Capítulo 36. Noche de fiesta

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Jimin

—¡Hobi, esto es exactamente lo que necesitaba!— exclamo, elevando mi voz por encima de la música que golpea, —¿Cuándo fue la última vez que salimos solo por diversión?

—¡Ni siquiera puedo recordarlo!— grita de vuelta, radiante mientras las luces estroboscópicas multicolores parpadean sobre sus hermosos rasgos.

—¿¡Cuándo fue la última vez que no estuviste trabajando o te quedaste cuidando a el idiota, de Yoongi!?

No necesito saber la fecha exacta para saber que hace años que no hemos tenido la libertad o el dinero para salir, no es que haya sido una gran opción de antemano. Por supuesto, Hoseok siempre se ofreció a pagar nuestras salidas, pero nunca me sentí cómodo aceptando dinero de él, sin mencionar que Yoongi me habría acusado de tratar de conocer a otro hombre.

Ahora que miro a mi hermano, que baila sin preocuparse al ritmo de la música, me transporto a la primera noche que nos escapamos y terminamos en un club.
Teníamos quince años y era nuestro segundo verano viviendo en la calle en lugar de sufrir en el orfanato.

No podíamos sobrevivir a las inclemencias del otoño y el invierno, por lo que siempre terminábamos regresando, pero esos veranos se estaban convirtiendo rápidamente en nuestro escape de todos los problemas del sistema roto, y esta noche fue nuestra primera incursión en el mundo de vida nocturna adulta.

Nos hicimos amigos del cantinero, lo convencimos de que éramos mucho mayores que nuestra verdadera edad y lo sobornamos con el poco dinero que podíamos ahorrar de nuestros trabajos en una guardería local. Nos dejó entrar sin queja, incluso nos ofreció nuestra primera copa gratis.

Fue la primera vez que probamos alcohol, y la única cantidad que consumimos esa noche. Estábamos decididos a ahorrar nuestro dinero para poder comprar un departamento juntos algún día, incluso si eso significaba dormir en cajas de cartón en el parque o, mientras tanto, estrellarnos contra el piso de la guardería.

—¡Esto es increíble!— dije, bailando sin inhibiciones, levantando los brazos sobre mi cabeza mientras me balanceaba a un ritmo hipnótico.

—¡Nunca supe que podría ser tan divertido!, ¿Por qué bailar en la oscuridad en casa no es tan genial?

—Porque no se nos permite tener música, ¡Ni hacer nada que se asemeje remotamente a la diversión!

—¡Deberíamos volver en algún momento!— sugiere, obviamente tratando de averiguar cuándo podríamos volver a gastar dinero.

Ambos sabemos que debería ser una ocasión especial, así que digo.

—¡La última noche del verano! ¡Antes de que volvamos al orfanato!

El recuerdo cambia antes de que pueda detenerlo, llevándome a la noche que acordamos esa primera salida, a la última noche del verano. La noche había comenzado exactamente de la misma manera, con nosotros cambiándonos en el baño de niños en el trabajo, haciendo todo lo posible para parecer adultos y sobornando para entrar por la puerta trasera.

Pronto todo se disolvió en una brumosa niebla, donde Hoseok y yo caímos en espiral hacia las luces vertiginosas y la música ensordecedora.

Todo fue maravilloso hasta que un hombre agresivo que me doblaba la edad me tomó de la mano y comenzó a frotar su cuerpo en contra mía, agarrándome con tanta fuerza que no podía escapar de su agarre sin importar lo mucho que luchara.

Sυʂƚιƚυƚσ αƈƈιԃҽɳƚαʅ ραɾα ҽʅ Aʅϝα࿐ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora