Ghostin (Kookmin)

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ADVERTENCIA

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Tráfico infantil.

Leer bajo su responsabilidad.

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21 años atrás...

Busan...

Las cosas no le favorecían en ese momento a NamJoon después de que fue capturado y llevado de vuelta a donde había partido. Pero lo más importante para él era el hecho de que JungKook, su hermano menor, había escapado con SooBin y el resto de los niños. Ahora, mientras lo golpean con un cinturón, reza por qué no los encuentren y puedan llegar al pueblo más cercano. No importa si a él lo lastiman y tiene que quedarse en este lugar o, peor aún, ser vendido a un pedófilo hijo de puta, mientras su conejín esté libre de este maldito infierno.

Después de un rato lo bañaron con agua fría y lo encerraron en un cuarto completamente solo, sin derecho a comida, sin derecho a nada. Lo único que podía hacer era pensar en su hermano pequeño y en SooBin, de no haber sido por él no estarían lejos ahora.

Las horas comenzaron a pasar, no sabía exactamente cuántas, pero tenía la sospecha de que habían pasado aproximadamente dos días en los que estuvo acostado sobre el suelo abrazando sus propios pies. Naturalmente tenía hambre, pero después de un rato se le olvidaba y su pequeño conejín volvía a sus pensamientos.

Pasó más tiempo de manera impasible. La pasaba dormido, aguantando y pensando. De vez en cuando escuchaba ruidos fuera del pasillo y pensaba que tal vez le llevaban comida o, en su defecto, iban por él para venderlo. Pero ninguna de las dos sucedía.

Una noche escuchó muchas pisadas fuera de la habitación, creyó que era lo mismo de siempre, hasta que la puerta fue abierta bruscamente. Lo único que pudo hacer fue echarse para atrás y pedir que no le hicieran nada.

—Tranquilo, vengo a rescatarte— se escuchó una voz juvenil.

A través de la mascara se mostraba una mirada felina que lo observaba con mucha compasión. Por alguna razón sintió que debía confiar en él, así que se acercó cautelosamente y enseguida aquel hombre se puso de espaldas para que subiera ahí y así pudiese cargarlo. Lo último que recuerda haber visto fue a todos los niños saliendo acompañados de hombres que vestían exactamente igual y todos llevaba armas en sus manos. Cayó desmayado cuando sintió que lo acostaban sobre algo suave y después lo cubrían con una manta. Posterior a eso todo se volvió oscuro.

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Pasaron varios días hasta que NamJoon pudo despertar del profundo sueño en el que había caído. Cuando abrió sus ojos vio que estaba conectado a un suero intravenoso y a una máquina que medía sus latidos. Por primera vez en muchos años sentía la calefacción de una habitación.

Minutos después de despertar entró un chico pálido y de cabello largo oscuro. Parecía que estaba cansado y traía consigo una bandeja llena de comida. Se miraron mutuamente hasta que éste rompió el silencio.