𝕰𝖑 𝕮𝖔𝖓𝖙𝖗𝖆𝖙𝖔 | 𝕵𝖊𝖓𝖑𝖎𝖘𝖆

14

La puerta se abrió con cuidado intentando hacer el menor ruido posible, entraron con cautela mientras se reían cómplices de lo que harían esa noche. Apenas entraron se deboraron mientras se despojaban de sus prendas con desesperación olvidando por completo el plan de no hacer escándalo.

Lisa arrojó a su nueva novia hacia la cama y se subió encima suyo dándose una sonrisa coqueta acompañada de una mirada hambrienta. Su gran deseo sexual las había orillado a consumir su noviazgo complaciendo sus deseos carnales.

[...]

Al día siguiente deseó despertar con la imagen más hermosa que pudo haber tenido, su novia recostada a su lado, sin embargo, al palpitar la cama notó su ausencia y miró a todos lados intentando encontrarla. Estiró su desnudo cuerpo y después procedió a entrar a la ducha.

Bajó aquellas gotas de agua se mantuvo pensativa recargando sus manos sobre la pared. Su vida estaba bien en este momento, tenía trabajo de sobra, acababa de conseguir novia, sus problemas familiares estaban siendo solucionados, nada parecía mal, pero entonces ¿Qué seguía ahora?

Quizás fue esa sobrecarga de emociones que llenaron el vacío que había tenido desde que era pequeña, parecía estar cubierto, pero no tenía idea de que era lo que debía de hacer. Tal vez debía de cambiar su modo de vida ahora que ya era una persona diferente, ya no tenía sentido perder su tiempo recurrentemente en un club, tampoco veía algún problema en mudarse más cerca a su familia.

Su debate interno fue interrumpido cuando escucho la voz de Jennie llamándola con un "¿Estás despierta Lili?", lo cual provocó que soltará una sonrisa. Cerró el grifo y tomó una toalla para secarse, estubo apunto de salir desnuda, aunque se detuvo al pensar que talvez pudiera haber alguien más, así que se puso su bata.

- Vaya, que sorpresa tan linda. Me trajiste el desayuno hasta acá - Lisa observó la pequeña mesita que Jennie le había llevado, con unos panqueques, un tazón de frutas y jugo natural de naranja.

- Quise hacerte una sorpresa también, ayer tú me diste un gran día - Jennie ocultaba sus manos detrás suyo tímidamente, parecía algo sonrojada.

- Bueno tenía que ser especial, era necesario deslumbrarte con los drones o de lo contrario no conseguiría el "Sí" - Lisa la abrazo y dejo un beso en u frente, la diferencia de altura provocaba que siempre quisiera hacer eso.

- No era necesario, aunque lo aprecio. Pudiste habermelo pedido justo aquí y habría aceptado igualmente - Lisa estuvo apunto de ir hacia su desayuno, pero Jennie la tomó por el brazo y pegó nuevamente contra ella - No sé cómo ni cuando, pero de alguna manera me hiciste adicta a esos ojos hermosos que tienes - habló mientras apretaba sus mejillas con su mano - Y también a esos labios - y unió sus labios de manera más romántica.

- Wow no tenía idea de lo mucho que me gustaba tu lado dominante - le devolvió el beso y después se sentó para desayunar - Déjame acabar esto y verás quien manda - Lisa comenzó a deborar su desayuno rápidamente.

- No te apresures, vas a vomitar - dijo riéndose - Lisa estaba preguntandome, adoro a tu familia, la casa y Estados Unidos, pero ¿Cuánto tiempo estaremos aquí? Lo más lejos que he estado de Corea fue Japón y fueron solo tres días - Jennie se sentó a su lado.

- Sí lo sé, lo siento. Lo más seguro es que nos vayamos mañana, se suponía que vine acá por asuntos de negocios aunque cambió por completo mi objetivo - Lisa comió más despacio - ¿Alguien está esperándote allá? ¿Familia, amigos o algún trabajo? -

- En realidad no le he contado a mi madre de lo que sucede, hace semanas no habló con ella. Espero no me haya ido a visitar - Jennie se encogió de hombros.

- Bueno podemos ir a verla cuando volvamos - Lisa tomó su mano y le sonrió - Quise decir, puedes ir. No es necesario que me lleves, perdón por invitarme sola, supongo que estoy algo emocionada aún - Lisa empezó a hablar muy rápido.

- Tranquila, claro que la conocerás. Solo necesito hablar con ella antes - Jennie guardó silencio un par de segundos.

- ¿Sucede algo con tu madre? ¿Están distanciadas? - Lisa dejó de lado su comida y prestó total atención a Jennie.

- Ella piensa que tengo un trabajo y vivo muy bien, cuando en realidad estoy desempleada y viví en un departamento barato y apenas me alcanza para pagar el alquiler. Solo he logrado conseguir empleos temporales o informales - Jennie suspiró y cerró los ojos un momento - No quisiera que se decepcione de mí, me fuí de casa asegurándole que me iría increíble, que ya era una adulta y que podía mantenerme sola -

- Yo podría darte empleo si ese es el problema y además puedo pagar la renta o si lo prefieres hay un departamento más caro esperándote...- Lisa puso un dedo sobre sus labios para que guardará silencio.

- Sé que puedes ayudarme, resolver todos mis problemas, incluso me ofreciste un auto. Pero, quisiera conseguir esas cosas por mi propia cuenta - Jennie se recargó en Lisa - Acepté en un principio el dinero porque me sentí desesperada, pero, en este punto ya no creo quererlo. Estoy contigo porque me gustas, no por un contrato, además que somos pareja, no un matrimonio -

- Entiendo a lo que te refieres - Lisa dió unas pequeñas palmadas sobre su espalda - Bueno ¿Qué te parece si cuando volvamos a Corea te ayudo a encontrar empleo de manera legal? Sin favores ni privilegios de ser mi novia - Jennie sonrió y asintió - Hay que hablar con los demás para decirles que no iremos mañana -

- Primero acaba tu desayuno, no lo hice para que solo lo deseches - Lisa sonrió apenada y siguió comiendo mientras Jennie negaba.

[...]

- Bueno creo que está es la despedida, hace unos días esto hubiera sido fácil para mí, pero ahora... Realmente siento que las extrañaré chicas - Lisa las abrazó fuertemente - Y más vale que valoren ésto porque estoy haciendo un esfuerzo por ser emotiva - todas rieron mientras el abrazo se disolvía.

- Jennie estamos tan encantadas contigo, prometenos que cuidaras a Lisa - Alice se giró hacia Lisa - Y tú a ella - después apunto a ambas - Dónde nos enteremos que alguna de las dos le ha roto el corazón a la otra le irá mal -

- Espero que tu pierna se recupere pronto, lo siento... Otra vez - Lisa agachó la mirada frente a Rosé.

- Oh claro que lo haré, sino ¿Con que te pateare después? - Rosé dió otro golpe amistoso al brazo de Lisa.

- Que cariño el tuyo - Lisa miró a Eva y le dió una sonrisa - Estaré en contacto contigo, hay cosas que aún necesitamos hablar. Muchas gracias por todo -

- Esperaré con ansias - sonrió de vuelta, notó la inquietud de Lisa y dedujo lo que estaba pensando - Tu padre está en el despacho, sabes cómo es en cuanto a esto. Pero estoy segura que le encantó tenerte aquí -

Lisa caminó hacia el despacho y llamó a la puerta, recibió un frío "adelante" de parte de aquel hombre, al entrar intercambiaron miradas por un corto momento. Lisa dió un gran suspiro y pensó en las palabras correctas.

- Padre yo, no espero que nos llevemos bien, solo que llegamos a un acuerdo. Podríamos simplemente dejar en el cajón las discusiones - el hombre se puso de pie.

- Preferiría poner fin a esto de una vez...-