Capítulo 40 - Muerte y Vida

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Gabriel

- ¿Está seguro de no querer atenderse esa herida? - la enfermera cuestionó refiriéndose a una cicatriz que el bozal había hecho en mi mejilla.

- No, estoy bien, sólo atienda a Flavia.- insistí - Y por favor, digame todo cuanto averigüe, sea malo o bueno.

- Tranquilo, ya están evaluandola.

Felicia balanceaba sus pies mientras estaba sentada en la silla, yo me senté y sentí como mis músculos descansaban. Todo dolía, el descanso me hacía notar lo mal que estaba mi cuerpo.

- ¿Te molestaría hacer algo de tu magia? - moví mi mano sobre mi cabeza para hacerla entender.

- Claro.- acarició mi mejilla y me sentí feliz ¡A quien le importaba el dolor si tengo felicidad!

- ¡Gracias!

- Ven, creo que fue demasiado.- con un toque en el brazo ya no me sentía tan feliz, si, estaba bien, pero no irradiaba alegría.

- Oh, gracias también por eso.

- Funciona contigo...no entiendo porqué no funcionó con Tyra, no hubiese lanzado el cuchillo y Flavia estaría bien.

- No pudiste porque ella no tiene lado humano, ustedes, los sentimientos lo tienen por defecto, nosotros, si no lo desarrollamos, entonces no lo tendremos.

- Ya lo tengo, eso no me hace sentir tan culpable.

- Señor - la enfermera me llamó -, el doctor teme que la vida del bebé peligre ya que la paciente está envenenada.- ni siquiera el embrujo de Felicia pudo quitar la angustia - La van a ingresar a pabellón para adelantar el parto lo antes posible.

- Haga cuanto pueda para salvarlo. Ella jamás podrá recuperarse si pierde el bebé, significa mucho para todos nosotros.

- Ese es el problema...- bajó la vista - venga, acompañenme.- nos llevó de la sala de espera hasta otro pasillo más lejano y vacío - El parto será adelantado para salvar al bebé de aquel extraño veneno, aún no se ve afectado, pero tememos que ella no lo soporte.

¿Por qué? Flavia puede controlar aquel veneno natural, no debería verse afectada.

- ¿Ella está mal?

- La paciente es quien está en mayor riesgo, no podemos deducir cuando pero el veneno probablemente la mate.

- Sólo...necesitamos un minuto.- pidió Felicia y la enfermera se retiró - Ay, Gabriel...¿Crees que va a morir? - Felicia no estaba llorando, mas, no se veía feliz como siempre.

- No lo sé...- respondí - no debería, es inmune al veneno, confío en eso.

- Ella sí, pero el bebé no. La enfermera dijo que el bebé aún no se veía afectado. Flavia debe estar protegiendo al bebé, dejándose expuesta al veneno, Gabriel.- Felicia tomó mis manos para darme fuerzas - Ve a hablar con ella, es lo mejor que puedes hacer.

- ¿Sugieres una despedida?

- Probablemente. No podrás hacerla recapacitar, mientras esté viva no dejará que el bebé muera.

- No lograré llegar, no tengo autorización para ir y entrar, solo el personal del hospital está autorizado.

- Creo que yo puedo encargarme de eso.- su cabello tenía una chispa de brillo - Mira.- sacó su maximun desde su bolsillo, una cara feliz color amarillo chillón, estaba brillando - Poner la felicidad de otros antes que la mía. Vamos, yo me encargaré de tenerlos tan felices que no te negarán la entrada.

Elementos [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora