𓄴 15

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Nuevo día, pero las ganas de salir de sus respectivas habitaciones era nula. Después de lo hablado la noche anterior no querían encararse, Jeongin pensaba que el modelo le diría que él mismo iba a terminar con todo para no tener que seguir conviviendo. Hyunjin, por su parte, sentía que apenas saliera de la habitación el rubio iba a echarlo.

Sabían que no podían quedarse encerrados para siempre así que cerca de las 9 mañana los dos salieron encontrándose en el pasillo, desviaron sus miradas apenas sus ojos chocaron, tomaron su turno para bañarse y aunque no se dirigieron palabra alguna fueron a dar los dos a la cocina. Compartieron un ligero desayuno por cortesía del menor, y al estar frente a frente, éste notó las ojeras del alto.

— ¿Pasaste una mala noche?

— ¿Eh?

— Tus ojos — le apuntó — se ven algo cansados, tengo unos parches en mi habitación.

— Sí, gracias, tenía calor y por eso no podía dormir.

Mintió, la realidad era que se había leído toda la historia que le había compartido, desde el capítulo dos se había enganchado por lo que se fue de corrido. Se acostó cerca de las 3 de la madrugada, pero apenas tocó el pequeño colchón vinieron a su mente los recuerdos de la plática que había tenido horas atrás con el menor.

Él mismo le había pedido la libertad a Jeongin, pero no era lo suficientemente capaz de reconocer que la idea de alejarse de él hacía que su cabeza doliera al igual que su pecho.

— Sobre lo de ayer — el menor lo llamó a tierra.

— ¿Lo del papel que te ofrecieron?

— No.

— ¿Sobre mi primera vez?

— Tampoco, sobre lo que quieres que haga — jugó un poco con su tenedor — lo pensé y bueno, está bien si nosotros

— Olvídalo — interrumpió al menor.

— ¿Qué?

— Olvida eso que te dije, vamos a hacer esto como se debe, no quiero mi libertad ahora.

Eso había tomado por sorpresa al menor quien se le quedó viendo por largos segundos tratando de encontrar alguna pizca de mentira, pero no vio más que seguridad a través de sus ojos marrones.

— ¿Qué te hizo cambiar de opinión?

— No lo sé, pero estoy seguro de lo que te digo.

— Bueno.

En el momento le dio su voto de confianza pero trataría de averiguar por qué su repentino cambio. Ambos terminaron sus alimentos fueron a lavar lo que utilizaron, estaban ahí parados juntos, pero ninguno decía algo, solo se pasaban el detergente o la esponja, como si de una pareja casada se tratara.

— ¿Cuándo debes dar una respuesta Yang?

— ¿Sobre qué?

— Lo de la serie que te ofrecieron.

— No me dijeron, pero supongo que en unas tres semanas o un mes.

— ¿Por qué tanto?

— Supuestamente porque deben buscar al otro protagonista.

— Ya veo.

— ¿Por qué la duda?

— Simple cuiosidad.

— Bueno — lo observó dudoso — terminé, estaré en mi habitación acomodando mi ropa por si necesitas algo.

Secó sus manos en una pequeña franela mientras el otro seguía lavando su vaso.

𝐬𝐭𝐚𝐫 ҂ hyuninDonde viven las historias. Descúbrelo ahora