🎡 Masaje 🎡

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Nat estaba emocionado por sus vacaciones por supuesto que si.

Pero ¿Porqué papi estaba tan ansioso?

Habían pasado dos días desde que llegaron a Suiza, todo era extremadamente hermoso, sabroso, emocionante y simplemente el lugar perfecto para ambos.

Desde museos hasta restaurantes, le estaban sacando provecho a su viaje juntos durante el tiempo que pasaron en la ciudad pero era momento de moverse.

Alquilaron una pequeña casita en un pueblo pequeño cerca a más lugares que deseaban visitar como castillos y las Cataratas del Rin que parecía sacado de un cuento de hadas.

Pero no podía vivir la fantasía completa con papi tan tenso.

Claro, lo entendía, estaban en el extranjero, lejos de casa y claramente el mayor tenía su obsesión porque todo saliera perfecto pero ya era algo absurdo a este punto.

Todo el tiempo revisaba su bolsillo, todo el tiempo estaba mirando el reloj, le hablaba del clima, de si había mucho o poco ruido.

Simplemente eran unas vacaciones y Max por algún monstruo de su imaginación estaba paranoico por algo que Nat claramente desconocía.

Intentó hablar, claramente, pero siempre era un "Estoy bien amorcito" o un "No hay nada de que preocuparse príncipe" para minutos después ver como destrozaba servilletas de la ansiedad.

Por eso, se decidió por darle la mejor relajada de todas a su papi, una vez estuvieron en la cabaña.

No había cosa que ayudará más a su papi que un masaje, el siempre dice que Nat tiene manos mágicas y daría su 100% porque esto saliera bien, tenía que hacerlo.

Por ello, cuando papi se quedó en la cocina para prerarar la cena de esa noche, fingió quedarse dormido para quedarse solo en la habitación.

Una vez papi se fue, el pequeño se puso manos a la obra alistando la cama, un montón de aceite para el cuerpo y dejar solo las lámparas encendidas para hacer mejor el ambiente.

El mayor no demoró en volver a la habitación esperando despertar a su pedacito de cielo pero en realidad encontró todo en un tono bastante romántico.

Su niño estaba en shorts con una de sus camisas, pues era verano y el calor se sentía en el ambiente, el tenía un tank top bastante suelto y unos shorts también.

- Papi te preparé una sorpresa. - Dijo su niño mirándolo con esos ojos brillando de lo emocionado que estaba.

Max estaba borracho de amor por su niño que creyó que iba a llorar por ver que el tenía un detalle con él.

No importa lo insignificante que pareciera, todo lo que viniera de su bebé pera una bendición para Max.

Por ello cuando le dijo que era un masaje, se preparó como el menor se lo pidió, quitándose todo (menos la ropa interior) y envolviendo una toalla alrededor de su cintura.

Al principio fue solo por el cuello, siendo suave con los movimientos que hacía, soltando los músculos y relajando sus amplios hombros.

Mientras sentía las manos de su bebé pensaba que sin quererlo, realmente no estaba disfrutando tanto del viaje.

Siempre estaba pensando que lugar era lo suficientemente bueno, memorable y lindo para por fin sacar ese anillo y hacer la pregunta que tanto quería hacer.

Estaba tan metido en ello que nisiquiera pensó ennque tal vez debería vivir el momento y el universo se lo diría.

Con ese nuevo pensamiento y claridad respecto a esa situación, termino por relajarse aún más, dejando que el menor continúe su tarea.

En un momento dado se acosto boca abajo en la cama, permitiendo que el menor se encargará de todo el masaje, desde sus brazos hasta espalda baja, su bebé le dedicó tiempo para su descanso.

Tarareaba canciones suavecito para el con esa dulce voz que tenía y sentía que flotaba en una nube llena de amor por su niño.

Casi cae dormido pero un montón de piquitos en su cara y su cuello lo mantuvieron despierto.

- Papi, ve a bañarte así no te duermes todo aceitado. - Dijo Nat acostándose a su lado.

- ¿Te bañas conmigo?

- Mmmmm bueno porque no.

Max agradecido levantó el rostro hasta poder acceder a los labios de su niño y besarlo de forma intensa.

- Gracias por el masaje mi amor.

- ¿Más relajado? - Dijo su niño levantándose de la cama.

Max lo siguió para decirle. - Por supuesto, la verdad me quitaste un peso de encima.

El menor sonrió ampliamente y ahí el no lo dudo, tomó a su niño y lo levantó para llevarlo a la ducha.

- Ya cuidaste mucho de papi, deja que papi cuide de ti mi amor.

Little Prince - MaxnatDonde viven las historias. Descúbrelo ahora