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— Buenos días — saludó el menor.

Ya es la segunda mañana que despierta con el pelinegro en su habitación, solo que esta vez estaba abrazándolo mientras tenía su rostro escondido en la abertura de su cuello.

— Hola.

— ¿Dormiste bien?

— Mjum, fue buena decisión no ir anoche, creo que dormimos mucho.

— 11 horas — contestó tranquilamente.

Pero esa calma se le fue al recordar que Hyunjin todavía tenía que asistir a su sesión de fotos y ya eran cerca de las 10 de la mañana por lo que se levantó de manera rápida.

— Ya es tarde, levántate.

— No, iré a eso de la 1 y será rápido, ayer por eso nos tardamos.

— Voy a preparar el desayuno — sonrió viendo como el otro seguía cerrando los ojos.

A pesar de que Jeongin seguía teniendo sus dudas sobre el por qué Hyunjin había regresado al departamento para irse a meter a su cama y dormir abrazados no le cuestionaría nada, sin embargo sentía una calidez inigualable, el hecho de pensar que lo prefirió a él antes que a una fiesta hacía vibrar su corazón.

Pero él en serio no quería ilusionarse.

En un rato más ya se encontraban desayunando en el pequeño comedor, Jeongin había preparado waffles, picó algo de fruta con un ligero licuado.

No hablaron de mucho, pero tampoco ocuparon su tiempo para discutir, solo eran ellos encerrados en ese lugar con un Hyunjin alagando las habilidades de cocina del menor, aceptando también que él era un asco para hacer eso, seguramente su cocina terminaría incendiada si él intentaba meter mano.

Las sonrisas compartidas se hicieron presentes, cuando el alto se marchó para comenzar a prepararse fue la oportunidad perfecta para que Jeongin se cuestionara desde cuándo se había vuelto una necesidad ver la sonrisa del contrario.

Se dio cuenta que todo se debía al contacto físico que compartieron desde un inicio, Jeongin, al contrario de Hyunjin, era fanático de todo lo que tuviera que ver con muestras de cariño que implicaran tacto, el afecto físico era algo que adoraba desde siempre, entonces el simple hecho de tomarse de las manos mientras caminaban por las calles de la ciudad, el poder besar las mejillas del alto o poder rozar sus narices y también dormir abrazados era factor para que comenzara a sentirse de esa manera.

Era un hecho que sus personalidades chocaban, que Hyunjin era muy grosero e insensible, pero poco a poco iba cayendo en cuenta en eso de "donde no te quieren te gusta estar", el rubio esperaba que eso se le pasara rápido porque las posibilidades de que el modelo pusiera verdaderamente sus ojos en él eran nulas, posiblemente prefería nadar con tiburones a declarar algún sentimiento amoroso. 

Por eso Jeongin no se iba esforzar, sabía que hablando de los sentimientos del pelinegro era meterse en un juego doloroso, donde el único dañado sería él, así que se iba a limitar a disfrutar el tiempo que le quedaba en esa relación falsa.

Salió de sus pensamientos para dirigirse a su habitación, el modelo lo invitó de nueva cuenta a su sesión fotográfica, almorzaron algo en camino al set y su compañía fue simplemente amena, compartían palabras y ya, el menor también invitó a Hyunjin para acompañarlo más tarde a su reunión de trabajo por lo que éste aceptó sin rechistar.   

— Ayer no te vi.

La fotógrafa ni siquiera se había tomado la molestia de saludarlos cuando ya casi estaba sobre el modelo apenas vio que entraba a la locación junto al actor. 

𝐬𝐭𝐚𝐫 ҂ hyuninDonde viven las historias. Descúbrelo ahora