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Todo el remolino de recuerdos se convirtió en un tornado que llevaba una mezcla de emoción, dolor, tristeza, decepción, amor, felicidad y un tanto más que JiMin no sabría cómo explicar. Como era de esperarse, la noticia le provocó un desmayo dejándolo completamente a merced de los brazos de JungKook que lo sostuvieron con fuerza. Lo recostó encima de él sobre el sillón de la estancia y dejaba pequeñas caricias sobre su cabellera dorada y su espalda.

NamJoon revisó sus signos vitales y todo estaba bien, sólo necesitaba descansar un poco, después de todo, ha experimentado un sinfín de emociones durante cinco años largos y tortuosos creyendo en una realidad y sin la más mínima esperanza que conservar, y amando a JungKook tan intensamente como el primer día. Fue ahí que se dio cuenta de todo lo que se desató intentando salvar al pelinegro del vacío en el que estaba cayendo. Lo supusieron mal, eso era evidente. Creyeron que con el tiempo sanaría las heridas y avanzaría por su cuenta, después de todo, ninguno de los dos se estaba haciendo bien ese momento, pero ahora saben que era el tipo de relación que llevaban y que no estaban listos. Ninguno de los dos se hirió intencionalmente y hasta ahora eso es lo único que podía mantenerlos con vida.

—Creo que nunca debí irme de este modo, sólo... sólo debí marcharme y no decirle nada— se culpó JungKook sin dejar de acariciar a su rubio.

—De cualquier forma él te habría buscado— respondió NamJoon— Ya te había dicho; nuestra labor es de muchos sacrificios, por eso ninguno de nosotros tiene familia ni nadie por quien vivir. Sólo tenemos el propósito de salvar a esos niños y a esas personas para que no tengan la misma suerte podrida que nosotros tuvimos— terminó de explicar con la mirada hacia abajo.

Hasta este momento y pese a los años de conocerlo, JungKook aún desconoce muchos detalles de la vida de NamJoon y tampoco ha querido preguntarle, pero está consciente de que sí tuvo una vida complicada y que todo eso lo llevó hasta donde estaba; líder de la PMH. Y ha escuchado en varias ocasiones que es el mejor que han tenido a lo largo de su historia. Su inteligencia y su capacidad para desarrollar estrategias de ataque son algo que impulsó a esa organización para tener el éxito que tiene hasta ahora. Obviamente es una corporación secreta, porque de ese modo pueden mantener un bajo perfil y su seguridad, claro está. Ninguno de los agentes ha contemplado llevar una vida normal, al menos hasta que se jubilen, pero aun así, sus años de juventud los invirtieron salvando vidas alrededor del mundo. JungKook, personalmente, tenía ese propósito. Al ver que JiMin iniciaba una nueva vida, pensó... de verdad pensó, que no le haría daño que él se pasara por muerto. Con sus inseguridades, la maldita depresión, sus adicciones y todos los traumas que traía encima, le hicieron pensar que JiMin no lo extrañaría.

Por otro lado, NamJoon pensó lo mismo y el propósito principal era salvar a JungKook y brindarle un apoyo para que pudiese empezar dese cero, sin ataduras y sin complicaciones. Ahora también se sentía culpable por el chico, porque sabía que era una gran persona, igual a su padre.

—Aun así no se merecía todo esto— insistió dejando un beso sobre la cabellera de JiMin— Necesitaba una vida tranquila y ese chico se la daba. Incluso le quite eso que tenía.

—No es tu culpa, Kook— consoló NamJoon— Tú sólo querías recuperarte. Y sé que en parte lo hiciste por él— le dedicó una mirada tranquilizadora— Estoy seguro que va a entenderte porque te ama demasiado. De alguna u otra forma, quizá, ustedes están destinados a estar juntos. Ni siquiera la muerte pudo separarlos.

Ghostin (Kookmin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora