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Chaewon

Jueves, 10:05 am

Salgo al recreo con Nico a mi lado. Se supone que hoy debería de darle la tarea a Yunjin pero desde el inicio de clases no la he visto, no tenemos todas las misma mis clases, pero si la mayoría; no me ha escrito tampoco así que no sé si ponerme a buscarla.

- Chae - me llama Nico.

- Mm

- ¿Te... Gustaría ir al cine conmigo mañana?

- ¿Al cine? - asiente - Bien, ¿le digo a Manche?

- No, no. Es que quiero decirte algo en privado

- ¿Tenemos que ir a cine para eso? dímelo aquí y ya está - le digo mirando alrededor para ver si veo a Huh.

- Es que es importante para mí...

- Mmm... está bien, pero tiene que ser temprano, tengo trabajo al otro día

- Me parece perfecto, te quiero tanto - con una linda sonrisa marcada en el rostro, me abraza.

- ¡Suéltame anda! Que tengo algo que hacer

- ¿No irás a la cafetería? - me pregunta un poco apagado.

- No. Nos vemos luego

Y sin decir más me voy a la cancha para ver si allí está Yunjin. Cuando llego, me quedo sentada en las gradas, pongo mi mochila en mis piernas y de paso repaso lo que hicimos en la clase anterior. Muchas veces que, al salir al descanso, vengo aquí, para mí es de los lugares que más me gustan ya que, aunque a veces los gritos de los chicos o de las chicas que lleguen a distraer, me gusta estar aquí, ya sea con mis amigos o sola.

Un rato después veo a las porristas llegar entre ellas Yunjin. Todas perfectamente arreglas, con su uniforme bien planchado y sus cabellos variado en sueltos ondulas, trenzas bien hechas y colas de cabello ajustadas. Mi mirada se queda en Huh, ella antes de empezar corre hacia su novio y lo llena de besos, las chicas les empiezan a silbar o hacerle todo tipo de sonidos a los tortolitos.

Dejando de lado sus escenas cursis, todos vuelven a sus rutinas. Se me hace entretenido verlas entrenar así que bajo hasta la primera grada para verlas mejor. Sus movimientos son tan precisos y bien coordinados que quedó embobada, me pregunto qué tanta disciplina y físico debes de tener para hacer esos pasos. Simplemente no me canso verlas.

Luego de estar más de una hora viendo jugar y bailar a los demás, saco un sándwich de mi mochila y le doy un buen mordisco.

- Aww que linda, ¿Vienes a verme entrenar? - giro asustada por el repentino sonido.

- Pero... Estabas allá-

- Si, y te vi y ahora estoy aquí - cuando ella se acerca, dejo mi sándwich a un lado y le extiendo el monto de papeles.

- A ver... - empieza a revisar cada uno.

Mientras ella los lee me quedo analizando su piel brillosa por el sudor, como unos cuantos cabellos están pegados a su rostro. Ahora que está más cerca puedo notar el cómo su uniforme sigue igual de limpio de como cuando llego. Debería regular mi obsesión con el orden.

- ¿Cómo? - me pregunto sin pensar.

- ¿Cómo qué? - me mira de mala gana.

- ¿Como es que tú uniforme sigue tan pulcro después de entrenar?

- Jajaja que pregunta es esa - me quedo callada - pues, yo que se. Soy tan buena en lo que hago que ni me desaliño, que puedo decir

- Eso no tiene sentido - le digo extrañada.

Cliché [Purinz]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora