Capítulo 50

1.7K 268 8
                                    

Me detengo  frente al sitio en donde se supone Seokjin, finalizará con su embarazo. Bajo corriendo del auto y sin preocuparme por cerrar la puerta, me encamino desesperado para tratar de llegar a tiempo y detener cualquier locura que piense hacer.

Cuando me dispongo a subir los escalones, diviso al final de ellos a su amigo, Taehyung.

―Gracias a Dios, llegaste a tiempo, Kim―me dice angustiado―, él no está bien, pero no quiso escucharme ―me explica, entre lágrimas―. Lo conozco bien y sé que muy dentro de él, no es su intención hacerlo, pero... pero ―se limpia las lágrimas―, tuvo una vida difícil y eso está pesando en su decisión.

¿Una vida difícil?

―¿Qué quieres decir con eso, Taehyung? ―espero expectante―. Necesito saber de él, de lo que piensa y siente, para poder llegar a su corazón y rogarle que detenga esta locura.

Duda, porque sé que es su amigo y piensa que contándomelo lo estaría traicionando. Pero me importa una mierda, la vida de nuestro hijo es más importante que cualquier pretexto. Así que voy con todo, solo con el propósito de conseguir la información que necesito.

―Por favor, Taehyung... hazlo por mi pequeño bebé, él no tiene la culpa de nada ―le suplico―. Estoy dispuesto a hacer lo que sea para salvarlo, merece una oportunidad de vivir, porque él es un pedazo de mí... y lo amo aun sin haber nacido.

Asiente en respuesta y le doy gracias a Dios, por ello.

―Fue maltratado por sus padres desde que fue un niño y...

Su silencio presagia un pasado terrible que pudo haber marcado la vida de Seokjin.

―Habla de una vez, por favor, no me dejes con esta terrible duda...

Estoy desesperado y a punto de perder la cordura, imaginando cosas terrible que pudo padecer Seokjin, siendo niño.

―Su padre intento abusar de él en dos ocasiones ―¿Su padre? ¿Su maldito padre? ¿Ese que debió protegerlo y amarlo por sobre todas las cosas? Hay furia dentro de mí, pero sobre todo impotencia, porque quiero buscar a ese miserable y darle una lección que nunca olvide por el resto de su vida.— Por favor... ―me ruega nervioso― Jin, nunca debe saber que te lo dije o pensará que he traicionado su confianza. Él es todo lo que tengo en la vida ―niega con la cabeza.— Y me destrozaría si por esto, lo pierdo. Si lo hice, es porque no quiero que haga algo de lo que luego se arrepentirá.

No conozco la historia de ninguno de los dos, ni el tipo de lazos que los une, pero nunca me atrevería a traicionar su confianza y mucho menos ahora que me ha ayudado a comprender, porque Seokjin, se negaba a tener a nuestro hijo.

―Gracias, Taehyung―me acerco a él y lo estrecho en un fuerte abrazo― no sabes cuánto significa esto que has hecho por nosotros. Te aseguro que cuando salga de ese lugar, traeré conmigo a Seokjin, porque no voy a permitir que a ninguno que esos miserables dañen a mi familia.

Me alejo de él y me giro con las intenciones de derribar esa puta puerta de ser necesario. Comienzo a golpear la madera y a gritar como un loco, buscando levantar toda la atención de los que están adentro con él. Pero en el momento en que decido que voy a derrumbarlo, la puerta se abre y un chico sale corriendo de allí, mientras solloza con dolor. Aprovecho la oportunidad y entro al lugar y a pocos metros, puedo ver a mi pelirrojo, de rodillas en el piso y llorando con mucho desconsuelo.

Lo primero que me imagino es que he llegado tarde y que he perdido a nuestro hijo y todas las esperanzas que había sembrado en él. El corazón se me rompe en mil pedazos y siento que mis piernas pierden estabilidad. Sin embargo me recompongo y antes de pensar en lo peor, decido creer que aún hay una pequeña posibilidad de que él no haya podido hacerlo.

El doncel equivocado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora