• 𝙲𝚊𝚙𝚒𝚝𝚞𝚕𝚘 𝚇𝚇𝚇 •

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Dos días, solo faltaban dos días para la boda de Edward y Lily. La pelirroja se levantó en la mañana y tomó un baño para después arreglarse y comenzar a arreglar su casa ya que al medio día llegarían todos.

Sus tíos irían un día antes de su boda y se quedarían en su casa con Harry y los Weasley, mientras más se acercaba el día los nervios aumentaban en ella, pronto sería la señora Cullen.

Les había dicho a su hermano y amigos donde había puesto el traslador para todos y todos llegarían en el bosque frente a su casa, por suerte la casa de a Lily era igual o más grande que la de Harry, habían suficientes habitaciones para todos y quizás algunos compartirían pero todos podrían quedarse.

Estaba practicando caminar con los tacones que Alice había elegido hasta que su puerta fue tocada, ella se quito los tacones y se puso sus zapatos deportivos y se acercó a la puerta, al abrir se encontró con los Weasley del otro lado.

—¡Hola! — saludo ella al abrir la puerta y acercarse a abrazar a la señora Weasley, después al señor Weasley.

—Querida, es bueno verte — habló Molly mirando a la pelirroja.

—Igualmente, hola Ginny — se acercó a abrazar a la chica Weasley quien respondió al abrazo.

—¿Nerviosa? — cuestionó Ginny alejándose de Lily.

—Si, pero bueno tarde o temprano tendría que casarme — respondió sonriendo —. Pero pasen, arriba están las habitaciones, pueden dejar sus cosas.

—Yo voy a dejarlas, ustedes quédense con Lily — dijo Arthur tomando las mochilas y subiendo por las escaleras.

Lily sonrió y camino hacia la sala donde las mujeres la siguieron y tomaron asiento en el sofá.

—Tu casa es bellísima — habló Molly mirando a su alrededor —. Y muy cálida.

—Gracias, ahora lo es porque llega una época donde Forks es totalmente frío — agregó ella —. ¿Y dónde están los demás?

—Llegarán en la noche, George tiene que dejar a alguien a cargo de la tienda, Bill y Fleur tienen algunos asuntos y Ron llegarán con Harry y Hermione — respondió Ginny.

—Esta bien, ¿gustan algo de beber o comer?

—No querida, estamos muy bien, te lo agradecemos — dijo Molly mientras su esposo bajaba por las escaleras.

—Esto es increíble, estaré cerca de muggles — habló mientras se acercaba a su familia.

Lily sonrió al ver a Arthur emocionado por conocer a más personas.

Comenzaron a platicar acerca de los preparativos para la boda hasta que los golpes de la puerta los interrumpieron, Lily se puso de pie y la abrió.

—¡Hola! — saludo ella mientras se lanzaba a los brazos del chico.

—Hola rojita — respondió Neville quien llevaba una mochila en su hombro.

—Que gusto me da que vinieras pasa — agrego ella alejándose y señalando la sala donde estaban los Weasley.

—Que tal — saludo el chico.

—Hola Neville, qué bueno verte — respondió Arthur mientras Ginny lo saludaba con la mano.

—Puedes dejar tus cosas en la habitación del fondo, es para los chicos — agregó la chica Potter a lo que el joven asintió.

Cada vez Lily se sentía más completa de tener a sus seres queridos cerca de ella para un momento importante en su vida.

Una Segunda Oportunidad || CD ECDonde viven las historias. Descúbrelo ahora