• 𝙲𝚊𝚙í𝚝𝚞𝚕𝚘 𝚇𝚇𝚇𝚅𝙸𝙸𝙸 •

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Ya era de día y Edward se encontraba en la cocina vaciando una bolsa de sangre en el vaso de Lily, cuando lo vacío tiro la bolsa en el bote mirando las demás bolsas vacías.

La pelirroja se encontraba en la sala hablando por teléfono con Molly ya que Hermione estaba con ella prestándole su teléfono para hablar con ella.

Enserio espero que estés mejor, los chicos me han dicho que has estado un poco enferma — decía Molly.

—Si, estoy bien, los chicos han estado conmigo en todo momento — respondió Lily mientras acariciaba su estómago.

Me alegra saber eso, ¿qué tal tu vida de casada?

—Esta bien, aunque como cualquier matrimonio hemos tenido problemas — respondió ella mientras trataba de soportar las lágrimas al recordar el como había hablado el cobrizo con ella.

Siempre va a ser así, pero lo importante aquí es que lo resuelvan juntos.

—Si, enserio lo espero — en ese momento vio a su esposo entrar en la habitación —. Molly debo dejarte, espero pronto verlos a todos, les mando un saludo a todos allá.

Claro querida, cuídate mucho — se despidió la señora Weasley para después colgar.

Lily dejo el teléfono a un lado mientras su esposo caminaba hacia ella hasta que estuvo delante de ella dejando el vaso en la mesa mientras él se hincaba.

—Lamente haberme enojado tanto — se disculpo el cobrizo.

—Yo estaría igual — respondió Lily sin ningún tono de enojo en su voz.

—Te he dejado sola en esto.

—Matrimonio.

Edward sonrió al escuchar a su esposa.

—Dicen que el primer año es el más duro — agregó él mientras tomaba la mano de su esposa y la acariciaba.

Ambos se quedaron en silencio hasta que Edward hizo una mueca.

>¿Qué cosa? — cuestionó el cobrizo.

—¿Qué?

—Oí algo que… — respondió Edward mientras colocaba su mano en el estómago de su esposa —. Di algo más.

—¿Qué quieres que diga? — preguntó confundida Lily.

Su esposo sonrió lo cual confundió a su esposa.

>Edward, ¿qué ocurre?

—Le gusta el sonido de tu voz — respondió él mientras acariciaba el estómago de ella.

—¿Lo estás oyendo? ¿Cómo? — preguntó confundida ella.

—En mi mente — respondió él, Lily rápidamente coloco su mano a lado de la de su esposo.

>También le gusta mi voz — agregó él mientras sonreía.

—¿Qué oyes? — cuestionó Lily querido saber que decía su bebé.

—Es tan extraño, creí que era como yo pero no es como tu, bueno y puro. Esta feliz — respondió Edward mientras sonreía mirando a su esposa.

—Claro que si, claro que eres feliz, como no ibas a serlo, ¿sabes cuanto te quiero? — hablaba la pelirroja mientras acariciaba su estómago —. ¿Qué oyes ahora?

—Que te quiere, Lily — al escuchar eso la sonrisa de Lily se amplio.

Edward se acercó al estómago de su esposa para dejar un beso en él.

Una Segunda Oportunidad || CD ECDonde viven las historias. Descúbrelo ahora