Ghostin (Kookmin)

🌹39🌹

🌹🌹🌹🌹

—Tuvimos que realizar una transfusión sanguínea de emergencia. Por fortuna, llegó un donante con su mismo tipo de sangre justo a tiempo. Además, el paciente tiene buena condición y es muy saludable, eso contribuyó mucho a la hora de la operación— explicó el doctor.

—¿Habrá secuelas? —preguntó Suga.

—Sólo temporales, debido a su estado de salud actual, es posible que los tejidos dañados se regeneren más pronto de lo que esperamos. Por fortuna ninguna bala llegó a los órganos vitales, sólo dañó un poco de músculo, pero estará bien.

—¿Puedo pasar a verlo? —preguntó JiMin.

—Por ahora su esposo está bajo los efectos de la anestesia y estará un momento en terapia intensiva. En cuanto lo lleven a piso, vendrán por usted para que pueda verlo.

—Le agradezco mucho, doctor.

Todos hicieron una reverencia larga.

—Nada que agradecer, joven. Es mi deber.

Después de eso, se encaminó por el pasillo hasta que desapareció en una esquina. Mientras que JiMin se había dejado caer sobre la banca intentando calmar a sus emociones que aún iban y venían con velocidad.

—¿Por qué no vas a descansar un poco, pequeño? —se acercó Suga.

—No quiero— hizo un pequeño puchero— Quiero estar aquí cuando Kookie despierte.

—Pero debes cambiarte de ropa, JiMinie— intervino Hobi.

El rubio bajó la vista y por fin fue consciente de la enorme mancha de sangre que estaba sobre su suéter blanco, pero eso ya ni siquiera le causaba molestia. Lo único que quería era ver a JungKook y estar con él.

—No quiero— negó con la cabeza.

—Yo puedo traerle ropa— se ofreció TaeHyung— Hobi, acompáñame.

Evidentemente Suga debía quedarse a cuidar de JiMin, no iba negarse a hacerlo, pero tenía un pequeño cosquilleo en su estómago y una necesidad de querer acompañar a TaeHyung. No era como que tuviera celos de Hobi, pero desearía poder ocupar su lugar en este preciso momento.

Aquellos pensamientos se esfumaron cuando sintió una mano de TaeHyung rozar con la suya de manera intencional, fue como una caricia tranquilizadora que también despertó a sus sentidos. Con eso fue más que suficiente para quedarse completamente tranquilo en su trabajo.

Se sentó a un lado de JiMin y lo incitó a que se recostara sobre sus muslos. Comenzó a tratarlo como si fuese su hermano pequeño y el chico se dejó hacer por esas sutiles caricias relajantes sobre su cabellera.

Suga tampoco podía inmutarse en demostrarle a JiMin lo mucho que lo quería. En todo este tiempo, jamás sintió tanto afecto por alguna persona que estuviese cuidando. Ese sentimiento sólo lo había desarrollado por tres personas en específico; primeramente, JungKook. Segundo, JiMin. Y tercero, TaeHyung. Nunca pudo confiar en las personas, al menos no lo suficiente como para llamarlos familia. Sólo ellos tres entraban dentro de su pequeño círculo de confianza. Sólo podía tener sentimientos hacia ellos. Nadie más.

—Duerme un poco— le dijo— Prometo que te despertaré cuando vengan por ti.

—De acuerdo— suspiró— Tenías razón, YoonGi-hyung... JungKook es muy fuerte— habló con voz adormilada.