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YoonGi se arrepintió de acompañar al omega en cuanto vio el lugar a dónde fueron a comer. Quizás JiMin notó su abrumador desconcierto, pero el omega simplemente lo ignoró mientras le agradecía a su chófer por haberlos llevado y le indicaba la hora para que fuera a recogerlos.

El sonido de flash y las luces a su alrededor lo desconcertaron un poco, era entendible. Estaba al lado de Park JiMin, uno de los omegas más influyentes dentro del mundo de la moda.

¿Será su nueva pareja o solo un pasatiempo?

No tiene la esencia de alfa, seguramente es un beta.

No hacen bonita pareja.

A lo lejos pudo escuchar algunos murmullos que prefirió ignorar mientras caminaba al lado del mayor.

¿En qué mierda se había metido? Está bien, necesitaba el trabajo porque de no ser así, seguramente ya estaría viviendo bajo uno de los grandes puentes de Seúl, pero de la forma en la cual veía todo, se sentía como un juguete en las manos de un omega caprichoso.

Un omega encantador, pero igualmente caprichoso.

—¿En qué tanto piensas? —Cuestionó JiMin con el rostro imperturbable mientras su pierna se presionaba cuidadosamente sobre la del alfa. YoonGi le observó escéptico. —¿Es por lo que dijeron afuera? No les hagas caso, YoonGi-ssi. —Expresó con un gesto desinteresado. —No es problema de ellos quien eres y porque estás conmigo.

—¿Eso no dañaría su imagen? —JiMin le observó sin entender. —Claramente somos diferentes.

—¿Qué tan diferentes? ¿Por qué te preocupas por eso? No es nada malo.

—Si usted lo dice. —YoonGi mencionó aquello de forma distante, observando a su alrededor con recelo. JiMin suspiró sonoramente mientras su mano se colocaba encima de la del alfa.

—Sabes alfa Min... ¿Qué importancia tiene todo eso? —Cuestionó con duda. —Las posiciones solo influyen cuando se está en una habitación de cuatro paredes, ¿No crees? —YoonGi le observó con duda.

—No estoy entendiendo. —JiMin rió, nuevamente chocando su pie con la pierna del alfa.

—Estoy seguro que entiendes lo que quiero decir, pero finjamos que no lo sabes. —Expresó encogiéndose de hombros. —Me tomaré el atrevimiento de pedir por los dos, ¿Tienes algún problema? —YoonGi ni siquiera alcanzó a hablar cuando JiMin asintió. —Claramente no lo tienes. —Concluyó observándole de forma retadora. YoonGi rió sin gracia, un leve color rojizo reluciendo en su mirada café mientras veía al omega.

—Eres una cosita problemática, ¿No? —Sin ningún honorífico, simplemente con el tono más seco que pudiera haber asustado a cualquiera a su alrededor, menos a JiMin quien simplemente, encogiéndose de hombros, sonrió.

—Quizás, ¿Es eso un problema para el siempre encantador YoonGi? —El alfa quiso responder pero la presencia del camarero llevándose la carta lo interrumpió.

—No es ningún problema, jefe. —Respondió fingiendo tranquilidad mientras veía hacia otro lado.

...

JiMin se paseó alrededor del restaurante con una gracia sin igual. Había dejado a YoonGi un momento solo mientras iba al baño como excusa para no ver el rostro del contrario con aquella mueca molesta.

Estaba enfadando al alfa, y por lo que JiMin percibía, no era de la forma en la cual quería. Tan concentrado estuvo en sus pensamientos que no notó el grupo de personas que estaban a pocos pasos de él. El fuerte olor a cuero llegó a su olfato y una mueca de desagrado se pintó en su rostro cuando reconoció a un canoso alfa que no hacía más que fastidiarlo en sus primeros años.

Haunted » YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora