Te amo

12 2 0
                                    

ADARA.

Ver a Mik con esa mirada triste me rompe el corazón. No puedo ni imaginar las cosas que tiene que haber llegado a ver. A pesar de que tenemos la misma edad me doy cuenta de que él ha vivido más que yo, su mirada no es la de un adolescente.

— ¿Qué puedo hacer para que te sientas mejor? — preguntó con suavidad cuando cierra la puerta de su casa. 

— Solo con que estés aquí es suficiente — dice y me da un breve beso en los labios — ven, vamos a ver una película. ¿O tienes que irte pronto?

— Le dije a mis padres que iría con Blanca a estudiar para los exámenes finales, así que tengo tiempo. 

Sonríe y me lleva hasta el sofá, escojo una película romántica y me acurruco en su costado. Podría acostumbrarme a esto, su olor masculino me encanta.

Al principio vemos la película, pero pronto sus manos se vuelven juguetonas y se cuelan por dentro de mi camiseta para hacer círculos en mi espalda. Sólo con un roce me empieza a dar calor.

— Mik… te amo — no pretendía decir eso simplemente escapa de mis labios. 

Él me agarra por la barbilla y me mira con una intensidad que me tiemblan hasta las piernas. Entonces devora mi boca con un beso apasionado, ese beso le sigue otro y otro y otro. Hasta que acabo tumbada en el sofá con él encima. Puedo notar su erección rozando mi centro con cada movimiento, a la vez que el beso se vuelve más profundo. 

Tantas sensaciones al mismo tiempo me están volviendo loca.

— Tenemos que parar — dice en una pausa entre beso y beso — sino luego va a ser más difícil.

Atraigo su boca de nuevo y le doy un largo beso. 

— No pares — suplico — quiero que seas mi primer y único hombre. No puedo imaginar esto con alguien que no seas tú. Hazme el amor, Mik.

— Te quiero — dice y me da un dulce beso en los labios, lento y lleno de amor.

Pidiéndome permiso con la mirada empieza a quitarme la ropa, cuando llega a la ropa interior no puedo evitar llevarme las manos a la cara llena de vergüenza. Es la primera vez que alguien me ve completamente desnuda. Cuando acaba de levanta para admirarme y luego se quita su ropa con movimientos rápidos. Cuando veo su miembro me da un poco de pánico, no creo que eso me vaya a caber. 

— Yo… — digo con timidez y la vista fija en su erección — y si no somos compatibles. 

Se ríe al darse cuenta de a lo que me refiero.

— Tranquila, iré despacio, si en algún momento quieres parar dímelo y lo haré. Confía en mí.

— Siempre — respondo de inmediato.

No pienso volver a dudar de nosotros, es lo mejor que me ha pasado. Con Mik me siento viva.

El roce de su piel desnuda contra la mía hace que se me ponga la piel de gallina. 

Comienza pasando los labios por mi frente y luego va descendiendo lentamente por mi cuerpo en una dulce tortura. Lame y chupa mis pezones y sigue su camino hacia mí ombligo. Cuando llega a mi entrepierna me pongo en tensión, pero la esquiva y se ríe al ver mi cara de desilusión. 

— ¿Quieres algo? — pregunta divertido.

— Ya sabes lo que quiero — digo con vergüenza. 

— Tendrás que ser más específica.

Giro la cabeza incapaz de mirarle a los ojos mientras lo digo.

Falsa apariencia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora