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Raspó la garganta tras un largo trago de whisky, el alcohol parecía darle valentía en los momentos de gran tensión. Había citado a su socia para hablar sobre el destino de su proyecto.

La cabeza de Lisa punzaba, no se podía permitir tomar una decisión a la ligera y menos una de tal magnitud. Siempre había tenido el coraje suficiente para dar la cara ante las adversidades, pero no para dejar fuera a su socia quién le había brindado la oportunidad de crecer.

Llamaron a la puerta y dió un aviso para que pudiera entrar, su compañera se dejó ver con una gran sonrisa lo que le apretó el corazón de Lisa, inconscientemente tragando saliva.

Un nudo en su garganta no le permitía hablar bien, ni siquiera el líquido que bebía la hacía sentir un sabor tan amargo como la traición que estaba apunto de hacer. Jisoo se sentó frente a ella y ella hizo lo mismo.

- ¿Qué sucede Lisa? Dime cómo te fue con los inversionistas ¿Buenas noticias? - la boca de Lisa tembló, lo que pareció ser notable para su amiga - ¿Estás bien? Parece que te va a dar un ataque, estás pálida - se levantó y tocó su frente para asegurarse de que estuviera bien.

- Estoy bien, relájate. Es solo que... - paso su mano por su cabello despeinando su flequillo un poco - Jisoo, necesito hablarte de algo -

- Dime de que se trata entonces si eso te hace sentir mejor -

- Jisoo, los inversionistas te quieren fuera - sintió punzadas en su corazón con cada palabra que decía - Ellos dicen que no eres adecuada para esto, piensan que eres descuidada y que no tienes la dureza para dirigir -

Su semblante cambió por completo, una expresión sería la dominó por completo. No dijo ni una sola palabra, simplemente se sentó y observó a la nada tratando de asimilar lo que su mejor amiga le decía.

- Jisoo, ésto no tiene que ser así. Podemos encontrar otros inversionistas, podemos hacer algo diferente ¡No los necesitamos! No puedo dejarte atrás.

- ¿Tú me consideras una carga...? - habló en un tono bajo pero aún audible, mantuvo su cabeza abajo - ¿Tú crees lo mismo que ellos...? -

- Jisoo, no digas eso. Sabes que te creo tan capaz como...- se detuvo en ese momento.

- ¿Cómo tú? ¿Se supone que debo de estar a tu altura? ¿De eso se trata esto? -

- Sabes que no es a lo que me refiero...- intentó acercarse, sin embargo, ésta la alejo - Jisoo relájate, hay que hablarlo con calma, no me iré y no te dejaré atrás.

- Cierra la boca Lisa, cierra la maldita boca. He estado escuchando como te quejas de tu familia desde que llegaste, te he tolerado, te he aconsejado e incluso te he brindado mi casa y mis contactos ¿Y así es como me pagas? Traicionando mi confianza, escupiendome en la cara y desechandome cuando ya no me necesitas.

- No pienso seguir sin tí, sabes que eres mi amiga, mi mejor amiga y ahora mi socia. Estamos juntas en las buenas y en las malas - extendió su mano intentando ponerla sobre su hombro, pero fue apartada con agresividad.

- Ya no creo tus palabras falsas, ya no creo en tu amistad Lisa ¡Largo de mi vida! - Jisoo se acercó a gran velocidad hacia Lisa y cegada por el odio propinó un fuerte golpe en el rostro de Lisa, después otro y otro, hasta darle una serie de golpes que no pararon hasta que Lisa perdió el conocimiento. En toda la pelea, Lisa jamás buscó defenderse, mucho menos contraatacar.

[...]

- Pensé que lo superé, pensé que había descargado todo mi coraje hacía tí en ese momento. Sin embargo, siempre guardé un gran rencor y envidia hacía tí. Me volví más fuerte Lisa, me volví poderosa y estuve apunto de arrebatarte a tu mujer, destruí tu fortuna, prácticamente te quité todo - tumbó a Lisa hacía el suelo y pisó su pecho con su tacón, aplicando una gran fuerza e infringiendole aún más dolor.

Soltó una carcajada mientras pisoteaba repetidamente su vieja amiga, su expresión había perdido todo rastro se humanidad. No era más que odio y locura encarnada. Con una voz ronca pronunció "Soy mejor que tú".

- ¡¿Y eso en que te sirvió?! - Jennie gritó con enojo - ¡¿Te hace sentir mejor su estado actual?! No lograste nada, eres débil al dejarte consumir por un sentimiento de un crío. Has vivido renegada todo este tiempo y ahora que cumpliste tu objetivo ¡No te queda nada! - las lágrimas salían a chorros por los ojos de Jennie, su voz se desgarraba del dolor con el que hablaba.

- ¿No me digas que en verdad te enamoraste de esta basura? Siempre ha sido muy egoísta, sólo ver por ella misma. No le importa nadie, ha tenido miles de chicas como tú y a todas les dice el mismo guión. La única patética aquí eres tú ¡Estúpida! -

- ¡Cállate! - Jennie había tomado discretamente, y tratando de no hacer mucho ruido, un tubo. Pretendía provocarla para que se acercara.

- Guarda silenció estúpida - caminó furiosa hacía ella, pero se detuvo y observó cuidadosamente a Jennie - ¿Qué pretendes? ¿Tratas de tenerme una trampa? - el corazón de Jennie se estremeció, la había descubierto. En un segundo las posibilidades de salvar a Lisa se dispararon.

Jennie apretó su boca, impotente y con una gran furia, observó a su amada en un estado lamentable, después observó a la responsable quién la miraba con una sonrisa. Jennie sabía que no había vuelta atrás para lo que intentaría hacer, pero al menos, habría de hacer un intento.

Jisoo se acercó lentamente a ella mientras sacaba de su espalda una pistola, en ese momento Jennie entendió que debía moverse rápido, fue ahí, justo cuando quitaba el seguro del arma cuando se lanzó y con el tubo golpeó con todas sus fuerzas en la cabeza de la mujer frente a ella.

Jisoo cayó hacía un lado mientras la zona golpeada comenzaba a derramar sangre por el fuerte impacto, Jennie se acercó y golpeó con sus puños repetidamente a Jisoo hasta que está perdió la conciencia. Era una mar de sangre, incluso su rostro estaba deformado por los golpes.

Corrió hacía Lisa quién observaba todo, pero debido al maltrato recibido apenas y podía mantenerse despierta. Jennie intentaba torpemente de deshacer los nudos, intentó levantar a Lisa, sin embargo, le causaba mucho dolor moverse.

- ¡Lo logramos Lili! Vámonos rápido antes de que despierte, en cuanto estés a salvo llamaremos a la policía y...-

Hubo un sonido, tres fuertes estruendos que dejaron a ambas calladas. Jennie miró su estómago, que había comenzado a sangrar, temblorosa se dejó caer en el suelo intentando inútilmente de cubrir sus heridas. A unos cuantos metros Jisoo sostenía la pistola que aún sacaba humo, intentó apuntar hacía Lisa, pero no tuvo fuerzas para seguir sosteniendo la pistola.

Lisa ahogó un grito, miraba la escena aterrorizada, su novia tirada en el suelo tosiendo sangre mientras intentaba no perder sangre y la que fue su mejor amiga luchando por respirar. Se acercó a Jennie quién poco a poco cerraba sus ojos, estaba pálida y débil.

- Jennie, no te vayas por favor... No me dejes - Lisa no paraba de llorar, se había quitado la playera y presionaba contra su estómago - Estaremos a salvo, te prometo que conseguiré ayuda pronto - Jennie la miraba sin poder responder - Te amo, no te marches por favor, te necesito -

Su amada dejo de moverse y su mirada se quedó perdida, mirando hacía el vacío. El brillo que hace unas cuantas horas había visto, desapareció para siempre. Con sus dedos tocó el cuello de Jennie intentando sentir su pulso, pero era demasiado tarde.

Lisa soltó un grito desgarrador mientras abrazaba el cuerpo sin vida de Jennie, apretaba con fuerza intentando aferrarla a ella aunque sabía que ella ya no estaba. Quiso cargarla, pero se encontraba tan mal herida que fue inútil. Se resignó a abrazarla por un rato más, hasta que la policía llegó debido a que alguien alertó por el sonido de los disparos.

𝕰𝖑 𝕮𝖔𝖓𝖙𝖗𝖆𝖙𝖔 | 𝕵𝖊𝖓𝖑𝖎𝖘𝖆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora