•|CAPÍTULO XI|•

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Dianne Crimson

Salí del pequeño trance en el que me había sumido cuando noté el familiar calor asfixiante a mi alrededor.

Las llamas habían empezado a arrasar con todo dentro de la casa de los Hope y mi mente decidió enviarme de vuelta al pasado, utilizando la memoria del objeto que cargaba en mis manos y que había presenciado la travesía que atormentaba mi alma.

FLASHBACK

— ¡DIANNE, DESPIERTA! — Me despertó la voz desesperada de mi hermano.

A penas podía recordar que había pasado. Estábamos cenando cuando una explosión nos hizo volar a todos por los aires. Recordé el fuego antes de caer inconsciente y entonces supe que estábamos en peligro.

— ¡Dereck! ¡¿ Dónde estás?! — grité tratando de ver a través del humo negro que empezaba a cubrir cada rincón de la casa.

Tosí mientras ocultaba mi nariz y mi boca con la chaqueta que llevaba puesta.

Me arrastré por el suelo, a gatas en dirección a dónde creía haber escuchado su voz. Por suerte el me encontró antes y me abrazó con fuerza antes de sujetar mi rostro entre sus manos para observarme. Me tomé un momento para hacer lo mismo con él: tenía un corte que cruzaba su frente pero que no sangraba demasiado, sus ojos estaban inyectados en sangre y el rostro lo tenía cubierto de hollín. Estaba bien.

—¿Dónde están mamá y papá? — interrogué con terror puro tiñendo mi voz.

• • •

Tardamos varios minutos en encontrarnos con ellos, estaban atrapados bajo una de las estanterías de la cocina pero estaban vivos. Dereck y yo tratamos de ayudarles a salir pero  el mueble era demasiado pesado y el humo junto con el abrasador calor que desprendía cada rincón de la casa nos debilitaba a cada segundo.

Veía a mi hermano gruñir del esfuerzo tratando de mover el gran escombro que los sepultaba mientras sentía las lagrimas calientes de la desesperación rodar por mis mejillas cuando comprendí que no saldríamos del lugar con vida.

— Tenéis que iros...— susurro mi madre antes de comenzar a toser violentamente.

—¡No, mamá! — grité agachándome a su lado y estallando en llanto.

— Dianne, Dereck, tenéis que salir de aquí, tenéis que poneros a salvo.— Mi padre gimió mientras sacaba una mano de debajo del mueble para acariciar mi mejilla.

— ¡No os dejaremos aquí! — chilló esta vez mi hermano.

— ¡Dereck, por favor! Si os quedáis aquí moriremos todos...— la voz de mi padre estaba cargada de súplica.

Mi hermano mayor cayó de rodillas a mi lado y por los espasmos que azotaban su columna supe que el también estaba llorando.

— Tienes que sacar a Dianne de aquí, no dejes que nada le pase...— escuché susurrar a mi madre.

Entonces empezó a combulsionar y sentí que el mundo se venía abajo cuando sangre comenzó a emanar de su boca y su nariz.

—¡MAMÁ!

— ¡SÁCALA DE AQUÍ, DERECK! — gritó mi padre con desesperación antes de estirar su mano tratando de alcanzar a su esposa.

Sentí cómo mi hermano me levantaba y me sujetaba por la cintura arrastrándome por la habitación.

—¡NO, DERECK! ¡SUÉLTAME! — chillé desesperada tratando de zafarme de su agarre.

— Jamás olvidéis que os amamos...— Escuché la voz de mi padre cada vez más lejos.

EMPATH •| Lockwood & co |• → Anthony Lockwood ←Donde viven las historias. Descúbrelo ahora