Cap 7

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Iban a darnos dentro de poco las vacaciones de Navidad y yo ya me había empezado a poner la ropa muggle navideña, la cual me encantaba.
Remus y yo teníamos un jersey de renitos a juego, con Regulus otro de pingüinos y con mi hermano de elfos navideños.
El corte ya se me había curado bastante y madame Pomfrey me dijo que no me iba a quedar marca por las pociones raras que me ponía en el jugo de calabaza.
Era viernes por la tarde y estaba entrenando porque mañana tenía que jugar contra Slytherin y tenía que ganarlos para darle en la cara a Lucius y para ganar la apuesta que había hecho con Regulus.
Como cazadora del equipo tenía que meter goles y eso estaba practicando, además de las esquivas y otros movimientos.
Esa noche había reunión en el Gran comedor y fuimos con los jerseys navideños todo fashion.
McGonagall llamó la atención de todos los estudiantes y empezó a hablar.
- El baile de Navidad será el día 22, antes de que os vayáis de vacaciones.
Será a las 9 de la noche hasta las 2 de la mañana. Llevar vuestras mejores galas y no quiero que haya ningún tipo de problema ese día por favor.
El conjunto directivo ha decidido que sería una buena idea que llevarais el mismo color de vestimenta que vuestra pareja si no es molestia.
Y ahora a dormir.
Nosotros ya habíamos acabado los exámenes pero seguíamos teniando deberes.
Pero por un fin de semana que no los entregara no iba a pasar nada.
A la mañana siguiente me puse el equipamiento de quidditch y bajé a desayunar.
Por las escaleras, vi que había un montón de parejas pidiendo si quería ir con el al baile y cosas de esas.
En eso que alguien me pasa por encima y me cae.
Me empieza a zarandear y me pone de pie.
- YA TENGO PAREJAAAA.
- Regulus por favor, me vas a marear.
- Uy perdón.
- A ver, quién es?
- Amanda Rosier.
- Ni idea, Reg.
- Ya te la presentaré. Y tú?
- Yo nada, por??
- Por nada.
Fuimos a desayunar ligero porque empezaba dentro de una hora el partido y por si acaso.
Nos pusimos a calentar rápidamente y empezamos el partido.
- Bienvenidos al tan esperado partido entre Slytherin y Gryffindor. Espero que este año no dure cuatro horas.
Capitán Graw dale la mano al capitán Malfoy y que empiece el partido.
Al principio metieron los Slytherin pero fue el único que metieron.
- La cazadora Potter le roba la quaffle a Malfoy y se la pasa a Black.
Esa chica es puro fuego, voy a invitarla al baile navideño.
- Señor Tonks vuelva al partido- le riñó la profesora McGonagall.
- Si perdón profesora. Gryffindor tiene en posesión la quaffle y se acerca al campo Slytherin y tras una esquiva de la cazadora Potter mete Goooolll.
Vaya miradita Malfoy. Se la está comiendo con la mirada.
- Señor Tonks, por favor- dice la profesora McGonagall escandalizada por los comentarios del Hufflepuff.
- Perdón, perdón. Que vemos, a Regulus y a James volando detrás de la snitch que recordando son 150 puntos para la copa de las casas. Se va a preparar la de dios si gana Gryffindor, hoy hay fiesta en la sala común muchachos. Oh no, Black ha recibido un golpe con una bludger provocando una baja en el equipo de Gryffindor.
Pero parece que no se ha quedado inconsciente y se vuelve a meter en el partido en el mismo momento en el que JAMES POTTER HA COGIDO LA SNITCH. GRYFFINDOR HA GANADO EL PARTIDO.
Fui a abrazar a mi hermano y le saqué la lengua a Regulus el cual me sacó el dedo.
Malfoy me guiñó un ojo y yo le sonreí con aire de superioridad.
- Los adolescentes Potter y Malfoy parece que se han olvidado del partido y se lanzan miradas como si hubiera un juego entre ambos.
- Señor Tonks, usted es comentarista o periodista en un periódico de chismorreo?- dijo la profesora McGonagall un tanto cabreada.
Celebramos bastante ese día pero los profesores no nos dejaron hacer la fiesta así que nos tocó quedarnos en nuestras habitaciones.
Ya era 20 de diciembre y yo seguía sin pareja. Me lo habían pedido ya cuatro personas pero le había dicho que no porque uno era Tonks, otro era Mclaggen, el subnormal de Rosier y otro era Nott.
Fui al Gran comedor con ropa muggle pues hoy íbamos a ir a Hogsmade a comprar regalos para Navidad y para comprar lo último necesario para el baile aunque como iba, no sé si bajaría o no.
Mi madre me había comprado un vestido precioso pero le escribí para decirle que no tenía pareja todavía.
Palabras textuales de mi madre.
Hija, coño que eres muy guapa pa que estés rechazando gente.
Aunque también te digo que si en un momento dado tienes que ir con tu hermano, no te cortes que el mendrugo de James no tendrá pareja ni aunque se lo pida a la más fea de Hogwarts.
O si no vete con Remi.
Te quiero mucho, cielo.
Lo de James, no era cierto. El primer día, ya había conseguido una chica Ravenclaw guapísima pero que no la conocía de nada.
Y Remi iba a ir con Andrómeda Black, que se llevaban bien por las clases de Cuidado de Criaturas mágicas. Hasta Peter tenía pareja. Y yo iba a ser la única que me iba a quedar en la habitación sola.
Que tampoco era mal plan pero conociendo a Remi y a Reg, capaces de que no me dejaban quedarme aquí y me tocaba salir igualmente.
Reg me estaba esperando en la puerta principal con un gorro de invierno verde y con su abrigo gris que heredó de su padre.
- Por fin..- dijo aburrido- nos vamos ya, pesada??
- Siii.
Fuimos caminando agarrados del brazo tipo marujas del pueblo chismoseando camino de Hogsmade.
- Sigues sin pareja??
- Si. Porque estar soltera está de moda.
- Eres subnormal. A que tienda tienes que ir?
- A una para comprarme unas horquillas y otras para comprar un poco de maquillaje. Y tú?
- A por una pajarita negra, por lo demás no tengo nada más que comprar. Venga te invito a unos chocolates en el Honey Ducks y a una cerveza de mantequilla. Por lo del partido, que aún te lo debo.
- Uy, no me acordaba yo. Vale, vale.
Fuimos a comprar y nos encontramos con mi hermano y con los demás.
Ostias, no me acordaba de Sirius. Aunque lo más probable es que tuviera tres parejas no perdía nada por preguntar.
- Sirius, tienes pareja para el baile ?
- Que pasa, tú no?
- Pues no porque todos son unos imbéciles. Y además, a estas alturas no creo que ha nadie le dé tiempo a tener el mismo color de vestido que yo así que... No era nada. Era solo para no ir sola. Pero déjalo.
Salí de Zonko y volví a coger a Reg del brazo para comprar las cosas que necesitábamos.
A las 4 de la tarde volvimos a Hogwarts y tras un abrazo de despedida subí hacia mí dormitorio hasta que me topé con Malfoy.
- Por fin te encuentro.
- En serio me estabas buscando?
- Te sorprende Potter.
- Ahora me llamas Potter?
- Tu me llamas Malfoy. Y prefieres Potter que princesa o linda por lo que dejaste claro en esa enfermería.
- Eres idiota.
- A lo que voy es que si querías ir al baile conmigo?
- El astuto Lucius Malfoy no tiene pareja para el baile.
- Pues la inteligente __ Potter tampoco por lo que tengo entendido.
Me quedé callada y lo miré.
Tenía esa sonrisa de superioridad que tanto me molestaba.
- Pero nuestra ropa no será del mismo color. Ya casi no quedan días.
- De que color es tu vestido.
- Granate.
- Pues, cariño mío, tenemos un problema. El granate digamos que no me sienta del todo bien. Pero creo que a ti el verde te va a quedar como un guante.
Lo miré perpleja.
- Perdón. Mi madre ya me ha comprado el vestido y no pienso pedirle que lo cambié.
- No lo cambiará. Solo lo cambiaremos de color. Dónde está tu habitación?
- No voy a permitir que entres a mi habitación.
- Linda, tenemos que tomar medidas y estas son las más apropiadas.
- Pero que pensarán si te ven en mi habitación?
- Pues déjame tu vestido, pesada. Te lo devolveré mañana con los cambios hechos.
- Está bien. Voy a por el.
- Te sigo.
- Como? Lucius dijiste que te daba el vestido.
- Pero tendré que ir a buscarlo, no?
- Te lo puedo traer yo.
- No te preocupes, preciosa. No hace falta que una chica como tú, cargué ese peso.
- Sabes que, dime el hechizo y el color de tu traje. Lily me dijo que es tradición que las parejas no vean sus atuendos hasta el día del baile.
- Tú lo que quieres es impresionarme.
- Piensa lo que quieras, Malfoy.
Nos quedamos los dos en silencio hasta que él volvió a hablar.
- Solo aceptaré está condición si vas a venir conmigo.
Mi mirada se cruzó con la de él. Esos ojos grises y penetrantes miraban los míos casi con intención de sacarlos de las órbitas.
Bajó su mirada a mis labios y empezó a acercarse. Me empecé a separar cortando la tensión entre ambos.
- Acepto, pero si no te comportas como un completo idiota.
Me sonrió ampliamente con su característica sonrisa sarcástica.
- Sabes que no contigo. - se inclinó cogiendo mi mano y besándola. Después levantó su cabeza y guiñó un ojo- futura señora Malfoy.
- Eres imbécil.
Se dió la vuelta para irse a su sala común.
- __ Malfoy. No te queda mal del todo,  linda.
Me fui a mi habitación negando con la cabeza mientras sonreía. Ahora solo tocaba lo peor, decírselo a mi hermano.

¿Otra Potter? - Sirius Black y túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora