Serás mío

C II

Harry Potter

Ya habían pasado tres días desde que me hicieron esa "limpieza total" así que ahora estaba en casa con mi tío que no ha dejado de llorar, pronto nos iríamos así que no podía esperar para dejar de escuchar sus lamentos.

Tras que despertará de esa sesión me explicaron lo básico del mundo al que pertenezco.

Me informaron que ellos eran duendes que estaban a cargo del banco para magos "Gringotts".

Dejándome también el testamento de mis padres y la aclaración de como habían perecido.

También de todas las cosas que me habían puesto en mi, cadenas que me limitaban pero ahora con conciencia de ello me encargaría de que todo aquel que se haya atrevido a meterme en el infierno de vida que tuve pagaría caro.

Se me dieron las cuentas de mis padres al ser su sucesor directo, junto a las propiedades que por derecho me pertenecían.

Dándome también información de mis antecesores y como final se me dijo de lo sucedido antes de la muerte de mis padres según sus registros y los míos.

Ahí salieron algunas cosas interesantes que debo decir, me parecieron muy interesantes.

Tras ello se me ofreció ser un aliado de la raza de los duendes, claramente no me negué, nunca está de más tener aliados y que mejor que unos que están en el banco.

Tambien se me ofreció ir a vivir con ellos, algo que acepte pero debía dejar las cosas claras aquí, para evitar tener problemas después.

Tío Vernon que tras una revisión se lo declaró con depresión severa con tendencias suicidas terminaría siendo internado en una clínica psiquiátrica.

Lamentablemente como me vieron sin más familiares, quisieron llevarme a un orfanato pero gracias a los duendes eso se soluciono.

Aunque tuve problemas para vender la casa, al final lo conseguí vender a una joven pareja que entendió la situación.

Con ello ya podría irme de este lugar, a las cinco de la tarde vendrían por mi tío así que solo debía esperar una media hora más.

Bueno los duendes dijeron que llegarían antes para ayudarme con la escena que se avecinaba.

Y como esperaba la puerta fue golpeada, cuando fui a abrir me encontré con una pareja, que estoy seguro que no pasan de los 30.

— buena tarde joven Potter — me habló el hombre.

— buenas tardes, ¿les puedo ayudar? —

— veo que no nos reconoces, somos duendes disfrazados pequeño — me explico la mujer que ahora se inclinaba hacia mi con una sonrisa, dejándome ver cómo sus ojos se volvían negros como los de un duende.

— ¡oh! Disculpen no esperaba eso, por favor pasen — ofrecí haciéndome a un lado.

— ¿ya estás listo para que nos vayamos? — pregunto Ragnuk que había cambiado de forma apenas cerré la puerta.

— si, aunque mi tío se irá primero, así que deberemos esperar un poco —

— ya veo, entonces... ¿que tal un recorrido por la casa antes de irnos? — propuso divertido Ragnuk.

— claro, ya que todos los muebles se fueron no hay donde esperar, vamos — respondí ansioso por darle una última vista a este lugar.

Los lleve por la sala, la cocina, el patio con mis queridas plantas que ahora otros cuidarían, después al piso de arriba donde mostré y expliqué un poco de cómo se dividían las habitaciones antes, claro no entramos a la habitación del tío Vernon por que no quería que vieran esa escena tan lamentable.