Después de todo no había sido mala idea que se quedara Lena, el primer día nos la habíamos pasado leyendo libros que creíamos que pudieran servir, pero luego de un rato de no encontrar nada, nos pusimos a jugar Trix, Lena nunca lo había jugado, así que le enseñe.
El segundo día comenzamos a redactar la carta, Lena la había escrito con mi ayuda, dijo que lo más probable es que tuviéramos una respuesta del abuelo, pero no estaba tan segura, ya que la última vez que había estado en el castillo, el abuelo no estaba, le habían dicho que había salido de viaje por unos días y no sabían cuánto tardaría. Esperaba que pudiera aceptar nuestra propuesta.
El tercer día, no la pasamos acostadas mientras leíamos otros libros más sobre Ewel, de vez en cuando yo le enseñaba lugares que creía que podían ser una posibilidad, y de repente ella me preguntaba de otras opciones.
Nos estábamos basando en lugares que creíamos que se asemejaban con la descripción de la carta y hasta el momento teníamos tres opciones, habíamos descartado muchas más, pero por alguna o otra razón no se nos hacían las correctas.
James me había estado visitando todos los días, o cuando podía, el primer día me había traído tarta de tiramisú, le había pedido a Mary hacerlo para mi, un gesto que se me hizo tierno; el segundo día no lo había visto hasta la noche, seguía sin noticias de Isabella o de los demás, me devastaba mucho saber que no habían avanzado nada, se veía en su rostro la decepción que sentía por él mismo, traté de reconfortarlo, pero jamás lo había visto tan apagado como en estos días.
—Mira —se acercó Lena, mientras me enseñaba una de las páginas de su libro abierto.
Era otro mapa de las montañas en el norte de Ewel, luego de varios intentos de averiguar alguno de los lugares más seguros en Ewel, habíamos concluido que las montañas eran uno de ellos. Nunca había ido pero sabía que muchos vivían por aquellos rumbos, se hablaba que ahí era muy tranquilo, las montañas se encontraban cerca de las playas Luxis. Unas playas que no eran similares a lo que pude haber visto en Hanat pero sabía que eran bellas, sabía que los que iban, quedaban asombrados por su tranquilidad.
—Sería buen lugar para refugiarse —comenté y Lena asintió.
—Si no quisieras ser encontrado ¿A dónde irías? —preguntó Lena.
Me quedé pensando, sabía que se refería a un lugar en Ewel, pero el problema es que yo no había salido más allá de donde vivía, siempre estaba ayudando a mamá con deberes o mandados, o simplemente ayudarle a cuidar a mis hermanos, el que sí podría saber de eso era papá, aún así, no podría preguntarle, sería involucrarlo, y lo que menos quería era ponerlos en peligro.
—Espera —tomé la carta—. No crees que el abuelo ¿Debería de tener más pistas para poder encontrarlo?
—Pero, no nos lo va a decir, la carta está sellada con sangre y...
—No me refiero a eso, mira este papel —le entregue la carta para que la viera más de cerca— ¿No se te hace una textura extraña?
Comenzó a pasar sus dedos sobre la hoja.
—¿Qué sospechas? —preguntó.
Me paré con cuidado para agarrar una vela que estaba en la mesita. Lena me veía de un lado a otro, batallaba un poco en mantenerme firme pero cada vez lo hacía un poco mejor.
—Pásame la carta, por favor —extendí la mano.
Ella se acercó y me la entregó, volteé la hoja al inverso, poniendo las palabras hacía abajo y alumbrando la hoja sobre el fuego de la vela.
—Ten cuidado Alice, no vayas a quemarla —trato de detenerme pero cuando se acercó a mi lado se quedó de piedra—¿C-cómo? —preguntó viendo las letras que se apreciaban a ver detrás de la hoja a causa de la luz del fuego.
—No se porque hasta ahora se me había ocurrido —exclamé—. Papá siempre nos ponía juegos como estos, para poder descifrar las pistas del tesoro perdido.
Aunque eso había pasado hace demasiado tiempo, podía recordar fácilmente como se sentía esa adrenalina sobre las pistas que escondía por la casa.
—Son ¿Números? —dijo decepcionada.
—No, no. Pásame aquel mapa —señale al papel que mostraba todo el mapa del mundo de Ewel.
Me acerque al escritorio donde escribí los números que se reflejaban con la luz para transcribirlos a una hoja limpia, tomé una regla y un lápiz y luego de expandir el mapa, comencé a trazar números que coincidían con los del mapa.
—Son coordenadas —dije luego de poner el punto final.
Lena se acercó y por un momento pude notar su sorpresa pero luego regresó a sus expresiones neutrales y reservadas.
—¿Exactamente donde queda eso? —señaló el punto mientras ladeaba la cabeza.
—No estábamos tan equivocadas, está al norte de Ewel. Será mejor hablar con James y Chris —dije y ella asintió.
Luego de eso mande a decirle a Chiara que necesitaba la presencia del príncipe, si pudiera lo habría hecho por mi propia cuenta y lo hubiera buscado, estaba tan desesperada por salir y esa era una excusa perfecta pero después de un rato cuando Chiara regresó con noticias de que el príncipe no estaba, no pude hacer nada más.
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El Ensamble (Cada Diez Años)
FantasyEn un sistema estelar lejano existen cinco mundos diferentes con distintas clases sociales: la Tierra (realeza), Itaris (alta nobleza), Hanat (pequeña nobleza), Neogin (pueblo) y Ewel (los excluidos). Ahí es de donde viene Alice, de un mundo sin opi...