Ghostin (Kookmin)

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Actualidad...

JungKook se sentía como un niño pequeño estando a lado de NamJoon. Se habían sentado sobre el sillón para poder conversar tranquilamente sobre todo lo que aconteció en estos años. Para el pelinegro fue un alivio saber que rescataron a su hermano poco después de que él se escapó con SooBin. Siempre había pensado en las peores cosas desde aquel día, incluso tuvo pesadillas con ello y fue aún más difícil tener que enfrentarse a todo eso solo.

Lo que le resulta completamente impresionante es que Suga lo haya rescatado y que también haya sido quien lo entrenó, pero algo que le inquietaba era el hecho de que siempre supo la verdad y que incluso fue él quien se encargó de buscarlo personalmente. Como haya sido, le alegra que ahora las cosas están bien y que puede disfrutar de su hermano, aunque sea bajo esta situación medianamente complicada.

—¿Estarás en mi boda? —preguntó JungKook con ojos brillantes.

—Por supuesto, no me la perderé por nada del mundo— sonrió satisfecho— ¿Qué esperas para pedirme que sea tu padrino?

—Justamente a eso venía... y supongo que no te negarás.

—Sabes que no— lo tomó de una mano— A partir de ahora estaré contigo a cada paso que des, aunque ahora formarás tu propia familia, yo también cuidaré de ellos.

—Muchas gracias, hyung— se acercó para abrazarlo.

NamJoon sintió algo especial al ser llamado "hyung" de nueva cuenta. Pasaron muchos años extrañando a su hermano con el vívido recuerdo de la última vez que lo llamó así. Aunque los años transcurrieron lentamente y con muchas complicaciones, al final las malas circunstancias no pudieron separarlos. Ni siquiera sus padres.

—¿Sabes que mamá y papá murieron por sobredosis? —preguntó NamJoon.

—No, pero sabía que están muertos. Con eso me bastaba— negó con tono seco— Y no me interesa nada de esos señores.

—Realmente a mí tampoco— consoló— pero quería decírtelo.

—Bueno, ellos ya murieron, así que ya no son relevantes en nuestra vida— atacó despectivamente— Ellos nos arruinaron, de no haber sido por las buenas personas que encontramos en nuestro camino, tú y yo no estaríamos vivos.

—Yo lo sé— lo rodeó por los hombros— No te alteres, tranquilo— sonrió sereno— Son parte de nuestro pasado, ahora miremos hacia enfrente... vas a casarte y sólo enfócate en ello y en ser feliz a lado de JiMin y de tu hijo.

JungKook sonrió enamorado y bajó la vista pensando en su lindo rubio de ojos color miel y en su pequeño YeonJun. Ellos eran su nueva familia y le emocionaba saber que NamJoon, su hermano mayor, estará presente para acompañarlo en ese momento tan importante. Aunque también pensaba en él y la forma en la que llevaba su vida, es decir, es evidente que siempre ha estado solo y que se ha dedicado completamente a su profesión. También sería bueno que se diera la oportunidad de ser feliz.

—¿Y qué me dices de ti? —también lo abrazó— ¿Hay alguien que te interese? —lo miró con picardía.

Era una pregunta bastante inesperada viniendo de JungKook y no pudo evitar sentirse nervioso, porque evidentemente sí había alguien especial en su vida. Todo este tiempo han sido un sinfín de emociones que vienen y van dejándolo sin aliento y con muchas incógnitas en su interior. Realmente y pese a sus treinta y un años de edad, está experimentando emociones nuevas. Aunque ha conocido y trabajado con muchas personas, jamás sintió tanta atracción por alguien. Además, siempre fue bueno disfrazando sus emociones verdaderas hasta que cierta persona apareció en su vida.