Flavia.
Lo único que veía del espejo era mi reflejo con un pequeño vulto en el estómago.
Sentí un par de pasos y bajé la camiseta para cubrir mi abdomen. Mi madre sabía del embarazo y no estaba muy feliz ya que ella no conocía a Farook, así que pensaba que yo no conocía al padre de mi bebé.
- El embarazo te sienta bien.- miré al chico castaño que se encontraba a unos pasos - Aunque siempre has sido bella, Flavia.
Todas las cosas perdían el sentido de la gravedad cuando el llegaba, comenzaban a flotar, excepto yo.
- No tienes nada que hacer aquí, Gabriel.
No me hacia daño no intentaba nada conmigo, venía de una manera inocente, solo que a Farook le producía celos que yo estuviera aquí con otro hombre que no fuera él.
- Pensé que te gustaban más los castaños así que teñí mi cabello.- ni siquiera escuchó mi comentario.
- Ya vete.- rodé los ojos.
- Bien - bufó - me iré, pero ya irás a buscarme.
Desapareció, como cada Elemento o Sentimiento que conozco. Usan eso a su favor y pueden ir a todas partes.
Me recosté en la cama y comencé a revisar el móvil, solo una notificación de Instagram.
- Vamos a hacer esto rápido - levanté la vista y vi a un chico pelirrojo - ¿Dónde está el chico bestia?
- ¿Quién eres tú?
- ¡¿De dónde es?! ¡¿Dónde puedo encontrar a ese chico animal?!
- ¿Para qué lo quieres? - respondí de forma firme, en realidad pregunté, pero da igual.
- No me molesta compartir mis planes con alguien insignificante, de todos modos no impedirán que los cumpla.
- ¿Harás algo en contra de él? - apreté mis puños, haciendo que todas las flores encontradas en mi habitación comenzaran a crecer exageradamente.
- Supongo que si el rubio me amenaza, puedo hacerlo de vuelta, ¿No?
- No te diré donde está Farook, pierdes tu tiempo.
- ¿Farook? ¿Ese es su nombre? - rió - me arriesgo a pensar que es de La India, ¿No?
Me congelé, ¿Qué hacía ahora? Era muy tarde para llamar a Gabriel, y por el bien de Farook más le valía no aparecerse por aquí hoy.
- ¿No es cierto? - dijo más enojado y con la mandíbula tensa. Se acercó a mí y mi cabeza dolía como si se estuviera marchitando. Tal vez necesitaba beber agua o algo.
- No lo sé.
- ¿No crees que esta habitación tiene problemas gravitacionales? - alzó una ceja mientras tomaba un florero que estaba a unos dos centímetros de la mesa, sostenido por el aire - ¿March lo sabe?
- ¿March? No tengo idea de quien hablas.- llevé mi mano a mi cabeza, dolía un montón.
- El chico del cabello azul, él vino hasta acá, él sabe de la existencia del animal. Si no quieres perder a los tres, más te vale hablar.
- No me opongo a que le hagas daño a Gabriel, ve por él, aunque no sé donde puedas encontrarlo.- en realidad me dolía un poco pensar que por mi culpa dañaran a Gabriel.
- Con tres me refiero al animal, al azul y a este que llevas en tu vientre.
¿Qué diría Farook? Proteger a mi hijo es lo más importante en mi vida, y si yo debo sacrificarme, lo haré.
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Elementos [EDITANDO]
FantasyFuego, o mejor conocida como Forbia, su nombre humano; no es exactamente una chica común y corriente de dieciséis años, ni ella ni sus amigos lo son. Hace catorce años una delegación del planeta Mento, civilización principal del sistema piramuneo, l...