ℕ𝔼𝕏𝕋

780 161 7
                                    

📆 ALGUNOS AÑOS ANTES

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

📆 ALGUNOS AÑOS ANTES

📍MADRID

Antes siquiera de que sus pies tocaran el suelo, los dedos de Marc estaban entrelazados con los suyos. Le sonrió, agarrándose bien fuerte a ellos, dándole igual los flashes de los periodistas que los rodeaban. Caminaron los pocos pasos que les separaban de las escalinatas del hotel, y nada más entrar en él, los recibieron los anfitriones deshaciéndose en elogios hacia ellos. Había un photocall unos metros más adelante. Algo ineludible que tenían que hacer.

-¿Nerviosa? -Marc se acercó a su oído susurrándole un par de palabras tranquilizadoras para que ella dejara de estarlo.

-Un poco. Ya sabes que no me acostumbro a esto -Alba apoyó su mano en su hombro y dejó que los fotógrafos les hicieran multitud de fotos, además de hacerles preguntas sumamente incómodas, como el tema de los hijos. Que se ve que era una obsesión de la prensa.

-Démosles lo que quieren y ya está -Marc besó su mejilla y posó con soltura para las cámaras.

Unos minutos después, ambos abandonaron esa zona de la prensa, adentrándose en la recepción. Hoy se celebraba el evento anual deportivo del deporte peninsular que patrocinaba el hotel. A partir del patio, la prensa no estaba invitada. Algo que los invitados agradecían pues la reunión era bastante distendida y casual.

Saludaron a unos cuantos conocidos, los cuales felicitaban a Marc por el sub-campeonato de ese año. Para él, haberlo conseguido era un gran logro, pues su temporada había sido nefasta y después de su luna de miel, anunció que dejaba el equipo Honda para irse a otra escudería y así buscar nuevos retos profesionales. Ahora lo que él quería, era divertirse competiendo y disfrutar de su gran pasión, las motos. Alba, a su vez, recibía los elogios durante los circuitos, pues su primera temporada trabajando con Michelin, había sido todo un éxito, lo que le había llevado a renovar su contrato.

-Mira, allí están Carlos y Karisa -Marc les señaló a la pareja, la cual estaban junto a una de las fuentes del jardín.

Se acercaron a ellos y se saludaron con los consabidos dos besos. Las chicas, algo más efusivas y cariñosas, pues, al vivir las dos en Madrid, y dada la situación de Karisa, habían desarrollado una amistad que crecía cada día a pasos agigantados.

-¿Cómo estás? -le preguntó Alba a la castaña agarrándola de la mano.

-Cansada. Casi no duermo bien por la noche. Pero feliz -se evidencia en su rostro que lo era. Y también en el de Carlos, quien la miraba embobado perdido sin poder esconder lo mucho que la amaba- ¿y tú?

-Descansando, por fin. Darle de comer a tantas personas agota. Y más si se mueren por el chocolate.

Ambas chicas compartieron las últimas noticias que les habían ocurrido y quedaron en verse esa semana para ponerse al día. Carlos, a su vez, citaba a Marc para ir a jugar al golf, ya que la temporada de Fórmula Uno también había finalizado.

NARDIÁNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora