Cap 13

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Me desperté entre los brazos de Sirius como a las nueve de la mañana.
Lo miré y vi que tenía un labio roto.
- Que te has hecho ?
- Fui a buscar agua y me di contra el frigorífico.
- Muy tuyo- me incorporé y me llevé la mano a la cabeza.
- Te duele algo?- me preguntó Sirius.
- Solo un poco la cabeza pero no es nada.
A los pocos minutos bajaron James y mis padres.
- ___, no te esperábamos hasta esta tarde.- dijo mi madre.
- Ha habido cambio de planes
Sirius intentó empezar a hablar pero le di un codazo y negué con la cabeza y él se quedó callado.
Desayunamos casi sin hablar y luego fui a mi habitación a despejarme un poco. Me puse a leer mientras escuchaba música, hasta que escuché unos golpecitos en mi ventana.
Había un búho fuera esperando a que le abriera con cara de pocos amigos.
Era una carta de Remus
* ___, pregúntale a tu madre si podemos ir a cenar que se nos ha estropeado la cocina y necesitamos el horno y todo para la cena de fin de año.
Te quiere y te adora
Remi.
Le mandé una respuesta diciendo que si podían venir y luego me puse a reordenar mi armario.
Antes de bajar a comer me miré al espejo y vi que tenía los muslos gordos y que no se me notaban las abdominales como hace unos meses, y que empezaba a tener papada y mi nariz no era tan respingona como la de otras chicas.
Tal vez Lucius tenía razón, ese vestido me hacía gorda y no me quedaba tan bien como yo creía.
-___, baja a comer.- dijo mi madre desde la cocina.
- Voy.
Me coloqué la ropa como antes y bajé a comer.
Comí poco y en cuanto pude salí corriendo a mi habitación.
Me juré a mi misma no volver a hacerlo, desde tercer año me obligué a sanar por mi misma, pero no podía soportarlo más.
Así no iba a poder seguir viviendo, sin gustarme a mi misma. No podía.
Me encerré en el baño que hay en mi habitación y con una cucharilla me provoqué el vómito.
Mi estómago ya estaba vacío, así que no engordaría, ni subiría de peso. Así estaría más delgada.
Unos golpes sonaron en mi puerta.
- ___, te encuentras bien?- preguntó Sirius desde el otro lado.
- Si, no te preocupes.
A las cuatro bajé al garaje y me puse a hacer ejercicio hasta las ocho y media que fue cuando llegó Remus.
Me duché y me puse unos pantalones anchos y una sudadera.
Al bajar a cenar me regaño mi madre por ir tan informal a una cena de fin de año así que me tocó ponerme otra cosa.
Mi madre me dijo que me pusiera el vestido rojo de ayer, pero no me gustaba como me quedaba.
Mientras veíamos las campanadas por la tele, nos sentamos en el suelo y nos pusimos a comer las uvas aunque yo comía trozos de manzana porque las uvas no me gustan.
Sirius me abrazó por los hombros y me colocó la cabeza en su hombro.
Así pasamos la noche aunque con miradas furtivas por parte de James.
Por la mañana no había persona que nos despertara. Nos habíamos ido a la cama a las 7 de la mañana y habíamos decidido que cada uno se despertaría cuando quisiera y sin hacer ruido.
Yo me quedé dormida hasta la cuatro que fue cuando Sirius se metió en mi cama.
- ___, es hora de despertar. Ya estamos todos despiertos.
Rezongué y me di la vuelta.
Sirius, al ver que no me levantaba empezó a hacerme cosquillas.
De mala gana me tuve que despertar quitando de encima a Sirius.
- Voy a ducharme, ahora bajo.
- Quieres que me quede?- dijo Sirius sin pensar.
- CANUTO, NI LO PIENSES- gritó James desde la otra habitación.
Yo le di una colleja y me metí en el baño y cerré con llave por si acaso.
Cuando salí eran las cuatro y media y me cambié de ropa a un chándal holgado y una sudadera calentita.
Bajé a comer algo, me hice un sándwich y me puse a leer en el sofá.
A las seis y media me llegó una carta de Lily y mientras yo la leía, Smoke me mordió el libro.
Por la noche me metí en la cama pronto, y me puse a leer y a escuchar música hasta que noté unos golpes en la puerta.
Sirius asomó la cabeza y se metió en la habitación cerrando lentamente y con cuidado de no hacer ruido.
- Que haces aquí?- le dije incorporándome y quitándome los cascos.
- Es que quiero dormir contigo.- dijo Sirius susurrando.
- Pero, si tienes una cama muy bonita en tu habitación.- le repliqué.
- Ya, pero tengo frío y tú das calor.
Levanté una ceja como diciendo no me lo trago.
- Vale, si, me preocupas, y mucho. Oye, hoy has comido un sándwich, UN SANDWICH, y esperas que esté tranquilo, pues no ___ no lo estoy. Sé que te pasa algo y tú no me lo quieres decir.
- Vale, métete en la cama. Pero solo para que te calles.
Hizo un bailecito de felicidad y se metió en la cama de un salto.
- Pues ya hablaremos.
- Ay, que pesao eres
Me giré en la cama y el me atrajo y me agarró por la cintura, quedando modo cucharita.
Y así fue como dormí.
Con miedo a que mi hermano apareciera y dejara sin bolas a Sirius y a mi sin ojos.

¿Otra Potter? - Sirius Black y túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora