Little Prince - Maxnat

🥀 Pesadillas 🥀

Eran cerca de las 3 am cuando Nat despertó completamente sudado y esa conocida presión en el pecho, no era algo frecuente, o al menos no ahora pues con el tiempo (y compartir cama con Max) ayudó a que sus pesadillas pararan.

Fue un sueño horrible y de recordar solo sentia ganas de llorar pero eso significaba molestar a  papi con una tontería, ya se lo había dicho millones de veces pero él no quería ser un estorbo en el sueño de su pareja con algo con lo que él ya había lidiado solo antes.

Por eso siendo lo más silencioso posible se levantó de la cama y se encerró en el baño permitiéndose llorar, sacando ese sentimiento lo más lejos posible pues sabía que era un sueño pero a veces lo sentía tan cercano.

En su sueño veía a sus amigos burlándose de él por actuar como un niño y ser feliz por cómo le gustaba llevar su relación con papi, vio ex parejas humillandolo nuevamente como cuando había pedido mimos o juguetes, sus padres viéndolo de forma despectiva, corrió huyendo lo más rápido que pudo pero luego lo vio a él.

Max vio todo, como corría aguantando las lágrimas, cuando trató de lanzarse a sus brazos, su papi lo detuvo y solo soltó un "Creo que deberíamos dejarlo, ya eres un adulto comportarte como tal" y eso solo terminó por romperlo.

Seguía llorando, tratando de recordar que era un sueño pero en el fondo sentía que tenía algo de razón, era hora de ser un niño grande, ser responsable y dejar de pedir por tanta atención como si la mereciera, se obligó a levantarse, lavar su rostro y tenia cambiar su pijama de ositos por algo más serio pensó al verse en el espejo (por más que fuera de sus favoritas).

   - Eres un enfermo - Le dijo a su reflejo. Suspiró y abrió la puerta.

Su plan se derrumbó al momento en el que vio la lámpara cerca a la cama encendida y a Max sentado, esperándolo y viéndolo directamente completamente preocupado. Mierda. 

   - ¿Otra pesadilla? - Dijo papi levantándo se hasta estar frente a él.

   - Nada de qué preocuparse. - Trató de decir con el tono más normal posible. Falló, pues al momento en el que dijo esas palabras su voz se rompió y comenzó a llorar como un bebé.

Inmediatamente Max lo cargo como tanto le gustaba. Se sentó en la cama con él aún en sus brazos y no paró de pasar su mano por su espalda susurrando cosas bonitas como "ya pasó mi angelito" o "Eres el niño más valiente y bonito de todos". Palabras que lo tranquilizaba casi automáticamente mientras escondía su cara en su cuello.

Una vez paró el llanto, Nat le contó a papi su pesadilla aunque ya la sabía de memoria. Nat era inseguro y podía a veces pensar que no merecía tanto amor de alguien como Max, que en cambio debía sepultar esos deseos de ser cuidado en lo más profundo como lo hizo por tantos años y dejar a su papi gozar de una relación normal.

   - Sabes que soy tu papi porque te amo, me haces querer protegerte e imaginarnos de otra forma es imposible para mi. - Dijo el mayor limpiando el rastro de lágrimas en sus mejillas.

   - No digas cosas por complacerme Max.

   - No lo hago por complacerte, verte feliz me hace feliz y no sabía que había una forma tan hermosa de amar a alguien como puedo amarte, porque es solo contigo que me siento tan pleno.

El menor sintió la inseguridad irse como por arte de magia al ver los ojos de su papi y ver la seguridad con la que lo veía, recordó que Max era lo mejor que le había pasado en tanto tiempo que se lanzó a besarlo. Sin importar cuantas veces lo necesitara, su papi le diría cuánto lo amaba.

Una vez terminó el beso, Nat pudo hablar con tranquilidad.

  - Gracias, no sabes cuanto te amo.

  - Siempre mi niño hermoso y soy papi, no Max.

  - Si papi. - Dijo soltando algunas risas y una gran sonrisa.

  - Ahora a dormir, pero mañana haremos algo para compensar ese comportamiento - Seguramente sería uno de esos "castigos" que amaba de su papi y dejaban sus piernas temblando pensó Nat.

Con las luces ya apagadas y muchos besitos después, Nat durmió con papi a su lado abrazándolo fuerte. No lo dejaría ir nunca.