Acercamiento.

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ADARA.

Estoy en la biblioteca haciendo un trabajo para clase de biología con mi amiga Blanca cuando de pronto, escuchamos mucho jaleo afuera.

-Voy a salir a ver qué pasa -dice Blanca mientras muerde la tapa del boli.

Le doy en la mano para que deje de hacer eso, esa costumbre siempre me ha puesto nerviosa.

-Tenemos que terminar el trabajo, se nos está acabando el plazo.

-Venga, Adara. No seas tan seria.

El profesor Eugenio, nos había dado un ultimátum. O entregamos el trabajo pasado mañana, o suspendemos la asignatura. No puedo darle ese disgusto a mi madre, que encima, es profesora de este instituto. Además, tengo que esforzarme el doble por ser mi último año.

-¡DALE, DALE! -se escucha a varias personas animando. Eso despierta mi curiosidad.

-Está bien, vayamos a ver.

Blanca recoge todas las hojas a la velocidad de la luz y salimos de la biblioteca. A medida que nos acercamos a la salida el sonido se hace más fuerte.

Aceleramos el paso para ver, fuera hay un grupo de chicos, la mayoría de mi clase acosando al nuevo. Tomás el chulito de la clase incluso lo está golpeando a pesar de que el chico no se defiende. Sólo mantiene su cabeza agachada como siempre. Desde que llegó nuevo hace dos semanas no han dejado de meterse con él.

Probablemente porque lo ven como una presa fácil por ser débil. Suele ir con la cabeza agachada y el pelo tapándole el rostro, además de gafas y ropa ancha. Ni a propósito podría ir peor. Jatun es un instituto de barrio lleno de macarras que se sienten más machos atacando a los demás, me da muchísima rabia.

-EY, VOSOTROS -grito para llamar la atención - o le dejáis tranquilo o llamo a mi madre.

-¿Qué haces? -susurra Blanca espantada.

Mi madre tiene fama de tener muy mala leche, su asignatura de química es la más difícil de todas, nadie quiere ponerse a malas con ella.

Tomás me mira sonriendo y levanta las manos.

-No hace falta ponerse así, Adari -pongo los ojos en blanco al escucharlo llamarme así- este nerd y yo ya hemos terminado de hablar, espero que haya aprendido la lección.

Veo al pobre chico que le está sangrando el labio y aprieto los puños por la impotencia.

-Vámonos, chicos aquí ya hemos terminado -dice Tomás- espero contar contigo en mi fiesta este sábado, Adari.

-Ni en tus sueños, Tomás.

Se va riendo con sus amigos, aunque está lejos me parece escucharle decir:

-Va a caer como todas.

Fanfarrón odioso.

-Te has vuelto loca de remate -me regaña Blanca- Tomás es guapísimo, no puedes seguir rechazándole. Y todo por ese...

Señala al nuevo que está limpiándose la sangre con un pañuelo.

-Seguro que es más simpático que el proyecto de gorila sin cerebro de Tomás.

-Tú sabrás, pero yo pienso ir a la fiesta. Todo el mundo va a estar allí. Bueno, me voy a casa, ¿me acompañas?

-Ve yendo tú, yo me quedaré un rato a estudiar.

Mira al nuevo y a mí alternativamente.

-No hagas nada que dañe tu reputación, Adara.

-Adiós -digo agitando la mano y ella se da la vuelta y se va resignada, sabiendo que haré algo que en su opinión dañará mi reputación.

Cuando ya no puedo verla me acerco al chico.

-¿Estás bien?¿Puedo ayudarte en algo?

Él se encoge, pero con lo alto que es no consigue gran cosa. Trato de verle la cara sin embargo, se gira y se muestra receloso.

-¿Cómo te llamas? -vuelvo a intentarlo.

Tarda varios minutos, pero al fin responde.

-Mikael

-Mik, me gusta. ¿Vives cerca?

Sacude la cabeza y ese movimiento debe dolerle porque le veo hacer una mueca.

-Tomás es un bruto, deberías mantenerte lejos.

-Eso intento, pero cuando se aburre, viene a buscarme.

-Si quieres puedo hablar con él -ofrezco.

Tomás es un gorila sin cerebro, pero a veces hace cosas buenas para quedar bien conmigo. Lleva al menos dos cursos intentando meterse en mi cama.

-No quiero tu ayuda, puedo arreglármelas solo. Aplícate el consejo que me acabas de dar sobre Tomás y mantente alejada de mí -me contesta borde.

Falsa apariencia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora