Capítulo 30 - Corazones rotos.

4.2K 325 32
                                    

Forbia

Contuve la respiración por unos segundos y luego la solté.

- Creo que necesitamos aire.- Vincent chasqueó sus dedos, haciendo que una ráfaga de viento recorriera el lugar.

- ¿Hace cuánto fue? - pregunté con seriedad.

Y como si fueran palabras mágicas, todos desaparecieron, corrieron a la habitación de Vincent y Edwin. Quedando sólo yo y Felicia. Sé que por educación debería nombrarla primero, pero ¿A quién diablos le importa? Es Felicia.

- Fue hace tiempo, Forbia. Sólo superalo, ¿Acaso Edwin no te hace feliz ahora?

- No te preguntaré de nuevo, Felicia.

- No necesitas saberlo, solo causará más daño.

- Si tú no me dices, yo sé quien me lo dirá.

Me levanté, junto con mi dignidad y caminé en busca de mi chaqueta. Una vez en mis manos, me la puse y salí de casa dando un portazo.

Bien, ¿Y ahora a donde?

- Soy una idiota.

¿Como ir de Grecia a Escocia? ¿Por qué entre tantos de nosotros yo no había desarrollado la habilidad de transportarme?

Di media vuelta, esto iba a afectar mi orgullo de manera colosal.

- Tranquila no necesitas entrar, yo puedo llevarte.

- Como sea, Edwin, que sea rápido.

- Te estoy haciendo un favor, no te pongas exigente.

Bufé y en abrir y cerrar de ojos estábamos frente a mi casa.

- No sé donde vive él - justificó -, si no te hubiera dejado en su casa.

- Vamos.- dije y comencé a correr en dirección a la casa de Connor.

- ¿Sabes lo riesgoso que es esto?

- Corremos el mismo peligro aquí o en cualquier lugar, no afecta mucho.- respondí.

- Forbia, en serio, volvamos con Sandra, no vale la pena.

- Claro, valdría la pena si hubieses estado enamorado de Connor.

- ¡Es un patán!

- Sólo cállate.

Llegue frente a la casa de Connor. Su jardín estaba decorado por diferentes tipos de flores, supongo que a su madre le debe gustar la jardinería.

- ¿Qué esperas? Ve de una vez, yo veo desde acá.

Tomé valor y golpeé la puerta, en menos de un minuto alguien abrió la puerta.

- ¿Forbia? - Connor me observó - Creí que te había sucedido algo... dejaste de ir al instituto, no volviste a tu casa - intentó abrazarme pero puse mi mano en su pecho.

- ¿Besaste a Felicia?

- ¿Qué? - rascó su barbilla con nerviosismo - Yo... uhm, sí.

- ¿Por qué? Yo te quería Connor, había dejado de lado mis poderes por todo lo que tú me hacias sentir.

- Uhm...¿No deseas pasar? - ofreció, notando que aún estábamos en la puerta de su casa.

- Solo deseo que contestes mis preguntas.

- Tenía miedo de ser muy poco para ti; ya sabes, cuando iba a tu casa tenías a seis chicos con poderes contigo, ¿Como iba a competir con eso?

- ¡No necesitaba que compitieras con ellos! - golpeé su hombro con mi puño - ¡Yo te quería a ti!

Elementos [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora