• 𝙲𝚊𝚙𝚒𝚝𝚞𝚕𝚘 𝚇𝚇𝙸 •

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Al día siguiente Edward fue por Lily para llevarla a su casa y poder tenerla al pendiente de lo que estaba pasando. Cuando llegaron a la casa Cullen se encontraron con Jasper, Emmet y Carlisle en la sala mirando la televisión.

En esta pasaba una noticia en Seattle sobre desapariciones y muertes lo cual preocupaba al clan, inmediatamente Carlisle apago el televisor.

-Esta empeorando - habló el líder del clan -. Tenemos que hacer algo.

-Se necesita a más de uno de nosotros para causar el daño que reportan, muchos más y son indisciplinados, descarados - explico Jasper.

-Son neófitos - sentenció Edward.

-Vampiros nuevos - susurro Lily siendo escuchada por todos.

-Los primeros meses después del cambio...

-Es cuando somos más incontrolables, ambiciosos, enloquecidos de sed - interrumpió Jasper a Edward.

-Es una idea seductora - habló Emmet.

-Nadie a entrenado a estos neófitos.

-Están creando un ejército Jasper - le dijo Carlisle.

-Ahora si tenemos que ir a Seattle - habló Emmet mientras se ponía de pie.

-¿Un ejército de vampiros? - cuestionó Lily.

-Creado para pelear con alguien - respondió Jasper.

-Somos el único clan cerca de Seattle - hablo Edward.

-Sea lo que sea si nosotros no los detenemos los Vulturis lo harán - explico el líder del clan -. Me sorprende que aun no lo hayan hecho.

-Tal vez ellos lo planearon - dijo Edward -. En Italia leí la mente de Aro, quiere que Alice y yo nos unamos a él. Además también quiere a Lily, sabe que nunca lo haríamos mientras esta familia este unida.

-Un ejército solucionaría eso - todos se miraron confundidos ya que les preocupaba lo que estaba ocurriendo.

Lily soltó la mano de Edward para salir un momento, las cosas se complicaban además de que cada vez se acerca el momento en que su novio tenía que convertirla.

El ser vampira la tenía confundida, si quería serlo porque estaría con el amor de su vida siempre y ya no habría nada que los separara. Pero también no quería porque sabía que si hermano Harry se sentiría solo sin su hermana, ya que para convertirse tendría que casarse y eso significaría que tendría su propia familia.

Muchas cosas y situaciones pasaban por su mente, estaba tan ocupada en sus pensamientos que ni siquiera se dio cuenta de que Edward había llegado con ella.

-¿Estás bien? - cuestionó su novio preocupado.

-Si, solo que esto que esta pasando me tiene preocupada - respondió ella.

-Todo va a estar bien, ya lo veras que saldremos de esto - la pelirroja se acercó a su novio y lo tomo del cuello para abrazarlo.

Mientras acariciaba su cuello pudo tocar la cadena qué colgaba de este, era el león que le había dado cuando el se fue.

-No quiero que le pase nada a nadie - murmuró ella acariciandolo.

-No nos pasara nada, confía - Lily lo miro y asintió.

-Me gustaría irme a casa, han sido días largos y estoy un poco cansada - Edward la miro extrañado.

-¿Qué? No, no te dejaré sola - habló el preocupado.

-Por favor, solo hoy, necesito tiempo para mi - su novio se negaba hasta que ella lo beso, Edward abrazo la cintura de su novia acercando la a él profundizando el beso -. Por favor.

Una Segunda Oportunidad || CD ECDonde viven las historias. Descúbrelo ahora