Cap 8

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- De ninguna manera.
- Ay James, por el amor de Dios ni que fuera un asesino.
- Ya sabes lo que pensamos de los Slytherin.
- Canuto, de que lado estás?
- Del de tu hermano, por supuesto.
- Dejarla ir con quien quiera, vosotros habéis ido con quién os ha salido desde la punta de .....
- REMI POR FAVOR.
- No pienso permitir que vayas con ese cerdo con peluca.- replicó James.
- Pues me da igual lo que digas. Además, los Malfoy son socios de la empresa de papá, sino de dónde crees que los Malfoy sacaron ese pelo?
( Fleamont Potter trabajaba en una empresa tras descubrir la poción alisadora Sleekeazy para el pelo)
- Me da igual como si son los mismísimos ministros de magia, lo único que quiere es metértela hasta el alma.
- James, no me hagas tener que escribirle a mamá. Sabes que te llegará un vociferador.
- Pues yo no me quedo como responsable si a los 15 años te quedas embarazada.
- Tengo la cabeza suficiente para que no me lleve a la cama.
- No estoy muy seguro.
- Pues tú andas haciendolo con medio Hogwarts así que yo tampoco me hago responsable si eres padre a los 15. Que ya sé que Sirius y tú tenéis una competición, que ya no me hace falta que me lo digas. Ya me entero por otras personas. Fíjate James, de Sirius me lo esperaba, pero de ti... Y encima que no me lo cuentes.
- Oye, que ahora no he dicho nada- reclamo Sirius ante el ataque de golfo tan gratuito.
Salí de su habitación pegando un portazo y escuché
- Mujeres.
Volví a abrir la puerta y con los ojos inyectados en sangre fui hacia mi hermano.
- Saltar por la ventana será un destino menos cruel de lo que te espera. - dijo Remi tranquilo comiendo chocolates sin levantar la mirada
- Colovaria- su pelo se volvió de color azul eléctrico y sus cejas amarillas.
James empezó a gritar y a maldecir en todos los idiomas que sabía. Pero entendí a la perfección porque solo sabe un único idioma.
- Me cago en tus muertos, __ Potter. Cómo esto no se quite antes de la cena te juro que te reviento.
Ya salí de su habitación y me puse a dar los últimos retoques al vestido.
Luego bajé a cenar con Regulus y vi que mi hermano estaba perfectamente.
- Joder
- Que te pasa, cuñis.
- No me digas así, Reggie
Me miró extrañado y siguió comiendo.
- Es que había hechizado a mi hermano porque no me deja ir con Malfoy al baile.
A Reg se le cayó el tenedor.
- Vas a ir con Lucius?
- Si. Era mi última opción.
- Joder.- se volvió a meter el tenedor en la boca. - pues manda tu hermano a tomar por culo.- dijo con la boca llena.
- No le he dicho esas mismas palabras pero algo así.
- Pues bien hecho.- dijo cogiendo su copa para beber agua.
En eso que pasó Malfoy y me guiñó un ojo y Reg se atragantó.
- Reg, deja de hacer el tonto.- empecé a darle palmaditas en la espalda y este seguía tosiendo - Reg que te mueres, coño. Tú de disimular no sabes, verdad?
- Qué es eso? Se come?
Al día siguiente me quedé la mayor parte del tiempo en mi habitación.
Pero la vez que salí me encontré con Lucius en las escaleras como a las ocho de la tarde.
- Hasta que decides dar señales de vida.
- Llevas esperando aquí todo el día.
- Si. Solo quería darte esto.
Me dió una cajita negra con una cinta blanca atada.
- Es mi adelanto de regalo de Navidad.- explicó al ver mi cara de sorpresa.
- Lucius, no tenías porque..
- Anda, calla y ábrelo.
Abrí la caja y me encontré con un pequeño colgante con una serpiente plata y una esmeralda


¿Otra Potter? - Sirius Black y túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora