Sυʂƚιƚυƚσ αƈƈιԃҽɳƚαʅ ραɾα ҽʅ Aʅϝα࿐

Capítulo 21. Padre

Jungkook 

Creo que mi lobo se está volviendo loco.

Legítimamente.

No puedo entender qué diablos está pasando con él. Anoche, la amenaza contra Jimin hizo que mi corazón prácticamente se saliera de mi pecho, pero eso era de esperar. Lo que no era de esperar era lo molesto que se puso mi lobo cuando se dio cuenta de que Jimin había lavado mi olor. A pesar de lo que le dije, no tenía nada que ver con proteger nuestra tapadera y todo eso, tenía que ver con él lanzando una rabieta porque ya no estaba marcado por el olor.

Estar desnudo con Jimin era tanto una bendición como una maldición. Podría admirar felizmente su hermoso cuerpo durante todo el día, pero el contacto físico, íntimo, me emocionó un poco. Mis bolas estaban tan azules cuando mi lobo estuvo satisfecho que la única forma en que podía calmarme era escuchando los latidos del corazón del bebé. Fue un recordatorio importante para ser amable con él y me dio más alegría de la que puedo expresar.

Mi enlace mental con el cachorro es algo fugaz, y la mayoría de las veces todo lo que puedo escuchar son destellos de emoción. El bebé está feliz cuando escucha la voz de Jimin o me huele, le gusta más cuando estamos juntos, y la mayoría de las veces simplemente duerme. Aún así, el mero hecho de estar cerca me ha dado un nuevo aprecio por mi propio padre.

Nunca supe que era posible amar tanto a alguien a quien aún no habías conocido, y el poder del vínculo me asombra. Además, quiero que papá conozca a Jimin, ha tenido unos años difíciles y no puedo pensar en nada que lo haga más feliz que conocer al hermoso chico que traerá a su primer nieto.

Jimin se ve nervioso mientras el auto avanza a través del denso tráfico del mediodía. Todavía no le he dicho a quién va a conocer y me da la impresión de que no le gustan las sorpresas. Es un rompecabezas fascinante, este pequeño humano. 

Claramente acostumbrado a grandes dificultades y, sin embargo, también está acostumbrado a salirse con la suya. Supongo que después de una vida tan turbulenta, el control es algo indispensable para él, tanto que entra en pánico cuando se le escapa de las manos. 

¿Es terrible que disfrute tanto desequilibrarlo sabiendo lo que sé sobre su pasado? Jimin es tan lindo cuando se enoja, no puedo evitarlo.

Cuando el auto finalmente se detiene, parpadea y dirige sus bellos y brillantes ojos hacia mí. 

—¿Me lo dirás ahora?

—¿Tienes problemas?— me río, deslizándome fuera del auto y extendiendo mi mano para ayudarlo a hacer lo mismo, —Lo descubrirás muy pronto.

Jimin gruñe molesto por lo bajo mientras se pone en marcha por la calle, y lo tomo por la cintura, tirando de él bajo mi brazo, —¿Te gustaría decir eso un poco más fuerte?— entono desafiante.

—No.— responde con aspereza, —No dije nada.

—Sabes que tengo un oído sobrenatural, ¿verdad?— pregunto, viendo sus ojos agrandarse ansiosamente.

Procesa esto por un momento, luego entrecierra los ojos con sospecha. —¿Realmente pudiste escucharme?

—No esta vez.— lo admito, —Hiciste un buen trabajo murmurando.

—Entonces haré un buen trabajo en el futuro. también. 

Una sonrisa de escapa de mis labios y asiento en señal de aprobación de su decisión.

Lo conduzco al interior de la casa, empujo la pesada puerta sin detenerme a tocar. Mientras caminamos dentro del espacio familiar, me transporto a mi infancia, recordando haber caminado por estos mismos pasillos cuando era niño. No es tan lujosa como mi propiedad actual, pero sin duda es el lugar que considero mi hogar.