📞 Llamada 📞

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Con el corazón en la garganta Nat contesto tan pronto como la foto que tenía de contacto de papi apareció en la pantalla. Sabía que hizo las cosas mal al cerrarse a que sus amigos lo ayudarán y dejarse comer la cabeza con las palabras de su madre, pero en su defensa el realmente quería discutir las cosas con ella, demostrarle lo contrario y que Max jamás estaría avergonzado de quien era el, pero perdió esa batalla.

Respiró profundo, debía ser maduro y enfrentar sus actos con su novio, no podía solo ponerse de niño mimado y culpar a todos por su actitud tan terrible. Tampoco podía llorar, sus amigos estaban en la sala esperando a que el termine de hablar con su novio y lo último que desea es que lo vean tan destrozado solo por hablar con su mamá.

- Mi príncipe por fin contestas ¿Qué paso? ¿Dónde estás? Estoy preocupado mi amor. - Fue lo primero que dijo Max y fue suficiente para que Nat rompiera a llorar.

Si, era un niño mimado ya no había nada que pudiera hacer para cambiarlo y el solo escuchar la voz de Max lo hizo sentir como si pudiera quitaste esa carga tan terrible que tenía por todo lo que había sentido.

Se sentía seguro de nuevo como solo podía sentirse cuando papi estaba ahí, odia depender tanto de su papi pero no podía evitarlo, simplemente lo quería ahí con el, para que lo hiciera más fuerte y poder combatir esas cosas horribles que le dijo su madre, porque siempre era la mejor versión de si mismo cuando Max estaba a su lado.

Max solo susurraba cosas bonitas para el en el teléfono, con la esperanza de que su niño se calmará un poco más y pudieran hablar tranquilos, sus brazos picaban por querer estar allí, abrazarlo tan fuerte como pudiera y protegerlo de todo lo que lo lastima.

Recuerda que esa fue la principal razón por la que ahora vivían juntos, porque Max tenía esa sensación constante de que Nat debía estar a su lado costará lo que costará y sabía que su niño no era feliz con sus padres. Solo huyeron, para sanar a Nat, que no tuviera que llorar más o esconderse en el closet.

Ya con Nat más calmado, después de llorar lo que necesitaba llorar, comenzó a hablar, en un tono bastante aniñado aunque se notaba la melancolía en el fondo de sus palabras, al fin y al cabo estaba con su papi, podía ser el sin ser juzgado.

- Mamá me dijo cosas muy feas - Respondió secándose las lagrimas, imaginando que era Max quien lo hacia por el - Me dijo que quería vernos, yo le dije que estabas de viaje y me dijo que entonces fuera a verla, igual quería hablar conmigo.

El mayor se quedó en silencio escuchando atentamente que había sucedido, pero sabía que al momento en el que Nat contestó la llamada de su madre y accedió a verla había cometido un gran error que lastimaría a su niño.

- No paró de decirme que estaba muy gordo, por comer tantos caramelos. - Continuó el menor - Me estoy haciendo pesado y luego no podrías cargarme más.  Me dijo que quería hablar con nosotros porque no ve futuro en nuestra relación si no comienzo a ir a esos eventos de adulto a los que vas. Nadie me toma en serio como tu pareja y solo esperan el momento en el que... - Nat sintió las lagrimas acumularse en sus ojos de nuevo. - Te canses de mi.

- Sabes que siempre te cargaré aunque peses 100 Kilos y también que jamás podría cansarme de ti. - Dijo el mayor con calma escuchando como la respiración de Nat se aceleraba por retener el llanto - ¿Cómo podría cansarme del niño que amo tanto y que muero por ver? No vamos ni 24 horas separados pero ya estoy desesperado por tenerte aquí.

- Lo sé, y yo también me muero por abrazarte, pero me dolió mucho sus palabras, realmente me estoy poniendo gordo y no dejo de pedirte peluches, me es difícil no pensar que tiene algo de razón.

- Peluches que yo estoy más que feliz de dártelos mi niño hermoso y si te pones gordo que importa, igual amo cada parte de ti sin importar la aprobación de los demás. La relación es nuestra, lo que importa es lo que pensemos del otro y estemos bien, si sientes que te hago dudar, trabajaré el triple por convencerte de lo contrario. Solo no te cierres así, cuando esas cosas pasen has oídos sordos y escríbeme.

- Pero no era una emergencia.

- Para mi si es una emergencia si te cierras, dejas que otros te lastimen y no puedo estar ahí para ti. Por mi dejaba esta semana de trabajo tirada y volvería ya mismo a Tailandia solo por verte y lo sabes.

- Lo sé papi, si no fuera por exámenes yo mismo iría a pasar el resto de la semana contigo  - Dijo el menor abrazando su conejito sintiéndose muchísimo mejor y más tranquilo de lo que esperaba, ese era el efecto único que tenia Max en el - Te amo papi. Lamentó haberte preocupado de esa forma.

- Y yo a ti mi príncipe, prométeme que me escribirás si tu madre vuelve a molestarte. Sino tendré que castigarte y sabes que no me gusta.

- Si señor. Quiero verte... - Dijo Nat mientras se acostaba del lado de la cama en la que usualmente se acostaba Max. - Te extraño mucho.

- Creo que yo te extraño más. ¿Crees que te pongas mejor si te traigo varios peluches?

- ¿De cuantos estamos hablando? Mi felicidad no se compra tan fácil papi.

- ¿Dos te parecen bien?

- Que sean 3 y un librito de colorear por favor.

Little Prince - MaxnatDonde viven las historias. Descúbrelo ahora