Serás mío

C V

Harry Potter

Tras acabar la comida nos marchamos con nuestro grupo que tenía de guía a estudiantes mayores, ahí nos tuvimos que despedir a la lejanía de nuestros amigos en otras casas, sin esperarlo nos habíamos dispersado en cada casa.

Pasamos por un laberinto de pasillos que me recordaban al laberinto de hierbas en casa, sin duda una gran actividad para jugar entre todos.

Pero ahora era un laberinto frívolo, que nos llevó hasta las mazmorras donde encontramos varias pinturas.

- recuerden esto la contraseña solo durará está semana así que estén atentos - hablo un joven de mirada desinteresada - silencio mortal - dijo y un pasadizo se abrió frente a el con una puerta de roble oscuro.

Entramos todos para ser recibidos por los mayores que nos miraban con curiosidad.

- tomen atención, ahora que son miembros de Slytherin deberán seguir reglas, la primera es que sin importar que tengan diferencias con otros miembros eso se queda aquí, afuera apoyence unos a otros, no somos una casa bien recibida así que no llamen la atención, si se meten en problemas procuren buscar a un prefecto de la casa o a nuestro jefe de casa - dijo para retroceder un poco y dejar un pasillo humano.

Ahí entro el mismo hombre de oscuros ojos con un porte increíble.

- bienvenidos a Slytherin, yo soy vuestro jefe de casa, me llamo Severus Snape Prince, espero que sigan las normas impuestas, el toque de queda es a las 10 así que no se atrasen, siempre lleven sus pociones calmantes para el celo y no pierdan puntos de la casa y recuerden, este es su nuevo hogar, entre serpientes siempre nos ayudamos - finalizó para hacer aparecer unos papelitos que esparció entre nosotros - sus horarios son estos, no vayan a faltar a sus clases y recuerden revisar los temas antes de la clase - finalizó para darme una mirada rápida y marcharse.

- bien, ahora Omegas por este lado y Alfas por este otro, los betas síganme - hablo para empezar a caminar por la escalera de en medio.

- te veré mañana por la mañana - hablo Draco suavemente para marcharse con los Omegas.

- yo también te veré mañana - se despidió sonriente Ronald para ir tras Draco.

Por mi lado me marche al lado de los Alfas, subimos por unas escaleras circulares hasta encontrar un pasillo con letreros que llevaban nombres personalizados.

Parecía que cada puerta representaba a su huésped, llegando a la mía note el claro brillo del oro con la madera negra.

Estar con los duendes causó que tuviera una pequeña fijación por lo brillante, en especial el oro pero claro eso no destacaba tanto, lo que lo hacía eran las enredaderas que rodeaban a mi nombre, brillando hermosamente.

Toque la puerta que brillo al instante abriéndose, al pasar se cerró rápidamente dejándome ver un gran espacio, era tan grande como mi habitación en casa y claro tenía el techo lleno de estrellas que tanto me gustaba.

El comedor también lo tenia pero con una cabra ahí no se podía disfrutar.

Abriendo uno de los compartimientos de mi baúl saque a Hedwig y a Tödlich que empezaron a inspeccionar la zona curiosos.

Me cambié de ropa para dormir sacándome también un poco de chocolate.

Al subirme a la cama el cachorro no tardó en subirse también y mi querida Hedwig posarse en mi cabecera.