El pequeño Nat estaba sentado en la sala de espera terminando el té caliente que su terapeuta le había dado cuando lloró de forma desconsolada en su sesión de hoy.
Había decidido comenzar a ir a terapia si iba a casarse con Max, pues ya había pasado demasiado tiempo dándole largas a la situación con su madre.
Para ser honesto, a veces amaba a su madre, todo porque en realidad siempre pensó que en algún punto harían las paces pero claramente era fantasía suya.
Esperaba que con la boda todas sus asperezas simplemente pasarán a segundo plano. Si, Nat no era el mayor de sus hermanos y mucho menos el favorito pero era un evento importante en su vida.
Por ello esperaba mejor respuesta por parte de su familia, se sintió tonto de nuevo pero su papi insistió que la terapia ayudaría bastante y tenía razón.
Odiaba ir porque lloraba mucho y sus ojitos terminaban completamente irritados, detestaba tener que mostrarse tan vulnerable pero claramente odiaba más el factor de sentir que cualquier mensaje o llamada de su madre terminaba en pesadilla para el y su papi.
Pero este día era aún más "sensible" para él, hoy debía dar ese paso que aunque no le gustara, era lo más sano para el.
Debía sacar a su familia de su vida.
Ya había completado algunos pequeños pasos, como eliminarlos de redes sociales, dejar sus perfiles privados por un tiempo y comenzó por dejar de esperar un mensaje de sus hermanos, papi hizo lo mismo por el.
Hoy debía enviar ese último mensaje a su madre, antes de definitivamente bloquearla y desaparecerla de su vida.
Duró días redactando aquel mensaje y su psicóloga hasta leyó el mensaje asegurándose que todo saldría bien.
Comenzó a llorar nuevamente al sentir ese sentimiento de perder algo que jamás fue suyo, el amor de una madre no debía rogar de esa forma como lo hizo el por años.
Jamás sabría que era probarse su traje de novio con su madre, que lo entregarán durante la ceremonia o aquellas palabras que siempre decían los padres en los videos de bodas que veía.
Iba a comenzar a llorar más fuerte aunque estaba haciendo los ejercicios de respiración que le habían enseñado pero un peluche de conejito con una chaqueta de lluvia apareció frente a sus ojitos cristalizados.
Max le daba un peluche por cada sesión que había tenido.
Una voz chistosa y fingida comenzó a intentar imitar la voz de un conejito tierno.
- Disculpa ¿Tu eres el pequeño príncipito? El rey Max me a enviado a llevarlo a tu palacio.
Nat limpió sus lágrimas y se levantó de su asiento soltando algunas risas abrazando a su prometido quién le dio muchos besitos y lo tomó en sus abrazos dándole ese confort que solo Max podría darle. Aspiró su aroma y nada en el mundo podía darle más calma que eso.
Salieron del consultorio llendo al auto, dónde subieron y Nat dio aquel suspiro que le dio la señal de enviar aquel mensaje.
Dolía pero duele aún más rogar por el amor de personas que no estaban dispuestas a aceptarlo como el era. Y eso estaba bien, nadie estaba forzado a amarlo y el tampoco estaba forzado a quedarse.
Por ello, envío el mensaje que tanto había redactado, bloqueo el número una vez se aseguró que aquel mensaje fue enviado y simplemente dejó que ese capítulo en su vida quedará atrás.
Ahora iban de camino a casa, estaban planeando una pequeña comida juntos como cena pues papi le dijo que realmente se había portado como un niño grande y merecía un gran premio.
Al llegar a casa todo estaba oscuro, le preocupa a que Daisy quedará a oscuras tanto tiempo, a ella le daba miedo la oscuridad, si a Daisy obviamente no a Nat.
Una vez papi abrió la puerta las luces de la sala se encendieron mostrando a todos sus amigos ahí, Nunew, Zee, James, Net, Yim entre otros compañeros de su último trabajo, la madre de Max, sus hermanas y amigos de Max, quiénes habían decorado con tonos azules pastel y rosa la sala.
Estaba tan sorprendido, todos se acercaron a abrazarlo mientras los felicitaban por su compromiso.
Con todo el drama de su madre había olvidado por completo las fiestas de compromiso y que normalmente se celebraban.
Bailaron, bebieron un poco, hablaron con todos sobre como deseaban que la ceremonia fuera y ahí entre risas una de las hermanas de Max se acercó para llevarlo a la cocina.
En esta la madre de su papi estaba esperándolo y sintió algo de nervios, por más que conozcas a tu suegra no significa que pierdas los nervios de estar con ella.
La mujer sin dudarlo lo abrazó, sintió en su pecho un calor y algo tan especial que no había sentido jamás, era difícil de escribir, era cariño y consuelo a la vez, era el cariño de una madre.
- Nat estoy muy feliz de que tu y Max se comprometieron. Ya me emociona como quedará toda la boda.
- Gracias señora Kornthas. - Dijo el menor sintiéndose más tranquilo.
- Queríamos hablar contigo por algo especial. - Dijo la hermana menor de Max y Nat sintió algo de nervios.
- Verás, cuando me case con el padre de Max, ya habían pasado unos años desde que los chicos habían nacido, no nos habíamos casado antes porque reuníamos el dinero para la ceremonia. - Dijo la madre de Max. - Fue Max quién entregó los anillos, pero antes de hacerlo me regalo algo.
Una de las hermanas de Max le entregó una cajita roja de terciopelo que al abrirla mostró una pieza para el cabello hermosa blanca con flores pequeñas.
- No almorzó por un mes entero en la escuela y trabajo haciendo la tarea de otros niños para poder reunir el dinero para darme el regalo. - Dijo la madre de Max.
- No paró de revisar como estábamos en la boda, nos arreglaba el vestido, nos daba de comer y nos protegía mucho. - Dijo la otra hermana.
- Lloré cuando me lo dio, no entendía como alguien de 6 años deseaba cuidar y ser tan especial con otros y aunque es un detalle hermoso, me parece correcto que la persona que debe llevarlo eres tú, porque cuando Max me contó de ti por primera vez, supe que estaba hablando con mi niño de 6 años de nuevo, que quería hacer todo tan especial para quienes ama. -La madre de Max tomó una pausa tratando de no llorar. - Gracias por cuidar de Max y toda la boda será perfecta.
Nat era lágrimas escuchando a su suegra, se sentía tan especial que su corazón se derretía con esas palabras, abrazó a todas las presentes y salieron de la cocina para continuar la fiesta.
Vio a Max, a Daisy y a sus amigos y se dio cuenta, el no necesitaba a alguien como su madre o sus hermanos que solo eran toxicidad y veneno en su vida.
Esa no era su familia.
Su familia era esos amigos que no lo juzgaban por hablar como un bebé, que le regalaban peluches y lo escucharon mil y un veces llorar por lo que hacía doler su corazón.
Su familia era esa gatita que lo acompañaba ya sea dormida o despierta en su día a día, que dormía con el y daba un amor completamente incondicional.
Su familia era aquel hombre que encontró y complemento su vida al darse cuenta que era su alma gemela, que eran el uno para el otro.
El ya tenía una familia, ya tenía una madre como la de Max con quien probar su vestido de boda, tenía unas hermanas como las de Max con quién caminar al altar y tenía al amor de su vida.
Pasara lo que pasara, estaban juntos y era más de lo que en 22 años de vida su "familia" podía ofrecer.
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Little Prince - Maxnat
FanfictionNat es un niño consentido. Adora que le den atención, toda la atención del mundo, pero que mejor atencion que la que le da su papi Max♡ ☆ Oneshots donde Nat es un little boy y Max su daddy. ☆ No hay duración (por el momento). ☆ Romance, algo de dram...