XXIII.

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Dos días después. Calabozo, Piso 10. 7 A.M

Cenizas.

Solo eso permanecía en la escena. Lo que antes habían sido feroces monstruos ahora desaparecian a través de los pasillos rocosos como rocío en las flores.

Naruto tomó asiento en una incómoda e fría roca que sobresalía del suelo. El muchacho dió un leve suspiro ignorando el pequeño, molesto, y penetrante palabrería que Puck susurraba a su oreja izquierda.

El espíritu, como siempre, yacía sobre uno de los hombros del muchacho disfrutando de todo espectáculo en primer persona. Algunas veces, permanecía sobre la cabeza teñida del muchacho, tirando de sus cabellos, o intentando molestarlo de alguna o otra forma.

- Oh no, mirenme. Soy Naruto. Soy un chico frío sentando de forma melancólica recordando mi día a día tratando de actuar de forma cool- mencionó Puck.

Naruto tuvo un tic en uno de sus ojos.

- (Vete a la mierda. Yo no actuó así)-

Naruto se levantó de su lugar comenzado a adentrarse en aquellos pasillos repletos de niebla.

Aquella niebla era perfecta para los Aventureros especializados en ataques rápidos, o asesinatos. Una niebla que Naruto no usaba a su favor debido a su armadura. Bueno, son cosas que suceden cuando usas una armadura que resuena a lo largo y ancho con cada paso dado.

- Yo solo quería dormir más-

- (Pues hazlo)-

- No es lo mismo aquí que en mi camita toda suavecita- se quejo Puck.

¿La razón por la que ambos se hallaban allí, en el piso 10, solos, y a esa hora? Pues, la rutina de entrenamiento de Naruto había aumentado debido a este último.

Hace dos días, cuando Aiz Wallen lo que sea, y Bell se habían visto, el par pareció llevarse muy bien que digamos. Lo suficiente como para que la Aventurera de la Familia Loki le propusiera a Bell ayudarlo a entrenar.

Esto sería un secreto entre ambos, pero entre hermanos no había secretos. Así que, Bell fue corriendo de inmediato a contarle a su hermano menor sobre lo que sería su nuevo entrenamiento.

- (Aún así, es muy extraño que decida ayudarlo de la nada)- pensó Naruto con la imagen de Aiz en su cabeza-. (Algo no me cuadra)-

- ¿Y si quiere robarle sus órganos y venderlos en el mercado negro?- musitó Puck una posibilidad-. ¿Qué...?- preguntó ante la mirada del rubio-. Así le dijieron a mi hermano, y terminé lleno de sobrinos-

X~X~X

Calabozo, Piso 10. 30 minutos después.

Emitiendo un grito desgarrador, el monstruo diablillo, <Imp>, se dirigió hacia el aventurero.

Su cuerpo era de color negro. En su cabeza crecía un agudo cuerno que estaba ligeramente hinchado. Era un tanto desequilibrado con su cuerpo delgado.

Sin embargo, sus acciones eran rápidas y afiladas, traicionando completamente su apariencia exterior. Incluso tenia garras de gancho y una cola delgada. Con todo ello trabajando juntos, sus movimientos parecia estar distorsionados.

Otros dos <Imp> se preparaban para atacar a Naruto por sus costados.

Aquel que venía de frente, valiente y estúpido al mismo tiempo, abrió su boca mostrando aquellos filosos dientes que podrían arrancarte una extremidad de un bocado si te distrias.

¡Geheeeee!

El monstruo soltó un alarido de dolor cuando su rostro choco de frente con un puñetazo contra su dentadura, sacándole a volar varios dientes.

¡Fush!

Naruto dió un giro de 360 grados mientras balanceaba su espada cortando las cabezas de los dos enemigos restantes.

El muchacho dejo escapar una sonrisa teticra mientras se giraba lentamente hacia el <Imp> restante, quien se hallaba sosteniéndose la nariz y quijada partidas.

Ante aquellos ojos rojos observándolo, el monstruo se levantó del suelo rápidamente para emprender huida, usando la niebla a su favor.

El suelo estaba cubierto de malezas, cada camino y cada habitación era significativamente más grande que antes. También, aquella niebla blanca lechosa constantemente no ayudaba con la visión.

Aquellos monstruos, <Imp>, podrían parecerse a los <Goblins>, sin embargo eran más astutos que estos últimos. Más inteligentes. Jamás atacaban solos. Siempre en manadas utilizando artimañas y los números a su favor. Según las voces con más experiencias, era más difícil lidiar con un grupo de <Imp> que hacerle frente a un <Ogro>.

- No era el último- mencionó Puck con su mirada fija por donde había huido la presa, intentando ver más allá de aquella molesta niebla.

Estaba rodeado.

Podía escucharlo y sentirlo.

Un grupo de <Imp> lo había encerrado dentro de un círculo, estando él en el medio. No se quedaban quietos. El sonido de la hierba siendo pisada se podía escuchar, e incluso el característico ruido del relamido de labios. Seguramente, algunos pensando que hoy comerían carne humana.

¡Fush!

Un <Imp> salió de la niebla yendo directo hacia el aventurero por su punto ciego, las espaldas.

En medio del aire, Naruto atrapó al monstruo por el rostro dejándole inmóvil.

Los ojos del pequeño ser oscuro solo pudieron ver como aquel humano abría la boca y la llevaba directamente hacia él.

¡GIIIHAAAAAA!

El monstruo soltó un enorme alarido de dolor cuando Naruto mordió su rostro arrancando piel y carne de un tirón.

Al ver aquella escena, la expresión divertida que oscilaba la cara de Puck siempre, se esfumó. Abriendo paso... A una sonrisa de exitación y goce.

La espada del aventurero soltó pequeñas llamas.

Y tras un grito más...

Todo fue fuego y cenizas.

Fin del capítulo.

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 Si fue así votando, comentando, y poniendo el fic en sus listas me ayudan muchísimo

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El final de este capítulo deja en claro que Puck no es lo que parece. Capítulos atrás se menciona que este pequeño ser fue encerrado por cierta razón en el pasado. Solo queda esperar a ver por qué fue.

¿250 votos para el próximo?

¡Seguidme si no lo estás, y únete a esta familia de aventureros! Los invito a pasarse a leer mis demás historias~

Nos vemos en el próximo capítulo.

Bye-bye~

Espadachín Negro.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora