Vincent
- ¿Cuánto crees que falta?
- No lo sé, tal vez unos 20 minutos.
- ¿Por qué vives tan lejos de la sociedad?
- Tú eres la que quiere esas pinturas especiales para no tengo idea qué.- me quejé mientras fijaba mi mirada en la carretera.
Tristana prácticamente me había obligado a entrar al auto para ir a comprar acrílicos, y resultaba ser que solo los vendían en el centro de Londres.
Y yo no vivo en una zona muy central.
Tal vez a unos 45 minutos del centro de Londres, además vivo solo.
Bastante antisocial de mi parte.
- Hace frío.- soltó quitándome el gorro que llevaba y despeinandome el cabello.
- ¡Oye! - me quejé intentando quitárselo.
- Las manos en el volante, la vista en la carretera.
Rodé los ojos.
- Tú y las cosas que me haces hacer.
- Sé que aunque no me quieras, debes soportarme porque solo me tienes a mí.
Pasaba tanto tiempo junto a Tris que esos comentarios ya no eran dañinos, o tal vez, porque en el fondo sabía que era la verdad.
- ¿Acaso tienes a alguien más? Porque desde hace un tiempo que no te veo hablar con nadie que no sea yo.
- Nadie quiere la tristeza en su vida, todos prefieren felicidad, amor, locura, incluso dolor, pero nadie quiere penurias.
- Tris, no digas eso.
- ¿Te das cuenta de que yo no valgo nada? ¡Y tú ni siquiera me quieres!
- Yo no he dicho eso.- de repente la conversación daba un giro inesperado.
- Ni siquiera entiendo porqué existo, yo no debería estar aquí. Solo sirvo para destruir vidas.
La haría reaccionar con una ráfaga de viento pero hice un trato conmigo mismo. Para que los demás pudieran perdonarme debía empezar por perdonarme a mí y para eso dejaría de usar mis poderes por un mes o más, además de perder contacto con los otros, así intentaría ser "normal" y olvidar mi pasado. Por ahora lo iba logrando
- ¿Por qué no puedo morir y ya? Así libraría a este mundo de su desdicha.
Ya cansado de comentarios de este tipo frené el auto y la miré.
- ¿Se puede saber que te sucede?
- ¿Sucederme de qué?
Estaba sacándome de quicio está chica.
- ¡De esto! Ya debes parar de decir cosas así, entiende que tú importas y yo también, ¿Si? Hay millones de personas que mueren deseando vivir y tu vives deseando morir, no seas mal agradecida, es suficiente.- pasé mis manos con frustración por mi rostro - Y recuerda que sin la tristeza no apreciaríamos la felicidad.
Me veía como si esperara algo y con los brazos cruzados.
Y al ver que yo no reaccionaba y ella tampoco, bufamos al mismo tiempo.
Ella salió del auto y yo la seguí.
¿Por qué era tan difícil comprenderla?
- Tris.- ella siguió caminando - ¡Tris! - Ni siquiera volteó - ¡Tristana!
Habían dos opciones, podía dejarla ir y seguir con mi trato pacifista, o simplemente hacerla volver. De elegir la segunda podía correr hacia ella o usar mis poderes.
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Elementos [EDITANDO]
FantasyFuego, o mejor conocida como Forbia, su nombre humano; no es exactamente una chica común y corriente de dieciséis años, ni ella ni sus amigos lo son. Hace catorce años una delegación del planeta Mento, civilización principal del sistema piramuneo, l...