Capítulo 19 - Fuerza.

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Flavia.

Lo único que veía del espejo era mi reflejo con un pequeño vulto en el estómago.

Sentí un par de pasos y bajé la camiseta para cubrir mi abdomen. Mi madre sabía del embarazo y no estaba muy feliz ya que ella no conocía a Farook, así que pensaba que yo no conocía al padre de mi bebé.

- El embarazo te sienta bien.- miré al chico castaño que se encontraba a unos pasos - Aunque siempre has sido bella, Flavia.

Todas las cosas perdían el sentido de la gravedad cuando el llegaba, comenzaban a flotar, excepto yo.

- No tienes nada que hacer aquí, Gabriel.

No me hacia daño no intentaba nada conmigo, venía de una manera inocente, solo que a Farook le producía celos que yo estuviera aquí con otro hombre que no fuera él.

- Pensé que te gustaban más los castaños así que teñí mi cabello.- ni siquiera escuchó mi comentario.

- Ya vete.- rodé los ojos.

- Bien - bufó - me iré, pero ya irás a buscarme.

Desapareció, como cada Elemento o Sentimiento que conozco. Usan eso a su favor y pueden ir a todas partes.

Me recosté en la cama y comencé a revisar el móvil, solo una notificación de Instagram.

- Vamos a hacer esto rápido - levanté la vista y vi a un chico pelirrojo - ¿Dónde está el chico bestia?

- ¿Quién eres tú?

- ¡¿De dónde es?! ¡¿Dónde puedo encontrar a ese chico animal?!

- ¿Para qué lo quieres? - respondí de forma firme, en realidad pregunté, pero da igual.

- No me molesta compartir mis planes con alguien insignificante, de todos modos no impedirán que los cumpla.

- ¿Harás algo en contra de él? - apreté mis puños, haciendo que todas las flores encontradas en mi habitación comenzaran a crecer exageradamente.

- Supongo que si el rubio me amenaza, puedo hacerlo de vuelta, ¿No?

- No te diré donde está Farook, pierdes tu tiempo.

- ¿Farook? ¿Ese es su nombre? - rió - me arriesgo a pensar que es de La India, ¿No?

Me congelé, ¿Qué hacía ahora? Era muy tarde para llamar a Gabriel, y por el bien de Farook más le valía no aparecerse por aquí hoy.

- ¿No es cierto? - dijo más enojado y con la mandíbula tensa. Se acercó a mí y mi cabeza dolía como si se estuviera marchitando. Tal vez necesitaba beber agua o algo.

- No lo sé.

- ¿No crees que esta habitación tiene problemas gravitacionales? - alzó una ceja mientras tomaba un florero que estaba a unos dos centímetros de la mesa, sostenido por el aire - ¿March lo sabe?

- ¿March? No tengo idea de quien hablas.- llevé mi mano a mi cabeza, dolía un montón.

- El chico del cabello azul, él vino hasta acá, él sabe de la existencia del animal. Si no quieres perder a los tres, más te vale hablar.

- No me opongo a que le hagas daño a Gabriel, ve por él, aunque no sé donde puedas encontrarlo.- en realidad me dolía un poco pensar que por mi culpa dañaran a Gabriel.

- Con tres me refiero al animal, al azul y a este que llevas en tu vientre.

¿Qué diría Farook? Proteger a mi hijo es lo más importante en mi vida, y si yo debo sacrificarme, lo haré.

Elementos [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora