Sυʂƚιƚυƚσ αƈƈιԃҽɳƚαʅ ραɾα ҽʅ Aʅϝα࿐

Capítulo 2. Despídete

Seis días para ir. Pienso, mirando la fecha marcada en mi calendario. Seis días hasta que descubra si mis sueños finalmente se harán realidad... o si tengo que idear un plan completamente diferente para mi vida.

No he pensado en nada más desde que Hoseok me inseminó la semana pasada, estoy tan ansioso por saber si dió resultado que ni siquiera he comenzado a procesar la traición de Yoongi.

Estoy tratando de mantener la cabeza fría, pero no puedo evitar imaginar mi futuro con este nuevo bebé. Por mucho que lo intente, me sorprendo soñando despierto constantemente. Incluso me encuentro tarareando mientras me preparo para el trabajo por la mañana.

Cuando llego a la propiedad de mi empleador en el barrio más exclusivo de la ciudad, soy recibido por dos vocecitas que gritaban mi nombre con entusiasmo.

—¡Jimin!

Lo siguiente que sé es que Jiwon, de 3 años, está abrazando mis piernas mientras su hermano mayor, Yejun, envuelve sus brazos alrededor de mi cintura. 

—¡Buenos días bolitas de amor!— exclamo, devolviendo sus abrazos. —¿Están listos para el museo?

—¡Sí!— Aplauden, salen corriendo por la puerta sin siquiera detenerse a ponerse los abrigos. Se necesita un poco de lucha para que vuelvan a entrar y se abriguen para el frío día de invierno, pero en poco tiempo salimos a la nieve.

Yejun corre delante de Jiwon y de mí, impaciente por llegar al museo de ciencias y sin darse cuenta de que las diminutas piernas de su hermano simplemente no se mueven tan rápido. Riendo, levanto a Jiwon en mis brazos y lo coloco en mi cadera. Dios mío, se estás volviendo demasiado grande para esto.

—Nuh-uh— Jiwon sonríe, —Eres demasiado pequeño.

Podría tener un punto. No tengo exactamente el tipo de construcción adecuada para levantar objetos pesados. Estoy en muy buena forma, pero nunca he sido particularmente fuerte. 

—Pequeño sabelotodo.— Bromeo, riéndome con el niño. 

Cuando vuelvo a mirar a Yejun, me doy cuenta de que se ha detenido unos metros delante de nosotros. Mi corazón da un vuelco cuando me doy cuenta del por qué. Estamos frente a la mansión Jeon, y su dueño está parado en medio de la acera, su mirada me quema mientras me acerco con Jiwon. 

Jeon Jungkook es el hombre más guapo que he visto en mi vida, pero también es uno de los más aterradores.

Con cabello oscuro y ojos verdes penetrantes, rasgos cincelados y un cuerpo tan musculoso que podría desmayarme, no parece justo que se vea tan bien y sea tan rico. Si no lo supiera mejor, podría pensar que es su riqueza o su imponente altura lo que lo hace tan intimidante. Sin embargo, no es ninguna de esas cosas, simplemente hay una cualidad indefinible sobre el hombre que no puedo identificar, una que grita peligro. 

Él emite esta energía que es tan cruda y animal que uno olvida que hay alguien más en la habitación. Tomando un respiro para calmarme, acorto la distancia entre nosotros para que Jiwon pueda saludar. 

Cuando él lo saluda, Jeon arrastra su atención de mi y le ofrece una sonrisa tan genuina que me llega al corazón. Mientras lo veo hablar con mis dos jóvenes protegidos, recuerdo lo que Hoseok me contó sobre sus problemas de infertilidad. 

Claramente ama a los niños, y siento una ola de empatía por él. si alguien sabe que es como anhelar una familia propia, soy yo.

Yejun le está mostrando su nuevo cohete de juguete, sacando la caja de fósforos de su bolsillo y demostrando lo lejos que puede volar. Con un gran empujón, envía el juguete deslizándose por el aire, solo para aterrizar en medio de la calle.