You can be my daddy (Pedro Pascal)

#22

Pedro...

Los días se habían vuelto semanas. Mi relación con Sam cada vez iba mejor. Nos íbamos conociendo más, y eso me gustaba.

Hace dos semanas ella por fin regreso a casa. Fuimos de compras ya que no había nada servible de ella en la casa, todo estaba en mal estado.

Ahora mismo, ella estaba sirviendo se jugo mientras yo trabajaba desde el comedor.

-Quiere jugo señor Pedro?

-No gracias, linda.

-Okey. Estaré en mi habitación por si necesita algo.

-Esta bien.

Sam subió y yo seguí con mi trabajo. Estaba tan sumergido en el que no me había dado cuenta que Sam estaba de nuevo en la cocina. 

-Qué pasa linda?

-Es hora de la comida.

-Qué?

-Mire la hora.

Miré la hora y eran las dos y media. No puede ser.

-Nena, no prepare la comida. Lo siento tanto. Ahora mismo me pongo a preparar algo.

-No hace falta señor Pedro. Puedo cocinar. 

-No, no, no. Yo soy quien debería cocinar.

-Pero hoy no, así que más tarde lo llamare para que coma.

-Esta bien.

Me levanté y me acomode en el sofá. Seguí con el trabajo mientras Sam cocinaba. 

-Huele bien, qué es?

-Lasaña, mi especialidad.

-Pues se mira muy rica, puedo probarla?

-Aún no. Falta algo.

Sam empezó a servir en platos. Saco del horno ¿pan?, cuando lo hizo?

-Cuando hiciste el pan?

-En lo que usted trabajaba. Es fácil y rico.

-Pero... ya podemos comer?

-Ahora sí.

Nos sentamos en el comedor y empezamos a degustar. Sam realmente era una buena cocinera. Me pregunto qué más sabrá hacer.

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Sam...

Terminamos de comer y fui hacía la sala. Me quedé leyendo un libro que desde hace poco empecé a leer, "tan poca vida".

Estaba tan centrada en la lectura, hasta que el  señor Pedro se sentó junto a mi.

-Qué lees linda?

-Tan poca vida.

-Es muy buen libro.

-Usted ya lo leyó?

-Claro. Casi todos los libros que hay aquí ya los he leído.

-Woow.

-A ti te gusta la lectura?

-Sí. De pequeña me escapaba para ir a la biblioteca. El señor que atendía ya me conocía, y conocía mi situación, así que me prestaba los libros con la condición de que no me escapara mucho.

-Y por qué siempre regresabas?

-Porque era el único lugar que tenía. -Dije con lágrimas en los ojos.

-Mi niña. -El señor Pedro se acercó a mí y me abrazó. Me gusta el calor que desprende- Jamás volverás a ese horrible lugar.

-Me lo promete?

-Te lo prometo. Por qué mejor no vemos una película?

-Esta bien.

Nos acomodamos en el sofá, me acurruque con él y empezamos a ver la película.

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Pedro...

Sam se acurrucó conmigo, extrañaba tenerla a mi lado. Puse mi mano lentamente en su cadera y empecé a hacer círculos con mi dedo. La voltee a ver y ya estaba dormida. 

Apague el televisor y me puse más cómodo. Pronto me quedé dormido también.

Algo corto para mi gusto. Creo que estaré actualizando más seguido. Ya que a partir de la siguiente semana tendré unos asuntos, y no se cuando me desocupare. Ily.