🌹Extra 2🌹

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Días complicados.

Con muchas dudas surgiendo y desapareciendo.

El tiempo corría y parecía que lo hacía lentamente, sin ningún tipo de premura como si dos personas no estuviesen a la expectativa de todo lo que podría suceder.

Después del primer año de SeokJin en la presidencia de Corea, hubo complicaciones, bastante absurdas a decir verdad. NamJoon ya gozaba de una muy buena reputación dentro de la corporación. Y había tenido mucho trabajo por hacer en esos últimos meses. El hecho de que JungKook y Suga se hubiesen marchado casi al mismo tiempo, lo dejó con mucho trabajo de por medio e incluso tuvo que encargarse de varias misiones personalmente, algo que reducía a nada su poco tiempo personal. Aunque al principio SeokJin tuvo que aceptarlo y adaptarse a ese nuevo ritmo de vida, con el tiempo comenzó a sentirse inseguro, porque en seis meses sólo pudo ver a NamJoon una vez... sólo una maldita vez y para cuando creía que tendrían más tiempo juntos, lo vio pasar muchos ratos con una de las agentes más importantes que residía en los Estados Unidos, pero que, curiosamente, decidió mudarse a Corea.

Hwang SoYoon era su nombre y era muy reconocida en la organización mundial. Una potencial candidata para tomar el lugar de líder, pero esa no era la única razón por la cual se había mudado a Corea, ni mucho menos por la cual pasaba todo el tiempo pegada a NamJoon.

Fue inevitable que SeokJin supiera de todos los movimientos, así como también fue inevitable que los celos lo invadieran. A veces sentía que era el menor de la relación, porque NamJoon actuaba con más madurez y sensatez. Aunque lo intentó no pudo evitar perder la cabeza con SoYoon. No hizo mucho, realmente, pero su molestia fue evidente y con eso se encendieron las luces rojas para la pareja.

Cuando creyeron que quizá las cosas estaban hechas y que todo se daba por terminado, NamJoon tuvo que actuar rápido y de manera inconsciente; una noche llegó a la mansión Park sin avisar y sin permiso. Entró como si fuera el dueño de la casa y se metió a las sábanas de SeokJin para no salir de ahí en toda la noche y parte de la mañana del día siguiente.

Tuvieron una larga charla donde NamJoon le aseguró que no gustaba de SoYoon y que no debía preocuparse por nada. Sin que SeokJin lo pidiera, los cambios fueron notorios. Ahora pasaban más tiempo juntos con el pretexto del trabajo, algo que les provocaba mucho desgaste, pero al final del día eran felices porque se tenían el uno para el otro.

Fue así como lograron superar esa racha de malos entendidos y desde entonces han logrado avanzar. Todavía existían esos celos de por medio, pero aprendieron a manejarlo, porque incluso el mismo NamJoon se sentía intimidado cada vez que alguna mujer u hombre se acercaban al hermoso presidente de Corea con evidentes intenciones. Como sea, sus ojos siempre se buscaban y terminaban por encontrarse.

Nada podía contra ellos.

Así que, algunas tardes de fin de semana, se dedicaban tiempo de calidad y hacían cosas simples, aunque no a la vista del público. Hoy disfrutaban de un delicioso picnic en el jardín trasero de la mansión Park, con nadie curioseando más que el ama de llaves y el mayordomo que eran de suma confianza. De cualquier forma, aunque el equipo de seguridad pudiese verlos, ellos no hablarían, porque era como si no viesen absolutamente nada. Se podría decir que al menos en este lugar estaban seguros.

Jin descansaba en el regazo de NamJoon mientras éste leía su libro favorito. Amaba su cerebro, de eso no tenía duda, incluso podía asegurar que le excitaba cuando sacaba a relucir su inteligencia. Un fetiche, quizá, muy raro, pero que no podía controlar, porque era como un instinto natural.

Ghostin (Kookmin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora