Sangre Azul

No te Vayas

>ALEXIS:
Cuando besé a Emma en lo primero que pensé fue en Tyler y su olor cigarro, como odiaba recordar a Tyler. Si Tyler no fuera mi primo, ya lo hubiera estrangulado con mis propias manos. Siempre me quita todo lo que tengo, y no se ni porque. Solía apreciar mucho a mi primo, pero todo ese aprecio desapareció por completo.

Al principio debo admitir que odiaba a Emma y todo su ser, pero he llegado a quererla mucho y solo la quiero proteger. Tyler es todo un imbécil que siempre se sale con la suya y no quiero que le haga daño a Emma.

Pero... Hoy si que me molesté con ella. No sentía tanto enojo, si no mas bien dolor. Ella no confiaba en mi y si no la hubiera cachado nunca me hubiera dado cuenta que se besaron. Quiero creerle a Emma cuando ella me dijo que fue Tyler el que lo hizo, pero sigo dudando un poco.

Por el momento solo quiero sentarme un rato solo y tranquilizarme. Hacía mucho sol así que decidí sentarme bajo un árbol cerca del lago. Todo estaba muy tranquilo allí; había un grupo de chicos de segundo año divirtiéndose en el lago.

Me quedé aquí bastante rato, era muy relajador. Escuché unos suaves pasos acercándose a mi. Ni siquiera me molesté en mirar hacia atrás y esa persona se sentó a mi lado. Estuvo un momento en silencio.

-Lo siento muchísimo.- Dijo casi susurrando. -Yo... Soy toda una idiota y dije cosas sin pensar. Cuando vi tu rostro con esa expresión, me hizo sentir terriblemente mal y triste.- Emma hablaba y luego su voz se empezó a quebrar. -Yo no quiero verte así. En serio perdóname, si ya no quieres hablarme de nuevo, lo entiendo. Te he lastimado y estoy realmente avergonzada.- Terminó de decir escondiendo su cara con sus manos. Luego la escuché llorar y nunca pensé que la iba a llegar a ver así.

Yo estaba sorprendido, y no dije nada. Lo único que hice fue abrazarla, era lo único que quería hacer por el momento.

-En serio lo siento, Alexis.- Siguió llorando, y por primera dijo mi nombre y esta vez si estaba sobria.

-Ya no llores Emma, vas a hacer que yo lloré también.- Dije tratando de animarla y la abracé mucho mas fuerte. -Yo debería disculparme por haberte besado aquella vez, no pensé que te desagradara tanto.- Cuando dije esto Emma me miró a los ojos y se veía algo confundida.

-¿Desagradara? Yo no me refería a eso cuando te grité, también me disculpo por gritarte así, la verdad eso no me molesta. Y no es como si nos hayamos besado tantas veces, solo 3. -Me siguió mirando, pero esta vez se veía un poco mas calmada.

-La verdad...- Le sequé las lagrimas con las mangas de mi suéter. -Nos hemos besado 4 veces. -Recordé que la había besado el día que se embriagó y me dijo que me quedara con ella. Emma estaba sorprendida porque no lo recordaba. Me puse a explicarle y pensé que me reclamaría.

-Ahh, ya veo.- Asintió con la cabeza. -Supongo que soy irresistible. -Dijo con una sonrisa débil.- ¿Hay algo que quieras de mi?

-Que confíes en mi, la verdad no se nada de tu vida. Si no me quieres contar lo entiendo, pero solo quiero que confíes en mi.- Le fui sincero.

-De acuerdo te contaré.- Me dijo sentándose derecha.

Me contó como la trataban sus padres, y de que tuvo una tutora y su mejor amigo Nick y que sus padre eran sumamente desinteresados en ella.

Yo estaba sorprendido, porque cuando la conocí lo único que pensé era que ella era un niña mimada que recibía todo lo que ella quería. Pero Emma es mas bien lo contrario a eso.

Me quede mirándola y luego me di cuenta que estaba usando el suéter que le había dado el día que se embriagó. Comencé a reírme y Emma se quedó extrañada.