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El capítulo anterior está editado porque me equivoqué en una parte, y me di cuenta después que había colocado mal los nombres 😶no había actualizado porque estoy en hiatus por temas laborales que no me dejan descansar 😴 seguramente actualizaré así como ahora porque no tengo tanto tiempo hasta diciembre sin falta que serán mis vacaciones 🏞️

Tiene cara de Jihyun -afirmó Lisa, sentada ya en la silla frente al escritorio.

Nos habíamos pasado casi un minuto en silencio tras la llamada; ella mirando por la ventana y yo mirando hacia algún punto de la pared, allí donde estaban colgados y enmarcados los posters de las películas más famosas de la productora.

-Ya estaba seguro de que el incendio era inventado -murmuré en voz baja.

-Yo también -respondió ella-. Aunque, siendo sincera, ese servicio de detectives es cojonudo.

Moví la mirada lentamente hacia ella en busca de una explicación de a qué venía eso. Lisa se encogió levemente de hombros y continuó:

-No pararon hasta encontrarlo, aunque tardaran un mes, e incluso buscaron la más estúpida de las posibilidades, como que tu semental y su familia vivieran en un edificio ilegal sin registros. Son muy buenos -concluyó.

-Les pago muy bien -le aseguré.

-Y lo merecen -asintió.

Tomé una bocanada de aire y me recosté en el sillón, me froté el rostro con ambas manos y terminé mirando hacia el techo.

-Así que es verdad, son súper pobres...

-Venga, Jungkook, que tu potro italiano no tenía ni donde caerse muerto era algo que ya sabíamos -adelantó ella con un gesto rápido de la mano-. No estaría contigo si él tuviera la posibilidad de comprar su propio Masseratti, su ropa de lujo y su mansión en GangNam.

Esa idea, tan obvia y cruda, me causó cierta incomodidad. Una punzada de angustia y pena en la parte baja de mi pecho. Algo leve y rápido, pero que me llevó a decir:

-Le encanta follar conmigo. Eso no lo finge.

Lisa se quedó un momento en silencio, se miró las uñas perfectamente cuidadas y pintadas y después murmuró:

-Eres un hombre muy guapo, Jungkook. Estoy segura de que el semental está más que encantado de follarte a ti y no a un viejo asqueroso; pero eso no quiere decir que la razón por la que lo hace no sea la misma.

Seguí mirando el techo sin decir nada mientras en mi cabeza se desarrollaban toda clase de pensamientos encontrados. Aunque Mr. Mafia fuera un genio de la mentira y la manipulación, yo estaba completa y totalmente seguro de que lo mucho que disfrutaba follándome no era fingido. No podía serlo. Había una cámara en su casa con más de treinta horas de sexo casero en las que el Capo gemía y gruñía como un completo cerdo, sonriendo como un niño pequeño en navidad y mirando al cielo para darle las gracias a il suo Dio cuando creía que yo no le veía.

El sexo era real. Incluso si era lo único real entre nosotros.

Por otro lado, entendía lo que Lisa quería decirme con aquello. Yo era como un unicornio de Hollywood: joven, guapo, con buen cuerpo y con demasiado dinero. Era el gran premio a ganar y el sueño húmedo de cualquier boy toy. Por eso el Capo se esforzaba tantísimo por mantenerme enamorado, porque no iba a encontrar alguien como yo ni en un millón de años.

-Pero no mintió en lo del incendio, eso fue verdad. La noche en el bar de Chinatown era auténtica...

-Auténtica -repitió Lisa, como si la palabra le diera un poco de asco-. Sí, puede que dijera la verdad, pero también debió ver una oportunidad dorada para conseguir sacarte más cosas. Seguro que cuando vio las llamas incluso lloró de alegría. Adiós apartamento de mierda con la familia, hola vida de millonario follador.

Grazie, Amore.(Jikook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora