𝙂𝙤𝙤𝙙 𝙆𝙞𝙡𝙡𝙚𝙧𝙨.

Culpable

Hoseok siempre ha tenido el papel de culpable... de asesino. Es a él a quien se le han atribuido tantas víctimas.

Pero parece que esa suerte, ahora ha cambiado. En las últimas semanas ha sido herido tantas veces y se ha salvado de morir tantas otras. El omega no entiende en qué momento su vida se transformó en una carrera por sobrevivir... por defenderse.

— ¿Quién eres tú? — pregunta el chico con voz temblorosa. Su mente intenta pensar rápidamente sus opciones, pero apenas intenta moverse, la reciente herida le envía una corriente de dolor.

El aparente doctor, cubre su rostro con un cubrebocas, pero Hoseok jura, que, por sus ojos, sabe que está riendo con demasiada burla y sarcasmo.

Solo segundos parecen ser la delgada línea entre la vida y la muerte. Pero esos mismos, le entregan al omega una nueva oportunidad, cuando escucha la puerta ser abierta y observa al detective entrar tranquilo.

— ¡Taehyung! — prácticamente grita el omega al verlo y el alfa enseguida sabe que algo está mal. Suelta el café con rapidez y se abalanza sobre el de bata blanca. Nadie se lo ha explicado, pero solo le basta la mirada de Hoseok para saber qué es lo que debe hacer.

— ¡Maldita sea! ¿Quién demonios eres? — grita el alfa, intentado con su cuerpo atrapar, al contrario. Kim nunca fue demasiado bueno con los puños, pero en este momento siente toda la adrenalina en su cuerpo, recordándole que Hoseok está en peligro.

Las exclamaciones de Kim alertan al uniformado de afuera, quien con rapidez ingresa y ayuda al alfa, a detener al presunto agresor.

— ¡Bastardo! — murmura el detective, propinándole un último golpe en la mandíbula que lo desestabiliza haciendo que caiga al piso medio inconsciente, enseguida el otro policía lo detiene. Kim se limpia con el brazo la sangre que siente resbalar de su propia boca, antes de girar a mirar a Hoseok.

— ¿Estas... estas bien?

— Si... estaba despierto cuando ingresó y me quité esto. — dice señalando la vía del suero de su brazo.

— ¡Es mi culpa! No debí dejarte solo.

— Que quieran asesinarme no es su culpa detective... parece ser solo una consecuencia de actos que no recuerdo. — al escucharlo, el alfa se siente un poco incómodo, prefiere por ahora ignorar ello.

— Lo importante es que estas bien... — susurra y Hoseok siente un poco de calidez al mirar la sonrisa calmada que intenta brindarle el policía.

— Siempre estaré bien. — por segundos los dos parecen enfrascarse en una pequeña burbuja romántica, en donde solo ellos y lo que sienten existen, dejando afuera todos los prejuicios, las dudas y el pasado que no los deja dormir.

— Detective. — el policía interrumpe el momento. — Ya se llevan a interrogar al hombre ¿Quiere hacerlo usted mismo? — Taehyung piensa por un momento la situación y vuelve a mirar a Hoseok.

— Él es solo una herramienta. — murmura el omega. — Como lo dijo Yoongi. — Kim asiente al comentario con una repentina melancolía.

— Encárguense ustedes. — responde de vuelta al uniformado, quien acata la respuesta y se retira enseguida. — Creo que lo mejor es que salgas de aquí. No estás seguro.

— No estoy seguro en ningún lado detective... no tengo nada que me otorgue un poco de paz, he perdido las esperanzas de ello. — al hablar el alfa siente su corazón temblar un poco, por el tono de voz tan cargado de cansancio y frustración que lleva el omega.

— Irás conmigo Hoseok... en mi casa estarás seguro.

— Ello no es conveniente, para nada.

— Lo es por ahora.