𝕰𝖑 𝕮𝖔𝖓𝖙𝖗𝖆𝖙𝖔 | 𝕵𝖊𝖓𝖑𝖎𝖘𝖆

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Abordando el "LisaJet", como Jennie lo había bautizado, ambas mantenían un relación pacífica a pesar de las antiguas discusiones. Nadie había mencionado nada del beso que se habían dado, pero ambas solían sonrojarse cuando se miraban la una a la otra.

Lisa tomó su laptop y se dispuso a revisar asuntos de su trabajo, mientras que Jennie leía uno de los tantos libros que llevaba Lisa en el jet. Aparentemente tenía una gran fascinación por las novelas policíacas, algo que le pareció tierno a Jennie.

- ¿Puedo saber que haces? - Jennie se acercó a ella recargandose en su hombro - Siempre me ha parecido interesante como se manejan los negocios -

- Solo estoy leyendo reportes que hacen los CEOs de mis empresas, semanalmente solicitó un informe de resultados. Me mandan un montón de documentos, habló con los contadores y hago un montón de revisiones - Lisa sonrió y recargó su cabeza sobre la de Jennie - En realidad, son pocas las empresas que son mías totalmente. Lo que sucede es que tengo acciones de distintas empresas -

- ¿Cuántas empresas posees entonces? - Jennie preguntó curiosa y lisa le susurró un número al oído - Oh, ya veo el porque del jet - Lisa río y continúo en lo suyo.

[...]

- Al fin, tierras americanas. Bueno, estadounidenses para ser más específicas - Lisa bajó y tomó de la mano a Jennie.

- Nunca había venido acá, el clima es bastante diferente a lo que estoy acostumbrada - Jennie se colocó unos lentes oscuros y camino junto a Lisa a la camioneta - ¿Nos quedaremos en un hotel? -

- En está ocasión no, es necesario que vayamos a la casa de mis padres, no te preocupes que estaré contigo en todo momento - Jennie tragó saliva.

- ¿Con tus padres? ¿Qué se supone que digamos? Ni siquiera nosotras sabemos lo que somos - miró hacía Lisa, pero está miraba a la ventana.

- Sólo lo que es, somos pareja. No es necesario dar más detalles, mientras menos tiempo estemos ahí mejor - Lisa tenía un semblante totalmente diferente, se veía más seria y distante.

- ¿Estás bien Lisa? ¿Tiene que ver con tu familia? - Lisa asintió.

- No quiero hablar de eso, discúlpame si me mantengo algo distante de camino a allá o durante el tiempo que estemos ahí. No tiene nada que ver contigo, es solo que mi relación con mi padre no es la mejor - Jennie asintió y pese a la indiferencia de Lisa, ésta la abrazó.

Una vez que llegaron a casa, la sopresa de Jennie fue grande al observar el lujo del lugar. Aunque con todo lo que le había contado Lisa no debería sorprenderle, le resultó increíble la belleza de aquel lugar. Al momento de bajar del auto, una mujer hermosa las recibió.

- Bienvenidas, la estábamos esperando - la mujer saludo a Lisa y cuando vió a Jennie la recibió con un abrazo - Así que tú eres la afortunada que logró domar a Lisa - Jennie se rió y cuando volteó a ver a Lisa ésta ya había entrado - No está muy feliz de estar aquí ¿No es así? - Jennie negó.

- Estoy segura de que su actitud mejorará, al menos eso espero. Y lo lamento, es un gusto conocerla señora...-

- Park, no suelo usar el apellido del padre de Lisa. Pero tú puedes llamarme Eva - la mujer sonrió.

- Encantada Eva, soy Jennie Kim. Me da mucho gusto estar aquí -

- Vamos, el padre de Lisa esta esperandolas adentro para comer - ambas entraron y mientras se acercaban al comedor, Jennie observaba con asombro el interior de la casa.

En cuanto llegaron, vió a un hombre de traje con una expresión fría y seria, mantenía los dedos cruzados al igual que Lisa que se encontraba más alejado de él. Cercano a ellos, estaban dos chicas quienes parecían estar en su propio mundo.

- Bien familia, saluden a Jennie. Ella es la nueva miembro de la familia - Jennie se torno de un tono rojizo y saludo.

- Creímos que Lisa jamás... Ya sabes, sería capaz de amar a alguien - ambas chicas rieron mientras que la mencionada se mantuvo esceptica - Solo bromeo -

- Jennie ellas son Alice y Rosé, hermanas de Lisa - ambas saludaron alegres - Pero bueno adelante, siéntate. La comida está lista -

Una vez sentados todos, la comida no se mantuvo en silencio gracias a las Park, Jennie participaba momentáneamente en las pláticas y en otras ocasiones intentaba hablar con Lisa sin mucho éxito.

Después de la comida, Lisa dijo que tenía que darse una ducha y descansar, había intentado hablar con su padre, pero este tuvo asuntos que resolver y se fue. Por lo cual, Jennie le dió espacio a Lisa y entonces decidió conocer más de la familia de Lisa.

- Entonces ¿Son hermanas de Lisa? - se acercó a las chicas quienes veían la televisión.

- ¿Ella nunca nos mencionó verdad? - Jennie negó apenada - Descuida, es algo de toda la vida. Yo soy Rosé, su hermanastra "directa" por así decirlo, compartimos padre solamente -

- Yo soy Alice, yo solamente comparto casa con ella. Soy la hermanastra "indirecta" y hermanastra "directa" de Rosé -

- Ustedes dos solo comparten madre ¿No es así? - ambas asistieron - Vaya siempre quise hermanas, ser hija única es muy solitario.

- Toda nuestra vida intentamos integrar a Lisa, pero ella siempre se oponía. Prefería estar sola, no fue hasta que conoció a una amiga en la escuela que empezó a socializar más -

- ¿Una amiga? Nunca me contó de ella ¿De quién se trata? - preguntó curiosa.

- Vaya que eres curiosa, me gusta - Rosé sonrió - Era una chica de intercambio, su padre tenía negocios con nuestro padre. Así que vivieron aquí un tiempo, hasta que rompieron los negocios se acabaron y se marcharon - Jennie asintió triste

- Lisa tenía dieciséis años, entonces ya no tenía nada que la hiciera quedarse aquí. Por lo que se mudó a Corea para intentar alejarse de su familia o al menos de papá - Alice habló melancólica.

- Su vida no ha sido del todo fácil a diferencia de lo que intenta aparentar - dijo Jennie.

- Tener una fortuna no garantiza la felicidad, al menos eso lo entendí con Lisa - mencionó Alice mientras cambia de canal.

- ¿Y que hay de su madre? ¿Que sucedió con ella? - ambas se miraron y se encogieron de hombros.

- Ella murió cuando Lisa apenas era muy pequeña, tenía alrededor de uno o dos años. Sin embargo, Lisa no pudo aceptar eso y el hecho de que su papá se casará con una mujer un año después no ayudó en nada - Rosé agachó la mirada - Mucho menos el que tuviera una hija con otra mujer -

- Lamento haber preguntado eso, no quería hacerlas sentir mal o incómodas - Jennie se levantó.

- Descuida, pese a todo eso nosotras queremos bastante a Lisa. Es nuestra hermana aunque ella no lo acepte y siempre pretendemos estar atentas de ella - Alice le regaló una sonrisa cálida a Jennie que la tranquilizó.