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JiMin trató de disimular lo más que pudo mientras entraba al apartamento en dónde vivía el alfa. El lugar era ridículamente pequeño, todo estaba en el mismo sitio, la cama, la cocina, la sala, lo único aparte era el espacio del baño, y ni siquiera quería imaginarse lo incómodo que seguramente era.

—Bien, no era necesario que me acompañaras hasta aquí, JiMin. —La voz de YoonGi lo sacó de sus pensamientos. —Y ya sé que no es el mejor lugar, pero es lo que puedo pagar, y...

—¡Oh no! ¡No te excuses! —Exclamó por lo bajo, intentando mostrar una expresión amable en su rostro. —Es solo que esto me recordó al área de lavandería de mi... —Se calló antes de terminar de decir lo que había pensado. YoonGi tensó la mandíbula. —Perdón, es solo que es bastante pequeño y no...

—No te disculpes tú, no es necesario. —YoonGi sonrió sentándose en su cama. El omega lo observó con curiosidad. —Bienvenido a mi humilde, súper humilde hogar. —Dijo con una sonrisa temblorosa, ignorando la mirada del omega sobre él. —No es que te esté corriendo, pero ya viste que llegué sano y salvo, puedes ir a tu casa ahora.

JiMin negó. Moviéndose hasta la cocina, revisando superficialmente lo que había en ella, encontrándose con muy poco a su alrededor.

—¿Y que piensas comer? —Cuestionó revisando la nevera. YoonGi suspiró. —Bien, veo que nada, quizás puedo ir a comprar unas cosas, tal vez... ¿Tal vez puedes irte conmigo? —JiMin le observó fijamente. Entendiendo la desesperación de su omega mientras veía la precaria situación en la que se encontraba su alfa.

—No quiero aprovecharme de ti, JiMin.

—Créeme que es lo menos que pienso.

—Se supone que es el alfa el que tiene que proveer, no al revés.

—Sí, bueno... —JiMin titubeó. —Puedes hacerlo después, ¿Quieres? Por lo mientras puedes ir conmigo, te cuidaré bien, ¿Puedes hacerlo por mi, no? —YoonGi rió, negando para sí mismo. El omega terminó acercándose al alfa, agachándose para poder verlo a los ojos. —¿Puedes? —Mencionó en voz baja.

—Eres todo un manipulador, omega Park.

—¿Sirve de algo? —Cuestionó divertido ante el sonrojo en el rostro del menor. —Te ves tan bonito así, pareces un bebé.

—Bien sabes que no soy un bebé. —Le observó fijamente, de forma retadora. JiMin se permitió reír.

—Se me olvidó un poco, ¿Deberías ir a casa conmigo y recordármelo? Te invito por ramen. —YoonGi rió, negando para sí mismo ante la osadía del omega. —Recogeré un poco de tu ropa e iremos a mi casa, ¿Bien? —YoonGi terminó aceptando. —Así me gustas más.

—Iré a avisarle a la señora Zhang que no estaré aquí unos días. —Avisó. JiMin asintió, sin prestar demasiada atención al alfa, husmeando entre las cosas del mismo mientras conseguía un bolso en donde guardar las cosas que se llevaría.

Un olor diferente llegó a él, su mirada se desvío al hombre que se asomaba por la puerta, acompañado de otro, quizás de un beta. JiMin les observó con la ceja enarcada, queriendo saber el motivo de su presencia en el apartamento.

—¿Aquí no vive Min YoonGi? —JiMin arqueó la ceja ante el tono de voz empleado por el beta. —¿No hablas, omega? Hice una pregunta.

—No estoy obligado a responder si no quiero, aparte, tampoco es la forma. —Negó deteniéndose en su acción. —¿Para que buscas a YoonGi?

—Ese bueno para nada me debe la reparación de la moto y me debe la mercancía que supuestamente le robaron, si lo ves, dile que tendrá los suficientes problemas conmigo y mi gente. —JiMin se permitió reír, ante el tono altivo usado por el beta. —¿Dije algún chiste?

Haunted » YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora