Hola muchas gracias por sus comentarios, me alegra saber que aún me leen 😅
32
El desayunó terminó con una conversación sobre mi madre, su viaje a Italia y la horrible tradición que me había visto obligado a recuperar.
—¿Ves por qué te necesito, Capo? —le pregunté junto con una de mis muecas de perrito triste—. Ir al templo y después al brunch, es insufrible sin pensar en que al menos me estarás esperando afuera con el coche.
—Para estar intentando que vuelva a ser il tuo Capo, usas bromas muy peligrosas, Jungkook.
—Me gustan mis bromas —respondí, girando el rostro hacia él.
Ya estábamos de camino a la sinagoga y la mañana se había hecho demasiado corta.
—¿Cómo va a ser esto, Capo? ¿Voy a tener que esperar a que te apetezca que nos veamos o puedo invitarte a cenar o a tomar algo?
—Sabes cómo va a ser —me aseguró.
Suspiré y dejé caer la cabeza en el respaldo.
—Te echo mucho de menos.
No dije aquello por ningún motivo en especial más que el hecho de que fue lo que sentí en ese momento al pensar en tener que esperarle día sí y día también, sin saber el momento en el que podría volver a verle.
—Tampoco podría ir a verte a la pizzería, ¿verdad?
—No. No quiero que vayas allí —se negó al momento, pero, tras uno dos segundos, añadió un bajo—: es un sitio peligroso para ti.
—Mmh... —murmuré, eligiendo pasar por alto aquella leve señal de que el Capo estaba preocupado por mí—. Yo también puedo conducir un coche de mierda y ponerme ropa barata. Así pasaría desapercibido.
—He dicho que no, Jungkook —y lo dijo con ese tono que no admitía más discusión.
Así que la conversación murió allí hasta el momento en el que aparcó el Masseratti a una calle de distancia del templo y me miró.
—Llevaré el coche a tu casa y te tiraré las llaves por encima de la verja.
—Claro —asentí, como si fuera un buen plan—. O también puedes quedártelo.
—No. Tener el Masseratti era más incómodo que otra cosa. Tenía que aparcarlo en el centro, donde no lo robaran, y después coger el bus a casa, entonces volver a por él cada vez que quedábamos, cambiarme de ropa, ir a buscarte a la colina y volver a bajar...
—Ah... —murmuré al comprender las muchas molestias que se había tomado Troy para cuidar de mi coche—. Vaya, pues creía que te encantaba el Masseratti.
El Capo ladeó la cabeza y miró el salpicadero y el volante, llegando a acariciarlo con cierto cariño.
—Me gusta muchísimo, es una máquina increíble y bellìssima, pero al final solo me complica la vida —me volvió a mirar y entonces añadió—: Es exactamente como tú, Jungkook.
Me quedé un momento en silencio antes de que se me escapara una carcajada. Asentí varias veces y abrí la puerta para salir a la calle. Inclinándome para mirarle de nuevo, le dije:
—¿Ves? Bromear es divertido, Capo.
Y cerré la puerta para cruzar la calle y caminar a buen paso en dirección a la sinagoga.
El domingo, como el día anterior, volvió a despertarme un sonido extraño a esa hora: el tono de llamada del Padrino. Cuando lo escuché, casi me di la vuelta entre las sábanas y tiré el móvil al suelo al intentar cogerlo.
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Grazie, Amore.(Jikook)
FanfictionQué se le dije a tu guapísimo y tóxico amo Italiano cuando acaba de follarte contra la pared, atado de pies y manos y con un bozal en la boca? Grazie, amore... Eso se le dice. Adaptación Autorizada. Advertencias Dentro (◕દ◕)