se dedican muchos te amos que logran enviar con telepatía, pero JungKook es quien le envía su apoyo total y le expresa su orgullo a través de esa sonrisa de conejo que le hace ver como él ser más encantador y dulce de este mundo.

No.

Ese pelinegro tiene buenos sentimientos. JiMin piensa que se equivocaba con él, jamás va a dejarlo, porque lo ama... porque JungKook lo ama con mucha intensidad y es por eso que le demuestra sus celos. Porque ninguno de los dos quiere terminar lo que tienen. Ambos sienten que fue amor a primera vista aquella noche en ese bar. Nada es coincidencia. Eso fue destino. El universo uniéndolos. Y ahora que están juntos se encargarán de estarlo siempre.

Fue otra presentación exitosa para el estudio de baile Just Dance. Como siempre, abarrotaron las entradas y la gente no dejó de aplaudir y expresar asombro. Sus miradas siempre estuvieron puestas en el bailarín principal; Park JiMin. Se ha hecho de su propia popularidad en el mundo del baile en la ciudad de Seúl y, aunque él no lo sabe, en otras ciudades de Corea del Sur ya lo han estado observando. Poco a poco escala su propia montaña y es justo lo que ha querido. No planea usar el nombre de su padre ni mucho menos el de su familia para conseguir lo suyo, es por eso que se mantiene en el anonimato. Todo lo que tiene es gracias a su esfuerzo y no por su apellido.

Ghostin (Kookmin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora