Ghostin (Kookmin)

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Los días de descanso de JungKook por fin llegaron, pero con muchas emociones de por medio. Lo primero que hizo fue visitar a YeonJun en el albergue que, afortunadamente, lo habían trasladado a uno de Corea para que comenzara a tomar clases de preescolar con otros niños. JungKook se sintió muy bien al saber que estaba avanzando y que cada vez mejoraba. Ahora volvía a ser un niño alegre, con vida y un espíritu libre.

La psicóloga le informó que tenía sus pequeños episodios de crisis, pero que hasta ahora no había sido nada grave. También le dijo que el pequeño ya lo veía como una figura paterna y como un refugio. Lo mejor para YeonJun era iniciar una vida de familia donde pueda crecer y terminar de sanar. JungKook también quería lo mismo para él, sólo debía ordenar todo el lío que creó y si bien le iba podría tener la familia que siempre soñó. Si las cosas no salen como las planea, de igual forma, adoptará a YeonJun y cuidará de él para siempre. Se merece una vida feliz a lado de un papá sano y que lo ame con locura.

En cuanto dejó el albergue fue directamente a la corporación para reportarse y para comenzar con el primer paso de su plan. Estaba consciente de que podía ser bastante complicado tratar esto con NamJoon, además, en parte sentía que lo estaba traicionando después de todo lo que hizo por él. Claro está que siempre le va a agradecer la oportunidad, sin embargo, debe escuchar a los latidos de su corazón e intentar remediar el sufrimiento por el que hizo pasar a JiMin.

Cuando entró a la oficina, lo hizo sin la delicadeza de preguntar o saludar. Se llevó una sorpresa al encontrar a Park SeokJin sentado frente al escritorio de NamJoon, eso le hizo sentir nervioso y por la forma en que el mayor de los tres lo miraba, supuso que quizá estaba al tanto de todo.

—Necesito una audiencia contigo, RM— pidió con timidez.

—¿Sobre qué? —lo miró con ojos curiosos.

JungKook miró en dirección a SeokJin quien no le había quitado los ojos de encima. No supo cómo reaccionar, sólo vaciló un rato en su lugar esperando a que el candidato se retirara, sin embargo, parecía que no tenía intenciones de hacerlo.

—¿Es urgente? —volvió a interrogar NamJoon.

El silencio volvió a esparcirse por la oficina al igual que la tensión entre los tres. SeokJin también quería hablar con JungKook de temas evidentes y por eso no se movía de su lugar, porque tal vez este sería el único momento que tendría para hacerlo con calma. Pero antes tenía intriga por saber a qué había venido exactamente.

—Sí, lo es— balbuceo y bajó la mirada.

—Entonces... dilo— lo incitó.

De igual forma esto terminaba por involucrar al candidato, así que no tenía mucho de que avergonzarse. En algún momento del pasado estuvo consciente de que debía enfrentarse al padre de JiMin si quería hacer las cosas bien. Tal parecía que ese momento había llegado.

—Vengo a solicitar mi retiro de la PMH— dijo sin más— Quiero jubilarme.

—¿Esto es por JiMin? —pregunta SeokJin sin un gramo de sutileza.

Las mejillas de JungKook se sonrojaron al tiempo que caminaba hacia el interior de la oficina. Se recargó sobre un mueble mirando sus pies en el proceso y vacilando un poco antes de responder.

—En cierta parte... es por él— se sinceró— y porque alguien más me necesita.

—¿YeonJun? —preguntó NamJoon.