Cap 22

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Nos subimos al andén tras el pescozón de mí madre y yo me senté al lado de Remus el cual traía muy mala cara y tenía más heridas.
Le di un chocolate y el me dió un beso en la mejilla.
- Y vosotros qué? Sois novios?- dijo mi hermano celoso.
- Y tú qué, gilipollas?- le pregunté con cara de pocos amigos- pues no ves que no, animal.
Remus soltó una pequeña carcajada y luego se quedó medio tumbado en el asiento con una mueca de dolor sobre mis piernas mientras yo leía.
- Hoy si te veo mal, amigo?- dijo Sirius.
- Solo me pregunto qué porque tiene que caer siempre Luna Llena en vacaciones - dijo Remus quejándose
- Es como la regla, Remi. Cuando más jode, ahí cae.- dije sin apartar la mirada del libro.
- Es que es verdad. - dijo Remus- tienes planes, cambio de luna. Vas a cualquier sitio, cuidado con el cambio de luna. Estoy hasta los huevos.
- Te entiendo, Remi.- dije acariciándole el pelo.
- Vaya, vaya, vaya.- dijo el rubio mal tenido entrando por la puerta del andén- si no es uno un día, es el otro.
Al final te montas un trío con los dos. El traidor y el espárrago.
- Por dios pero que niño más pesado.- dije mirando hacia arriba con desesperación.
- Espero que a tu hermano lo respetes y recuerdes los problemas que hay por la consanguinidad.
- Si, no sea que tenga un hijo como tú. Si es que tengo el mejor ejemplo delante. Tú eres la persona de la que me acuerdo cuando pienso en: esto es el claro ejemplo de lo que pasa cuando tienes hijos entre primos. Claro tanto mantener la pureza de sangre que no se diferencia en la de tu padre y la de tu madre.
Sirius no se pudo contener y se rió entre dientes.
- ___, no te hagas la dura. No tienes más salidas que estar conmigo.
- Yo si veo una salida para tí.- me quedé en silencio mirándolo y luego le dije- la puerta.
Le cerré la puerta del compartimento en las narices sin usar la varita y volví a ponerme a leer.
Al llegar a Hogwarts, James, Sirius y Remus empezaron a buscar a Peter por todos lados porque la pequeña rata no aparecía por ningún lado y yo, mientras busqué a Lily.
Cuando la vi, no sabía si era ella o un intento de payaso diabólico.
- No es por nada pero tú te has visto al espejo?
- Tengo los pelos de loca, verdad?
- Los pelos es lo de menos. Cuantas capas de maquillaje te has echado?
- Tanto se nota?
- Nah, como a cuatro kilómetros.
- Ayúdame.
- Por qué debería acaso esperas atraer la atención de alguien?- quería sacarle información y saber porque no me habían dicho que estaban saliendo.
Íbamos caminando por los pasillos mientras ella se quitaba el maquillaje.
- Es que a ver, James y yo hemos empezado a salir.
- Ya lo sabía.
- Entonces para que me preguntas?
- Ah, por nada. Solamente quería saber el PORQUÉ NO HE SIDO LA PRIMERA EN ENTERARME?!
- James me dijo que no te lo dijera.
- Y a Sirius si se lo puede contar.
- Te lo ha contado Sirius?
- No, lo escuché. - en ese momento un clic se hizo presente en mi mente. Agarre con fuerza a Lily y la miré a los ojos.
- Que día empezasteis a salir?- dije como una maníaca.
- Un sábado? - dijo la chica
- Mientes, dulce Lily. - dije serena- Cuando fue.- volví a agarrarla con fuerza y la miré fijamente.
- Sirius me dijo que te dijera que empezamos a salir el sábado, que tiene de importancia?
- Demasiadas cosas, mi cuñada pelirroja, demasiadas cosas. Fecha exacta.
- El viernes 19 de marzo.
Empecé a gritar emocionada y salí corriendo hacia el Gran Comedor donde probablemente estarían los demás empezando a cenar.
- Siriusss- dije canturreando
- Ay no- dijo
- Ay si. Mis 20 galeones. Gané la apuesta. Remus tú tampoco te salvas.
Lily llegó después justo cuando Sirius estaba sacando el dinero.
- Que te costó esperar hasta el domingo, Evans?- dijo fastidiado Remus dándome el dinero.
- Gracias, caballeros. Con esto me podré comprar aquello que no me han regalado por mi cumpleaños.
- Y que ha sido eso que no te han regalado?
- Un vibrador- dijo Sirius.
- Recuérdame el por qué te aguanto, Canuto?
- Porque soy el mejor amigo de tu hermano.
- Si, es verdad por eso. Pues no, no es eso pedazo de gilipollas, son unas cosas variadas para decorar mi habitación. Me gustaría reordenarla y cambiar algunas cosas para poder tenerla como a mí me gusta.
- Lo veo comprensible. Papá y mamá la pintaron de un rosa casi fosforito. Normal que tengas más miopía que yo. Ese color daña la vista.
Tras acabar de cenar, subimos a la sala común donde Lily y James se empezaron a besuquear y nosotros, Remus, Peter, Sirius y yo, nos subimos arriba.
- Vale que sea tu novia pero, tío controlate- dijo Remus según subíamos las escaleras refiriéndose a mi hermano.
- Ya no nos quiere- dijo Sirius haciendo el drama.
- Y todos lo sabíais antes que yo.- dije también de forma melodramática.
- Tú se lo ibas a decir a tus padres nada más saberlo.
- Pues también es cierto, Remus.
Poco después, James subió y se metió en la cama con una sonrisa de oreja a oreja.
- Buenas noches, chicos
- Buenas noches- dijimos con cara extraña
- Estar con Lily está afectando a la simpatía de James- me susurró Remi.
- Y en su humor. Esto me recuerda a una canción. - carraspeó levemente y Sirius empezó a cantar- hay algo en el, que no es igual, pues era un bruto, desgarbado y un patán, y ahora es un sol, no se porque...- Sirius dejó de cantar porque una almohada llegó a su cabeza tirándolo al suelo.
- Cállate, pesao- le dijo James
- Que agresividad - dijo Sirius mientras se metía en la cama.
A la mañana siguiente, me levanté la primera y me metí en el baño. Me duché y cuando salí todavía seguían dormidos.
Miré el reloj y vi que ya eran casi las ocho.
Los desperté de la manera más sutil que encontre (es decir, con una bocina) y minutos después ya estábamos desayunando.

¿Otra Potter? - Sirius Black y túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora