Capítulo 31

1.4K 233 1
                                    

—¿En serio lo hiciese? ¿Acaso estás loco?Le recrimino, muy perturbado.

—¿Sabes que eres demasiado tiquismiquis? —Sonríe con chulería.—Es hora de que comiences a disfrutar de la vida sin tanto prejuicio, Jin, solo se práctica—encoje sus hombros y blanquea sus ojos.— ¡follar, follar, follar! Es lo mismo donde quiera que se haga... pero para tu tranquilidad, por supuesto que no lo hemos hecho, bebé... aunque ganas no me faltaron. Ese hombre está como me lo recetó mi médico, en dosis diarias cuatro veces por día y una ración extra por si el cuerpo no reacciona— esta vez sonríe con mucha picardía, mientras bate sus pestañas con descaro.— Eso sí, nos dimos un beso que hizo que mis bóxer fueran a parar a mis tobillos y sus manos me tocaron con tanta hambre, que estuve a punto de que me convirtiera en su comida favorita del día, sobre todo cuando fueron a parar sobre mis pezones y con sus dedos retorció mis pezones divinamente... ¡uffff... que me quemo! —bate sus manos para esparcir aire sobre su cara.— Y pude sentir su gran paquete pegado a mi pelvis... y ¡por Dios! pensé que era el martillo de Thor, el que llevaba dentro de sus pantalones —¿wtf?.— Ni James Bond, tiene un arma tan grande como esa, hombre ... ¡era descomunal! ¡Con ella no falla, ni aunque quisiera!

—¿En serio?... es mejor que no me siga contando nada más.

Mientras caminamos observamos una gran aglomeración de autos en la vía. Cruzamos la calle apresuradamente, para alcanzar la farmacia que el Dr. Jeon, me sugirió. Me sorprendió el hecho de que el tratamiento contemplara el pago de las consultas y de las medicinas y, por supuesto que no abrí mi boca, porque ahora sin trabajo y con lo poco que me queda en mi cuenta bancaria, lo menos que quiero es realizar gastos que me dejen con los bolsillos vacíos. Me imagino que la deuda la tendré con el doctor Lee, así que cuando vuelva, ajustaré cuentas con él. Por ahora... calladito me veo mejor.

 calladito me veo mejor

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

―Puedes explicarme... ¿dónde mierda está mi hijo, Jungkook? ―grito desesperado.

El tono iracundo de mi voz, hace que Kook, despierte de una vez por todas, pegue un brinco y se levante a toda prisa de la cama.

―¿Cómo que dónde está tu hijo, Nam ? Donde más, sino, en Jeon Seokjin, el gestante ―Responde en tono burlón, sin caer aun en cuenta de lo que intento aclararle.

Camino de un lado a otro, como fiera enjaulada, a punto de que me dé un derrame cerebral. Restriego las manos por mi cara tantas veces, que siento que voy a quedar sin rostro si lo hago una vez más.

―¿Tienes al menos una pequeña idea, de quien carajos acaba de llamarme?Le pregunto, sumamente alterado, con ganas inmensas de saltar sobre él y arrancar sus bolas de su cuerpo, una a una, hasta que por fin me diga... ¿qué carajos ha hecho con mi bebé?

―Si fuera vidente, o tal vez, pitoniso, te aseguro que te lo diría de inmediato. Así que como no soy ni una, ni la otra cosa ―sonríe a modo arrogante.— Tengo que decirte que no sé de quién demonios hablas.

El doncel equivocado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora