• 𝙲𝚊𝚙𝚒𝚝𝚞𝚕𝚘 𝚇𝚅𝙸𝙸𝙸 •

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Después de llegar a Forks, Lily iba en la parte trasera del auto de Carlisle mientras Edward y Alice iban adelante.

La pelirroja simplemente miraba por la ventana, aun no sabía cómo le diría a su hermanos y amigos que se convertiría en vampira, que se tendría que alejar de ellos, pero quien más le preocupaba era Harry.

Ella era la única familia que el azabache tenía, no quería dejarlo solo, sus pensamientos se esfumaron cuando el auto se detuvo.

—Llegamos — habló el cobrizo, Lily se quito el cinturón de seguridad para salir.

—Gracias Alice — dijo la pelirroja mientras cerraba la puerta del auto y se iba ignorando totalmente a Edward.

Abrió la puerta de su casa y miro a los hermanos Cullen antes de cerrar, habían llegado a Forks en la tarde, a las siete de la noche, Lily preparo algo para cenar y después subió a su habitación para tomar un baño e irse a dormir pues habían sido días largos.

Pero no pudo dormir tranquila ya que en sus sueños escuchaba gritos, súplicas para que no mataran a personas, ella comenzó a moverse en su cama tratando de despertar pero no lo lograba, sintió como una mano fría acaricia su rostro por lo que despertó asustada mientras tomaba aquella mano y la apartaba.

Al abrir sus ojos se encontró con los ojos dorados de Edward, él estaba sentado a un lado de ella en su cama.

—Estas aquí — murmuró la pelirroja.

—Duerme — habló el cobrizo —. Estaré aquí cuando despiertes — Lily solamente lo miraba sin saber que decir o hacer —. Una de las razones por la que me fui, a parte de alejarme de Bella fue porque creí que te protegería, quería que tuvieras la oportunidad de una vida normal y tranquila.

—Soy una Potter, mi vida nunca será tranquila — dijo ella mientras se sentaba en su cama —. Pero fue tan fácil para ti irte.

—Dejarte fue lo más doloroso que he hecho, hace cuatro años que me fui de Hogwarts le escribía a Dumbledore para saber de ti y con tan solo leer que estabas bien me hacia sentir bien, pero ahora que me vine a despedir fue lo más difícil, hubiera deseado que un dragón me escupiera fuego a irme de tu lado — explicó el cobrizo mientras tomaba la mano de Lily —. Pero te juro que jamás te volveré a fallar, lo siento mucho.

—Tienes derecho a tomar tus propias decisiones, después de todo, tu y yo no éramos nada — agregó Lily mientras alejaba su mano de la de Edward.

—Pero eso puede cambiar, espero que me perdones, porque no sé como podría vivir sin ti — Edward comenzó a acercarse a Lily para besarla y ella correspondió pues no podía engañarse a si misma.

Amaba a Edward, y ese amor nunca desaparecería.

>¿Quieres regresar conmigo? — murmuró el cobrizo mientras se separaba de la pelirroja.

Lily abrió los ojos para mirar a Edward, y sonrió para después sonreir y asentir con la cabeza.

—Si, pero no vuelvas a alejarte de mi, no otra vez — susurro ella.

—Jamás — dijo él para ambos unirse en un beso, Edward se acercó más ella para tomarla de la cintura y ella lo tomaba del cuello para acercarlo a ella y profundizar el beso.

Después de unos segundos se alejaron.

—Después de que Alice me transforme, ya no te desaharas de mi — dijo ella mientras acariciaba el rostro de su ahora novio.

—No tendrá que hacerlo — respondió él —. Siempre hay forma de evitar que los Vulturis se enteren.

—Pero tu familia, si no se cumple lo dicho ellos vendrán por ustedes y habrá una pelea, no permitiré que más personas mueran, ya no quiero eso, por favor — pidió Lily.

Una Segunda Oportunidad || CD ECDonde viven las historias. Descúbrelo ahora